Capítulo 19

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Hilary.

La habitación sigue sumergida en la profunda oscuridad de la noche.

Algo interrumpió mi descanso.

Inspecciono la habitación para asegurarme que todo está bien y poder retomar mi sueño. Alguien susurra mi nombre, mi vista vuela a un lado de la cama y observo la silueta de un hombre con un arma, pero con esta oscuridad me es imposible distinguir su rostro.

Oh no...

A esta hora no hay luz. Se supone que nadie entra porque me cuidan.

Salgo de la cama para empezar a huir, pero su profunda voz me llama de nuevo. Un escalofrío me recorre todo el cuerpo, en este momento no logro identificar a quien pertenece.

Cuando estoy rodeando la cama y a punto de llegar a la puerta, mi cuerpo es acorralado contra la pared por su cuerpo, en el completo silencio logro escuchar los latidos de mi corazón.

Su cara está a unos cuantos centímetros de mí, su respiración se estrecha en mi rostro.

- Aléjate, antes de pueda dejarte invalido - mi voz casi no tiembla, a diferencia de mis piernas desnudas.

-Hilary, soy yo tranquila - Zayn se aparta un poco, pero sigue inmovilizándome.

Cuando logro distinguir sus inconfundibles ojos en la oscuridad, suelto un suspiro. Su voz estaba siendo amortiguada por la mascara que cubre la mitad de su cara, la cual, por alguna extraña razón, lleva esta noche.

Espero, por su bien, que esto no haya sido un intento de broma. No me agradan este tipo de juegos. Casi me da un paro cardiaco.

- ¿Qué te sucede? Casi me matas, si querías hablar conmigo pudiste esperar a que amaneciera -digo cruzando los brazos debajo de mi pecho.

- No, esto no puede esperar. Cámbiate, que en el camino te explico - dijo.

- Espera afuera - dije lo obvio, cuando vi que no se movía. ¿Cómo me iba a cambiar con él ahí?

-No puedo salir, si lo hago seré visto por las cámaras de seguridad, sabrán que estoy aquí y todo estará arruinado.

- Bien... entonces solo... - busco alguna alternativa, para evitar que me vea - solo gírate.

- Lo haré, pero no tienes mucho de qué preocuparte. Apenas puedo ver tu silueta en la oscuridad - Zayn se posiciona frente a la pared de al lado de la puerta.

Hago una mueca, aunque sé que no puede verlo, y voy hacia el armario.

Tomo un cambio de ropa que pueda cubrirme del frío esta noche, mientras me aseguraba de que Zayn no volteara mientras me desvestía.

Para mi buena -mala- suerte nunca lo descubrí haciéndolo, supongo que es un caballero.

Una vez lista para salir, Zayn toma mi mano. Su tacto es cálido y suave. Aunque solo lo hace para guiarme por los pasillos, me hace sentir bien. Nos mantuvimos callados y ocultos de las cámaras, las cuales ignoraba que existieran hasta esta noche.

Tal vez así fue como supieron que había escapado al bosque y no se trató de Zayn el soplón. Casi me siento culpable por haberle dicho todas esas cosas aquella noche. Casi.

Pensé que íbamos a salir por alguna salida secreta, pero no es así. Salimos por la cocina, como si fuera lo más normal escabullirse en medio de la noche.

El patio luce como todos los días, la única diferencia es que ningún guardia está deambulando por aquí. Debe ser la hora cuando todos desaparecen para descansar o lo que sea que los guardias hacen cuando no están precisamente en servicio.

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