Killian llegó a la reunión de trabajo sintiendo algo de nervios, los martes no solían ser días de reuniones y se preguntaba cual debía ser el motivo para que tengan una. Llegó temprano para no ponerse ansioso y fue viendo como la sala se llenaba con sus compañeros. Una vez que estuvieron todos, August Will y Robin; el jefe de ellos, David, les informó la razón de la reunión. Rumpelstiltskin, un famoso asesino serial que hace varios años no aparecía, había vuelto a cometer un asesinato. David les dijo que estaba buscando a alguien que se haga cargo del caso, así que si alguno quería postularse para el trabajo podía hacerlo.
Después de la reunión, Killian pasó todo el día pensando si debía postularse o no. Killian se había mudado a Bostón y trabajaba en la comisaría hace dos años. Su principal motivo para mudarse allí había sido un cambio de ambiente y la búsqueda de un nuevo aire. Había vivido durante un tiempo con su novia Millah en Nueva York, hasta que ella fue asesinada hace siete años por su ex esposo Robert Gold. Ese hombre no solo había matado a Millah, sino que había intentado matarlo a él. Pero Killian sobrevivió, aunque como consecuencia perdió su mano izquierda. Killian estaba trabajando en ese caso, estaba intentando encontrar una prueba para poder culpabilizar a ese hombre de la muerte de Millah y hacer justicia. Porque su testimonio del ataque y la perdida de su mano no alcanzaban, él también necesitaba hacer justicia por la vida de Millah. Pero el caso avanzaba lentamente y Rober Gold parecía haber sido tragado por la tierra. El no poder lograr progreso en el caso lograba sacar lo peor de él, a veces deprimiéndolo y otras veces violentándolo.
- Hola hermanito. – Saludó Liam desde la cámara del skype.
- ¿Cómo anda todo por Irlanda? – Preguntó Killian sonriendo al ver a su hermano.
- Muy bien, igual que siempre. – Respondió Liam. - ¿Por Bostón? – Preguntó.
- Bien, de hecho tengo noticias. – Contestó Killian rascándose detrás de una de sus orejas de manera nerviosa.
- Contame, te escucho. – Dijo Liam prestándole toda su atención.
- Hay un nuevo caso para trabajar en la comisaría, y estoy pensando en postularme. – Informó Killian. – Pero no sé si hacerlo, no quiero descuidarme con el caso de Millah. – Explicó dando un largo suspiro.
- Creo que es una gran idea que te postules para un nuevo caso. – Dijo Liam con sinceridad.
- ¿De verdad? – Preguntó Killian indeciso.
- El caso de Millah te esta volviendo loco, creo que centrar tu tiempo y atención en otro lado te va a hacer bien a vos y al caso también, te va a permitir poder volver a pensar bien. – Expresó Liam lo que pensaba.
- Puede que tengas razón. – Aceptó Killian considerando lo que su hermano decía.
Al otro día Killian fue a la comisaría y se postuló para el nuevo caso. Liam tenía razón, centrar su atención en otro lado le iba a permitir calmar su temperamento y hacer que su mente vuelva a funcionar bien. Sus demás compañeros no se postularon, así que Killian estaba tranquilo, pensaba que tenía el puesto asegurado. Pero una semana después David informó quien iba a ser la persona que lleve el caso de Rumpelstiltskin y esa persona no era él, esa persona era Emma Swan.
- Te voy a dar una recomendación amigo. – Dijo Robin.
- ¿Por qué? – Preguntó Killian confundido.
- Porque te conozco y sé que estás enojado por no conseguir el caso de Rumpelstiltskin. – Respondió Robin.
- Yo no... - Comenzó a protestar Killian.
- Emma es amiga nuestra de hace mucho tiempo, incluso de antes de que vos hayas venido a trabajar acá, así que ten cuidado con como te manejas con ella. – Dijo Robin seriamente.
- Bien, como sea, ponete de su lado no más. – Aceptó Killian frustrado.
- No seas chiquilín. – Dijo Robin riendo ante la reacción de su amigo. – Emma es una gran profesional y este caso es personal, ten cuidado. – Volvió a advertir.
- ¿Qué tan personal? – Preguntó Killian con curiosidad.
- Eso vas a tener que obtenerlo de ella si queres saberlo. – Contestó Robin.
Que los casos sean personales para alguien, siempre llamaba la atención de Killian. Así que los siguientes días intentó sacar información de los expedientes, Internet y sus amigos; pero no podía encontrar lo personal entre Emma y ese caso. Y sus compañeros por supuesto no soltaron palabra, dejando que su única opción sea hablar con Emma. Pero él no habló con Emma, a él no le caía bien Emma, de hecho estaba casi seguro de que la odiaba. No comprendía como una cazarrecompenzas podía estar mayor calificada para llevar adelante el caso de un asesino serial como Rumpelstiltskin, antes que él, un oficial que ya tenía años de experiencia en patrulla, y casos menores de robos y secuestros.
Así que los siguientes meses los pasó haciendo lo que hacía desde que llegó a Bostón, de día trabajaba en la comisaría y hacía patrullas, y de noche trabajaba en el caso de Millah. Intentó acercarse a Emma porque todos parecían llevarse bien con ella, así que lo mínimo que podía hacer era ser un buen compañero. Pero le era imposible. Emma era una persona fría, distante y reservada, y eso era algo que él no podía comprender. Aparte cada vez que tenían que trabajar en algo juntos, sentía envidia y bronca de que ella haya conseguido el caso que él quería, por lo tanto terminaba sin hacer nada, dejándola a Emma con todo el trabajo. Sabía que no estaba siendo justo, pero había algo en esa mujer que sacaba lo peor de él. Quizás era el dolor y la soledad que parecían tan presentes en ella todo el tiempo, y al verse reflejado e identificado con eso explotaba.
- Alice es lo mejor que me pasó en la vida. – Comentó Will con cara de enamorado.
- No sé si creerte, cada semana dices eso de cada chica a la que conoces. – Dijo Killian negando con la cabeza.
- Debo haber aprendido de vos. – Dijo Will guiñándole un ojo.
- "Touche". – Dijo Killian riendo. - ¿Qué hay de vos Swan? ¿Alguna vez has estado enamorada? – Preguntó Killian a Emma quien estaba en la cocina con ellos sirviéndose un café.
- No, nunca. – Negó Emma.
- No me sorprende. – Dijo Killian.
- ¿Qué se supone que significa eso? – Preguntó Emma algo desafiante.
- Que con lo difícil que sos no me extraña que nunca te hayas enamorada. - Respondió Killian.
- Al parecer vos también sos difícil, sino no saldrías todos los días con una chica distinta. – Retrucó ella de manera defensiva.
- Por lo menos tengo intimidad y vida sexual. – Dijo él orgullosamente.
Emma abrió la boca para decir algo más, pero en vez de continuar la conversación sacudió su cabeza y se fue de la cocina. Killian sabía que no había hecho bien en empezar esa conversación, ahora ella iba a estar furiosa, solo esperaba que no la acuse con David al respecto. Pero ella nunca lo hacía, por más irritable que él fuera, ella nunca lo acusaba o delataba. Había cierta fortaleza en la manera en que ella manejaba sola sus batallas, y eso de repente lo hizo sentir culpable. Incluso se sintió aún más culpable, cuando más tarde la vio sentada en su escritorio llorando unas lágrimas silenciosas. Verla llorar, y saber que él en cierta forma hacía sido responsable de eso, lo hizo sentir un gran dolor en el pecho. Al parecer ella no era tan fría y fuerte como aparentaba, simplemente era una persona que probablemente tenía muchos muros creados en su ser para no ser lastimada. Emma Swan era un completo misterio. Un misterio que le gustaría poder resolver, pero probablemente jamás se atrevería intentarlo.
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Breaking Glass
FanfictionEllos creían que los corazones eran como el vidrio, una vez rotos no tenían arreglo. Pero intentando resolver los casos que atormentan sus vidas, quizás puedan descubrir que el amor es lo único que puede curarlos.