Capítulo 5: "Tú no eres ese alguien."

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[...] 19:29, 6 de Agosto, 2010. (Instituto de Estrasburgo - Estrasburgo, Francia).

Catarina vio a los nefilims desaparecer. La más joven no parecía tener ni un rasguño, mientras que el otro parecía verse afectado por algo interno que finalmente sería más fácil de tratar allá en Idris que ella en este lugar. Su misión de hacerlos escapar ya estaba cumplida, así que Catarina bajó al primer piso y buscó por todos lados la razón por la que había ido a ese Instituto en primer lugar.

Y para su suerte, su razón estaba precisamente siendo atacada por el demonio mayor.

Lanzó unas flamas blancas hacia Marax y este se alejó de Céline para enfocarse ahora en la bruja. "Catarina, tu padre te extraña tanto..."

"El sentimiento no es mutuo." Respondió secamente.

El demonio produjo una risa macabra. "Ustedes los hijos siempre son tan amorosos," pausó un momento y volvió a mirar a la nefilim. "Por más que me gustaría entretenerme tengo asuntos con esta mujer."

¿Asuntos? ¿Qué clases de asuntos podrían compartir? "Oh, yo también los tengo."

"Ya veo..." El brazo humanoide del demonio se transformó en un tentáculo con el cual atrapó a la rubia por la cintura "¿Te molesta si discutimos esto en un lugar más privado? Escuchar las armas de adamas clavándose por allí y por allá me causa migraña."

Catarina asintió, ¿Qué más podría hacer en una situación así? Tomó la única mano que ahora poseía Marax y los tres se teletransportaron a una habitación desconocida, el cuerpo de la nefilim fue arrojado violentamente hacia una pared blanca. Se mantuvo por un tiempo en el suelo, no tenía muy buen aspecto.

"¿En dónde estamos?"

"Una habitación de un manicomio, la desesperación es suculenta," el demonio inspiró como si así pudiera sentirla. "Por cierto, no sé si lo has notado, pero estás sangrando."

La bruja miró en la dirección que el demonio, se trataba de su hombro. Aún tenía clavada la espada serafín de Céline. Se la quitó de un tirón pese al dolor y empezó a intentar sanarse. Al tratarse de adamas tendría que usar otros aditivos para completar la sanación.

"¿Qué necesitas de ella?" Le preguntó Marax como si no le importase la escena de dolor frente a él.

"Debo hacerle unas preguntas."

"Supongo que también deseas saber porque la buscamos."

"Pensé que tú tenías asuntos con ella, no otros." Catarina sabía que estaba haciendo movimientos arriesgados, pero para tratar a un demonio quien parecía saber quién era su padre era lo ideal.

"Tú ve primero." Dijo el demonio y así se desvaneció, presuntamente yendo a acosar las almas desesperadas de los enfermos psiquiátricos.

"¿Por qué estabas en la cabaña de Ragnor?" Preguntó simplemente a la nefilim y ella no contestó, exagerando el tiempo en el cual se 'estabilizaba' "¿Por qué me atacaste y huiste después de que te dejé curarte?"

"Me atacaste sin razón. Dos veces. Disculpa si tengo desconfianza."

"¿La segunda fue sin razón? Admito que me sobrepasé la primera vez, pero soy doctora, no asesina. Simplemente quiero respuestas." Catarina se acercó a Céline y tentativamente le puso una mano en el hombro, iniciando un hechizo de curación.

La rubia suspiró más calmada. "Viví en esa casa por 2 años y un poco más, después de la muerte de mi hija, Luzbe-"

"¿Perdona?" Preguntó Catarina demasiado asombrada, había oído de mujeres con el nombre Luz, Lucía, Luciana y otras variaciones, sin embargo Luzbel no era uno que se oía a menudo. "¿Luzbel? ¿Cómo en el portador de luz? ¿Lucifer?"

Ya No Una Sombra MásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora