Cap8

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Las horas pasaban con lentitud para Dan mientras esperaba temeroso el momento en el que Mat volviera.


No se atrevía a salir por miedo a que alguien más le preguntara por sus cortes, tampoco tenía ganas de moverse en absoluto y realmente le preocupaban algunas de sus heridas.


Se revolvió el pelo con una mano mientras que con la otra recogía un par de libros del suelo para colocarlos en la estantería, llevaba mucho tiempo arreglando su lado de la habitación para distraerse. Incluso había cambiado las sábanas, las cuales tendría que tirar sin que nadie se diera cuenta, si las llevaba a la lavandería le preguntarían el porqué de toda aquella sangre y prefería ahorrárselo. Suspiró.


Fue al baño para cambiarse los vendajes. Mientras se quitaba la camiseta se dio cuenta de que la mayoría de los cortes superficiales ya habían sanado, simplemente se quitó las gasas y dejó que el aire hiciera el resto.


El sonido de la puerta de la habitación abriéndose lo sobresaltó.


-¡Sal de ahí!- Mat estaba al otro lado de la puerta del baño. Dan se quedó paralizado y todos los recuerdos de la noche anterior pasaron por su cabeza. Tenía miedo.- Si no sales ahora tiraré la puerta abajo.


-Ya voy- casi lo suspiró tratando de aparentar tranquilidad. Cogió la camiseta y se la puso de nuevo para salir del baño.


-¿Qué ocurre princesa?¿Te estabas arreglando?- Su tono burlón hacía que la ira superara al miedo que tenía, realmente odiaba a ese tipo. Y sabía que lo que iba a hacer a continuación lo pagaría caro...


-Yo al menos no me paso horas al espejo besándome los músculos y diciéndome a mí mismo lo guapo que soy, narcisista.


-Parece que aún te quedan algo de orgullo y huevos.- Se acercó y lo cogió de la camiseta.- Mejor estate calladito...


Lo arrastró por la habitación mientras Dan se resistía y lo tiró al suelo, Mat lo miraba desde arriba, superior, que es como se sentía con todo el mundo. Se quedó un momento en silencio y se sentó en su cama con las piernas abiertas en una pose totalmente dominante.


-Vas a hacer todo lo que yo te diga, sin quejas ni oposiciones.- Dan lo miraba incrédulo y sin pestañear ,Mat ni siquiera le dio tiempo a decir nada, sacó una carpeta y se la lanzó. Dan la atrapó al vuelo.


Era una carpeta marrón clásica, con una fotografía suya que había sido tomada sin permiso en alguna parte del internado sujeta con un clip y debajo su nombre. Miró a Mat pero este estaba entretenido mirando el móvil, no le dio importancia y siguió examinando la carpeta. La abrió, pero en su interior no habían más de dos hojas con un par de datos académicos del año y un informe del psiquiatra del internado que hace unos meses, al igual que como todos los otros alumnos, había tenido una cita obligatoria con él.


-¿Qué significa todo esto?- Estaba confuso y algo molesto. Mat dejó su móvil irritado por la pregunta impertinente que lo había sacado de su entretenimiento.


-¿Realmente no lo sabes? ¡Ja! No me hagas reír.- lanzó su móvil a un lado.- Si eso llegara a la policía... serías historia.


-¿Huh?- Ahora estaba preocupado, ¿qué estaba pasando?


-No te hagas el tonto, ni siquiera estás registrado aquí formalmente.- Se levantó y le puso el pie en el pecho, empujándolo hacia atrás.- Seré directo. Haz lo que te digo y no te delataré.


Dan estaba en shock. ¿No estaba registrado? ¿Cómo podía ser eso? Y aún así... ¿sería verdad todo lo que le estaba contando? Aunque tampoco podía contradecirle, no recordaba nada anterior al año pasado.


-¿Cómo sé que no me estás mintiendo?- Mat sonrió malicioso ante su pregunta.


-Si realmente lo supieras no me habrías preguntado y tampoco tendría con qué amenazarte. ¿Prefieres arriesgarte a que lo saque a la luz y terminar en la cárcel? Sabes que eso me haría muy feliz.


-¿Entonces por qué no haces eso?- Dan estaba hasta las narices de sus idioteces.


-Porque siempre he querido tener un esclavo.- Se volvió a sentar en la cama.- Te diré que solo tienes esas dos alternativas, no tienes forma de recuperar esta información, eso es solo una copia- señaló la carpeta. Dan suspiró conmocionado y le lanzó la carpeta.


-¿Por qué me haces esto?


-Porque es divertido.


-Te odio.


-Y yo. Pero tomaré eso como un sí. Es un placer hacer negocios contigo.



Averno (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora