Cap 75

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Los hombres de Edgar no se esperaron ese ataque para nada, solo Cóndor ya se llevó por delante un par de ellos gracias al factor sorpresa, degollándolos con una monstruosa facilidad mientras Hans disparaba desde la distancia a los más retirados y les cubría las espaldas tanto a Dorian como a Cóndor... Dorian disfrutaba de su labor como tanque, casi al punto de ir pisando cabezas con profunda ira como si se estuviera desahogando por todo lo que había ocurrido hasta ahora... Todo esto se convirtió en una masa de acero, sangre y gritos que por pura ventaja de experiencia tenía un claro bando vencedor.... Aunque no salieron indemnes.

En cierto momento del enfrentamiento, justo en el segundo cuando Hans se encontraba cogiendo otro arma para continuar con la matanza una bala perdida le acertó en la espalda, Hans incluso creyó escuchar como su columna se rompía y sus piernas se desconectaban de su cuerpo como si hubiera un error de corriente... Pero a pesar de todo continuó disparando desde el suelo, aún estando profundamente dolorido, sobre cadáveres y ensangrentado. Cóndor  también recibió un par de disparos pero en las extremidades y Dorian por poco no lo contó al ser arrollado en un intento de huida por parte de los últimos hombres... que terminó frustrado, desde luego.

Los gritos, insultos y el sonido de los disparos se convirtieron en un silencio absoluto después del estruendo del choque.

Dorian casi arrancó la puerta del coche con rabia y sacó de un tirón al trajeado con gafas que los había recibido con un tono tan arrogante... ahora mismo ni parecía la misma persona, al no tener la más mínima posibilidad de victoria parecía estar a punto de mearse encima.

-Tú.- Dorian escupió algo de sangre que tenía en la boca a un lado y frunció todavía más el ceño mientras se acercaba a su cara, lo suficiente como para clavarle uno de sus cuernos en el ojo si quisiera...- Ya puedes ir diciéndonos donde está tu jefe.- le agarró por las solapas del traje.

-¡JAMÁS, ME MATARÍA!- Le gritó aterrorizado... Cóndor caminó medio cojeando y fulminó al hombrecillo con la mirada.

-¿Y qué te hace pensar que nosotros no?- limpió el cuchillo lleno de sangre en su impoluto traje como toda amenaza.-Empieza a cantar pajarito...

El hombre tragó saliva mientras observaba a los dos hombres que tenía delante, estaba más que jodido, las opciones estaban en su contra e hiciera lo que hiciera esto solo retrasaría su inevitable muerte...

-Es inútil que lo busquéis... Hace no mucho estaba buscando un vuelo para salir del país y ni siquiera yo sé a donde se dirigía.



Edgar se paseaba por el salón de la casa con la victoria impresa en su cara... Tenía a su hijo de camino y podría regresar a su ciudad de origen para enterrarlo y desaparecer un tiempo... Todo iba sobre ruedas. Se sentó en el cómodo sofá mientras se llenaba un buen vaso de vino y observaba como el chico encargado de Dan preparaba todo para su marcha, incluido el mismo Dan, al que vistió de forma razonablemente normal... Edgar estaba notablemente satisfecho con el cambio de actitud de Dan, se había vuelto mucho más colaborador para prácticamente todo y eso le facilitaba mucho las cosas. Cruzó una pierna sobre la otra mientras daba un trago.

-Muy bien Dante, ¿estás preparado para tu nueva vida?- Miró desde el sofá la cama donde estaba Dan, no parecía con ganas de darle una de sus respuestas agresivas.- Más vale que te comportes... Pero si de verdad lo haces te daré ciertas libertades más adelante.-sacó de su bolsillo derecho del pantalón una pequeña llave y con un gesto llamó al chico que merodeaba por ahí.- Sácale de ahí y termina de prepararlo.- le entregó la llave.

El chico se dirigió hacia la cama con movimientos casi robóticos y no dudó un segundo en hacer lo que le pedía, desesposó a Dan de forma que solo quedara separado de la cama pero inmediatamente esposado de la forma tradicional... lo que el chico no previó fue que Dan hiciera un movimiento rápido y de un salto se colocara a sus espaldas, rodeando su cuello con la cadena amenazador.

-¡No te muevas!- le gritó a Edgar, quien solo alzó una ceja con disgusto.- ¡Como lo hagas te juro que le parto el cuello!- Apretó la cadena al cuello del chico que no se movía, solo estaba a merced de Dan... Edgar por su parte lo miró tranquilamente.

-Hazlo, su vida tiene menos valor que el vino que estoy bebiendo.- dio un último sorbo y dejó la copa en la mesa que tenía en frente, metió las manos en los bolsillos y caminó lentamente.- Vamos... hazlo.- lo desafió.

Dan apretó más el cuello del chico por pura rabia pero el sonidito de asfixia que produjo lo detuvo... No era un desalmado y no quitaría la vida de alguien que no tenía nada que ver así que aflojó un poco su agarre... Lo que fue un terrible error. El chico al notar la duda en las manos de Dan se dio media vuelta y se liberó rápidamente al mismo tiempo que lograba arrinconar a Dan.

-Estos años te han vuelto más débil Dante... Ya ríndete.

-Jamás.- Tomó una gran bocanada de aire y se disculpó mentalmente con el chico que lo tenía atrapado por los brazos.

Soltó una gran patada en la dirección correcta, lo que provocó el desagradable e inconfundible sonido de hueso roto. El chico cayó a un lado sosteniéndose la pierna y Dan rodó hacia un lado para quedar cara a cara con Edgar que se encontraba de pie a escasos metros de distancia... Quien le dio una media sonrisa.

-Esto ya es otra cosa...

Averno (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora