Cap 73

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Edgar en las circunstancias en las que se encontraba no podía hacer ningún movimiento en falso, tenía a la policía pegada a su culo, aunque no fuera por las razones que cualquiera pensaría... A pesar de que no lo estuvieran investigando debía tener cuidado.


Entró por la puerta de su casa soltando un gran suspiro, los problemas se le acumulaban y al no poder obrar con total libertad solo se estresaba. Dejó su abrigo largo en la percha justo antes de ver como se asomaba el muchacho que había mandado allí para que se ocupara de Dan. Salió a recibirlo con la cabeza gacha y no se movió un centímetro hasta que Edgar le hizo una señal para que se retirara por aquel día.


-¿Qué diablos le has hecho a ese chico?- le gritó Dan desde la cama mientras agitaba las esposas para hacer ruido.


-Nada que no se mereciera.- se aflojó la corbata mientras se acercaba a la cama donde se encontraba Dan de forma permanente.- Ese chico se dedicaba a vender drogas mortales a estúpidos chicos de instituto, sí se lo buscó.


-¿Ah, sí?- frunció el ceño.- ¿Y Shun también se lo merecía?- Dio un fuerte tirón con sus muñecas mientras Edgar desviaba su trayectoria a la cocina para buscar algo de café, por suerte el muchacho había dejado algo preparado antes de marcharse.


-¿Quién?- Edgar regresó con una taza de café y se sentó en el sofá.- Ah, el estudiante... Estuvo en el lugar equivocado en el momento equivocado... una lástima que muriera también, era muy obediente.


-¡Maldito!- Dan le escupió pero no llegó muy lejos su escupitajo.


-Tranquilízate, ya no hay nada que puedas hacer al respecto.- Edgar dejó su taza en la mesilla y se levantó para ir hasta la cama mientras se iba desabotonando la camisa... después de una jornada de trabajo solo tenía dos cosas en mente: Comer y tener sexo... y gracias a su condición podía hacerlo al mismo tiempo.


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Ese par de días después de la reunión de Dorian con Maika fueron completamente intensivos y se reunieron con una gran cantidad de informantes para pulir los detalles de su plan.


Se encontraban en el callejón desde donde observaban la sede central de la policía mientras Cóndor revisaba los horarios atentamente y sacaba de una bolsa un pase de acceso de la central.


-Muy bien Hans, ¿estás preparado?- Cóndor le tendió el pase y encendió uno de los pequeños audífonos para estar continuamente en contacto.


-Bueno, esto será lo más cerca de ser espía que estaré...- movió el cuello calentando mientras se quitaba el abrigo dejando ver un uniforme real de policía. Hans era el único con una apariencia medianamente normal y de cierta forma encajaba en el traje.


-Si esto sale bien podrías tratar de conseguir un puesto...- Dorian configuraba la transmisión para que no diera ningún problema bajo una capucha lo suficientemente grande como para ocultar sus cuernos.


-Bueno, empecemos de una vez, ya casi es hora.- Cóndor alistó su propio equipo y sincronizó los relojes.- Ya lo sabes Hans, nos veremos en la tercera calle en media hora.- los miró a todos atentamente, la tensión era evidente y si se la cargaba ahora todo acabaría allí.- Vamos.


Hans se colocó bien la corbata y caminó con decisión hacia la central. Con su mirada experimentada se integró enseguida entre los oficiales que pasaban a su lado, subió los escalones del inmenso edificio mientras proyectaba mentalmente el mapa que había estado estudiando durante horas... debía bajar hasta las plantas bajas, donde estaba la morgue y cuanto antes llegara mejor.


Cóndor corrió con Dorian hasta la calle donde se encontrarían con Hans en media hora, Dorian se sentó en unas viejas escaleras y sacó un teléfono que habían comprado en una subasta ilegal de artículos de la policía y que contenía una enorme cantidad de números telefónicos... entre ellos el de Edgar Mcdawell.


Los pasillos se iban volviendo más silenciosos conforme Hans se iba adentrando en aquel lugar, doblaba cada esquina con los nervios a flor de piel... Era más complicado de lo que parecía y a ese paso se moriría de un infarto. Caminó hasta una gran puerta doble metálica donde ponía claramente "MORGUE" pero sabía que no podía entrar todavía.


-Muy bien Hans, en breve tendrías que escuchar una puerta abriéndose y cerrándose, será el forense saliendo por la otra puerta para almorzar, en ese momento podrás entrar.- Cóndor le hablaba por el pinganillo mientras miraba muy serio el edificio desde la calle.


Hans asintió mentalmente y esperó hasta escuchar dicho sonido para entrar... nada más poner un pie en aquella tenebrosa sala sintió el frío recorrerle la columna vertebral pero no podía inquietarse, no había tiempo ni para eso. Fue abriendo los diferentes cubículos donde estaban los cadáveres...menos mal que Mat era fácil de identificar porque si no tenía para rato. Sacó una de las bolsas para cadáveres que había por ahí y de alguna forma consiguió meter el cuerpo de Mat en ella, cerró la bolsa y la movió a una mesilla con ruedas para poder sacarla de allí.


-Cóndor, guíame.- susurró a su aparatito escondido en el bolsillo del uniforme.


-Vale, vuelve por donde has venido hasta el segundo pasillo, después ve a la derecha hasta la zona del parking y allí tendría que haber un furgón de transporte descuidado por cinco minutos.-Cóndor había pactado para aquello y por el momento todo parecía ir bien.


Hans empujó la mesilla metálica por los pasillos rezando internamente para que nadie lo viera en esos momentos. Fue acelerando el paso para terminar con aquella tortura psicológica hasta llegar donde debía... Vio el furgón que le había dicho Cóndor aparcado justo en frente y corrió para meter el maldito cadáver dentro y así poder respirar tranquilo.


Cerró las puertas y se subió al asiento del conductor, no tardó ni un minuto en arrancar el motor.


Cóndor suspiró aliviado al escuchar aquel sonido celestial a través del pinganillo, jamás había adorado tanto el sonido de un motor.


-Dorian, haz la llamada.- se sentó para observarlo ya que había terminado su parte.


-Bien...- Dorian marcó a Edgar como si nada, respiró hondo y esperó muy tenso mientras escuchaba los pitidos comunicando hasta que descolgaron en la otra línea.


-¿Sí?- Edgar contestó con un tono agitado.- ¿Qué pasa?- dijo algo brusco dejando escuchar algo de fondo que Dorian no supo identificar.


-¿Señor Mcdawell?- Dorian moduló su voz para hacerla sonar completamente diferente.- Hemos terminado de examinar el cuerpo de su hijo, ¿quiere que lo llevemos a algún lugar en específico?, ¿la funeraria más cercana?-Dorian frunció el ceño mientras descifraba los sonidos al otro lado... y no le gustaba nada.


-No, apunta la dirección...


Dorian apuntó la dirección que le decía en un papel casi atravesando la libretita con la punta del boli que no tenía culpa mientras escuchaba los gritos ahogados de dolor de Dan por el teléfono...

Averno (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora