Cap 35

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Cóndor y Hans podían oír como el público aplaudía con esnobismo mientras la última puerta se abría y unas chicas prácticamente desnudas, solo con un número colgando de un collar, iban pasando de una en una, tratando de ocultar su cuerpo inútilmente ya que estaban con las manos atadas a la espalda. Sus caras lo decían todo, sin duda estaban aterradas y conforme iban entrando en la arena se iban apelotonando lo más lejos posible de los luchadores encadenados, lo que viene siendo en el centro.


-Solo espero que no se ceben mucho con ellas... fíjate, algunas ni tendrán los dieciocho...- Hans hablaba con dolor, como padre de una hija que no querría por nada del mundo ver a su pequeña en una situación así.


Antes de que Cóndor pudiera decirle nada empezó a entrar gente de nuevo.


-Vaya, cada vez que veo a estos chicos están peor que la última vez, sin duda la rama masculina es la que peor lo pasa, uf no me gustaría estar en su lugar brrrr- Hans se estremeció exagerando un poco y miró a Cóndor que estaba blanco como la cal y una expresión de susto total.- Cóndor... ¿hola?


Hans siguió la mirada de Cóndor que le condujo hasta un chico de cabello negro, algo demacrado, lleno de cicatrices y una cara de mala hostia que asustaba, Hans no lo había visto antes así que tenía que ser nuevo, volvió a mirar a Cóndor interrogante.


-Cóndor... ¿Estás bien?- Ya empezaba a preocuparse de verdad cuando escuchó un hilillo de voz por parte de él.


-Dan... ¿por qué...?-la voz le salía tan apenas, como un suspiro angustiado.


-Espera...¡¿ese Dan?!- Cóndor asintió débilmente mientras miraba a Dan acompañar al resto de chicos al centro de la arena.- Tío, eso sí que es mala suerte...- Lo miró Hans y después buscó a sus compañeros colgados en las paredes que no tardaron en devolverle la mirada, entablando conversaciones sin decir nada.- Tranquilo Cóndor, te ayudaremos.


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-Qué os parece la nueva mercancía?- Aaron se apoyó en el borde del palco para ver a sus asustados productos apelotonarse.- Tenemos un par de incorporaciones que podrían interesaros, esa chica por ejemplo, puede doblar las partes del cuerpo a su antojo, imagina las posibilidades y esa otra tiene saliva afrodisíaca.- Puso su mano en el hombro de Edgar pero este no le estaba escuchando para nada.


Mat se levantó de su asiento, se frotó los ojos disimuladamente por si su vista le estaba jugando una mala pasada y señaló a Dan.


-¿Cuánto por él?- Mat fue seco y totalmente directo, estaba bastante sorprendido de encontrárselo en aquel lugar pero aún más sorprendido estaba de lo que acababa de decir.


-¿Por la fierecilla?- Aaron sonrió calculador y puso su cara de zorro,- Ahora mismo no está a la venta, solo escucho ofertas, aunque solicitarlo por una noche es otra historia, claro... Últimamente es muy popular pero claro, no es de extrañar, ¿quién no querría pasar una noche pudiendo desahogarse del todo? El no morirá hagas lo que hagas...- Aaron se cruzó de brazos pensativo.- No sabéis la de dinero que me he ahorrado en mercancía para los fetichistas más extremos...

Averno (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora