Peleas & Planes Rápidos.

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Han pasado dos días desde que me mudé con Martina al Departamento que sería de Riker y mío. La verdad es que las cosas no han sido tan fáciles. Estar con Martina es excelente, ella es una persona agradable, puedes conversar de diversas cosas con ella. Pero... Estar en el Departamento, me trae muchos recuerdos de Riker. Cuando veo la habitación que sería de nosotros, mis ojos se llenan de lágrimas. Intentó ser fuerte, pero no es fácil.

Las cosas con mi madre, han estado bien. Ella me llama todos los días, por eso debe decirle que las cosas van bien. Le he dicho que en la Universidad me ha ido genial, aunque no es del todo cierto. Con tantas complicaciones que he tenido, mis notas han bajado un poco. Y eso no me hace sentir del todo orgullosa, aunque... Es mi mente la que no me deja tranquila. A veces estoy descansando y siento que puedo escuchar la voz de Riker. Lo sé. Siento que me volveré loca, he estado pensando en ir a hablar con un experto en el tema, o algo así.

Ahora mismo, Martina y yo estamos sentadas en la mesa. Aunque parezca raro, Ross vino ayer a dejarnos comida. Trajo muchos yogurths, no puedo creer que supiera que es mi comida favorita. Me sorprende que me conozca tan bien, siendo que me odia tanto.

—No quisiera hablar de Diego, fueron tiempos difíciles a su lado —explicó Martina, sacándome de mis pensamientos —. Aunque tengo la certeza de que las cosas pasan por algo. Ya que... Cuando fui a la cárcel, gracias a eso de el arresto de Diego, conocí a un Policía llamado Jorge.

—Lo conozco, he hablado con él. Me parece una buena persona —respondí tomando un vaso de jugo de naranja, estaba frío, sabía delicioso.

—¡Genial! —Martina sonrió —. Él se comportó de un modo muy amable conmigo. Fue él quién decidió dejarme en libertad, ya que dijo que yo no hice nada malo, sólo fui una víctima de Diego.

—Tiene razón. No había ninguna razón para meterte presa. Creo que hizo lo correcto.

—La verdad es que me da miedo pensar en dos teorías que he formulado durante éstos días.

—¿Qué teorías tienes? —pregunté enarcando una ceja —. No creo que tengas que temer de Jorge, tiene cara de buena persona.

—Laura, no deberías decir eso con sólo ver su rostro. Diego tiene una cara irresistible, y aún así es el malo de la historia.

Rodé los ojos. Recordé a Diego. Su piel blanca, sus músculos, su cabello negro con algunos rulos, sus ojos verdes, y su malvada sonrisa. Bueno... Martina tiene un buen punto. Diego es sexy, pero es un villano.

—Sí, creo que tienes razón.

—Lo sé. Cuando estuve con Diego, pude aprender a no confiar en nadie. Porque a veces, crees que una persona es buena, pero sólo es un disfraz —Martina bajo la mirada, se veía apenada —. Pero bueno... Lo que quería decir, es que tal vez... Jorge puede estar trabajando para Diego, y por eso no me metió presa. Él puede querer mantenerme con vida, y por eso buscó un aliado.

—Pero... ¿Por qué vendría a atacarte si quiere un aliado? ¿No debería enviar a Jorge a atacarte?

—No. Porque así Jorge sigue actuando como un chico bueno, y es difícil desconfiar de él. Diego es astuto.

—Tini... —le dije de cariño, ese es su apodo —, Creo que Diego te trato tan mal, que ahora por alguna razón desconfías de todo el mundo. No tengas miedo, no todas las personas son malas. Sólo... No le tengas miedo a las personas.

Tini bajo la mirada, apenada. Vi que lágrimas caían de sus ojos, me dio mucha pena verla así. Tini ha sufrido durante tanto tiempo, que es una lástima que ahora, que realmente puede ser feliz, tenga tanto miedo de todo.

Confusiones y peligros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora