Capítulo 2

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Acababa de llegar de trabajar de la cafetería y ahora tendría que volver a hacer horas extras, ya que David llevaba tres días sin aparecer por casa y el lavavajillas se había estropeado, y había que arreglarlo pronto. Pero primero tengo que comer, o por lo menos debería intentar tomar algo, porque apenas como ya.

Después de una hora y media en casa comiendo un poco y ordenando la habitación. Me dirigí a la cafetería a hacer tres horas extra para que me dieran un poco más de paga.


Lo bueno de trabajar en esta cafetería eran las demás personas que trabajaban o los clientes que venían todos los días aquí. Los cuales eran todos maravillosos.

Mi mejor amiga Jessica también trabaja aquí conmigo, y sinceramente no se lo que haría sin ella. Me hace abrir los ojos a veces, o mejor dicho me dice cosas para que intente abrir los ojos y, pues no la escucho. Temas relacionados con David, y esas cosas.

-No se como puedes trabajar más _______- dijo Jessica algo enfadada -te tiras la vida trabajando y quieres más-

-Jessica si no trabajo no hay dinero y soy la única que lleva dinero a casa- dije algo apenada

-Encima eso- pegándole un puñetazo a la mesa -el cabrón ese se gasta la pasta a saber en qué, el gilipollas ese también se tira sin pisar la casa días y días y tú te sigues preocupando por él-Agaché la cabeza -es verdad joder, no te respeta nada- alza la voz -le cortaría las pelotas-

-Bueno ya- le acaricio el brazo para que se tranquilice -vamos a trabajar que hay gente-sonriendo

Ella simplemente asiente y se va a una mesa con dos señores mayores para atenderles.

Mi amiga es preciosa y me protege mucho. Tiene a muchos hombres detrás de ella, y aún así ella no quiere a ninguno; dice que son todos unos babosos y que va a esperar a que llegue su príncipe azul. Aunque creo que eso del príncipe azul se le olvida cuando se va de fiesta con alguna amiga.
Ella es de estatura media, el pelo rubio con mechas rosas en las puntas y un cuerpo el cual envidiar. Aunque ella dice que para el cuerpo envidiable el mío, que no me extraña que lo muestre bailando por las noches porque dice que está hecho para enseñarlo. Me rio bastante de todas las tonterías que dice, pero por otro lado me hace sentir mejor y tener algo más de autoestima. ¿Qué porque necesito más autoestima? Porque de verdad desconozco lo que es eso desde hace bastante tiempo.

A parte de porque mi vida es un poco mierda. David no hace más que insultarme y humillarme,
me dice cosas como que estoy gorda, que como se puede fijar alguien en mí si soy horrible, que soy una puta barata y que para lo único que sirvo es para follar y chuparla; bueno y que ni eso hago bien a veces. Son cosas que de tú "supuesto novio" no quieres escuchar.

Me dirigí a una mesa con dos adolescentes que parecían novios y bastante tímidos entre ellos, seguro que no eran novios, seguro que era de las primeras citas que tenían y estaban muy avergonzados. Sonreí al verles y recordar una época en la que yo sonreía por alguien así.

-Hola buenas tardes ¿han decido que van a tomar ya?- poniendo una de mis mejores sonrisas, aunque es lo último que quiero hacer

-Sí a mi me gustaría un batido de fresa y unas tortitas- dijo el chico -¿y tú?- mirando a la chica tiernamente 

-Me gustaría tomar un batido de chocolate con mucha nata y un trozo de tarta- dijo ella sonriente

-¿De que quieres la tarta cielo?- mientras apuntaba todo en mi libreta

-Pues la verdad no sé- dijo tímida y algo nerviosa -de manzana-

-Entendido, en unos minutos se lo traigo todo a ambos- y me fui a darle el pedido a Jin -Jin aquí hay un nuevo pedido- le sonreí

-Vale preciosa ¡marchando!-

Jin es el cocinero de la cafetería; él es bastante joven, creo que tenía 23 años o así y estudiaba en la universidad pública, aunque no recuerdo el que estudiaba exactamente. Él era guapísimo para ser sincera, y yo se que a él le gusta Jessica porque se le nota mucho. Pero aún así le gustaba coquetear con cualquier mujercita, incluso conmigo.
Jin es bastante alto, con el pelo castaño claro y un cuerpo de admirar. Sobre todo su espalda y hombros. Tiene una sonrisa bonita y es muy divertido.

-¡Listo ______!- dándole al timbre que había -que disfruten lo hice con todo mí amor para esos adolescentes tortolos- poniendo una cara muy graciosa

Llevé el pedido a la mesa y los chicos me agradecieron.

Ya pasadas las tres horas, me fui corriendo a casa ya que tenía que cenar y prepararme para volver a trabajar esta noche. Además quería saber si David había llegado, ya estaba bastante preocupada por él. 

Al abrir la puerta, me di cuenta de que se escuchaba la tele y me asusté pensando en que me la podía haber dejado encendida. Pero no; era David sentado en el sofá y con una lata de cerveza en la mano.

La verdad es que daba un poco de asco verle, estaba todo desaliñado y olía a alcohol a kilómetros. Pero aún así, para mí estaba increíble.

-Hola- me asomé por un lado del sofá y le saludé tímidamente

-Ooooh _______- se levantó tambaleándose -¿por qué no estabas aquí cuando llegué? ¿Ya estabas con otro guarra?- di un paso hacia atrás al ver que él se acercaba y podía pegarme 

-No yo estaba haciendo horas extra en la cafetería nada más- asustada

-Esta bien te creeré- señalándome -pero sólo porque estos tres días me follé a dos- riendose de mala manera

Eso me rompió el corazón en mil pedazos. Yo sabía que él se acostaba con otras, pero me duele más cuando me lo dice directamente a la cara. Prefiero hacerme la tonta y hacer que no sé que se tira a cualquiera que se le cruce.

-Ahora ven- yo me asusté un poco -ven coño- alzando la voz

Me acerqué con miedo y él, y rápidamente me cogió del brazo y me tiró al sofá.
Estaba muy asustada; no se que va a hacerme, pero ya me ha hecho de todo. A si que no se que esperarme ya.

-Sabes creo que no te voy a perdonar que te estés acostando con otro u otros hombres- me escupió y se puso encima de mí cogiéndome de las muñecas con fuerza

My Hero -JungKook y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora