Capítulo 10

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Cuando terminé de soltar todo, noté como mi cuerpo se estaba empezando a relajar, y poco a poco dejaba de llorar. Es como si me hubiera quitado un peso de encima; pero la realidad me chocaría de nuevo más tarde.
No escuchaba nada, sólo a alguien respirar fuerte y pesadamente.

-Te hizo ser su...¿puta?- sonó una voz masculina

Entonces caí en que no había mirado quién era por culpa de las lágrimas y pensando que era Jess contesté. Y también me acordé de que ella le dio mi número de teléfono a JungKook.

-Oh...- con el corazón a mil -Jung...JungKook...-

-Dime, exactamente, lo que te ha hecho ese hijo de puta- dijo lentamente y con una voz muy potente

-No JungKook no...- paré de hablar

Le había dicho absolutamente todo y ahora no podía mentirle. Se ha enterado de todo.

-Se va a cagar el hijo de puta ese- dijo gritando

JungKook POV~

No dejaba de pensar en ella. En su olor y en esas piernas tan largas que tiene.

Al llegar a casa decidí darme una ducha de agua fría. No se como podía estar tan excitado, si llevo horas sin verla. Pero es que era sólo pensar en ella y me encendía. Y tengo que quitarme este calentón, así que, una ducha de agua fría era la mejor opción.

Salí del baño y me puse un chándal para poder estar cómodo en casa.

Me fijé donde estaba la ropa que llevaba y me acordé que la amiga de ________ me había dado su número y dirección. Sonreí como un tonto y decidí llamarla de sorpresa. Como ella no tiene mi número, jugaría un poco con ella.

Pero la realidad fue que al llamarla ella contesto diciendo el nombre de su amiga y con sollozos.
No hablé nada, y noté que ella estaba llorando mucho, y que llevaba un buen rato llorando. Se me rompió el corazón escucharla así. Seguí callado y lo único que hice fue escuchar todo lo que decía, a la vez que la escuchaba llorar y llorar.

Estaba cabreado, estaba furioso. Tenía ganas de matar al tal David ese. Ese puto hijo de puta se las va a ver conmigo; no va a salir vivo de ésta.
Tenía los puños cerrados; y cada vez que la escuchaba llorar los cerraba más y con más fuerza. Ya tenía los nudillos blancos de tanto apretar la mano.

Pero para finalizar la escuché auto declararse, como una puta.

¿Cómo se atreve ese a decirla eso? Y lo peor a hacerla sentir eso. Ella no es eso ni mucho menos. Y, ¿se atreve a ponerle las manos encima? ¿Por qué ha llegado ella a ese punto? 
Ese tal David no sabe con quién se ha metido.

Cuando noté que ya había terminado de decir todo. Hablé.

-Te hizo ser su...¿puta?-

-Oh...- escuché decir -Jung...JungKook...-

Porque estaba enfadado; pero lo digo de verdad. Sonaba de puta madre mi nombre en su boca. Reaccioné rápidamente.

-Dime, exactamente, lo que te ha hecho ese hijo de puta- dije enfadado

-No...JungKook no...- pero no siguió hablando

-Se va a cagar el hijo de puta ese- y colgué

Nada más colgar fui a buscar las llaves de mi moto y cogí el papel que ponía la dirección de su casa. Fui a buscarla, fui a salvarla de ese infierno. Nadie se merecía eso; pero ella menos.
Todo el camino lo pasé pensando. Pensando en todas las cosas que la habrá tenido que hacer o la habrá obligado a hacer; en todas las veces que la habrá puesto la mano encima y no para darle una caricia, ni tampoco para darle placer. Si no de este tipo de ponerle las manos en su perfecto cuerpo para tocárselo despiadadamente, para golpearla.

Con cada pensamiento de esos iba acelerando la moto. Corría y corría por la carretera en plena noche para buscar a una chica la cual conozco de un rato en el club, y de ésta mañana en el dinner.
Pero yo sabía que ella no era una chica cualquiera, no era como el resto. Y debía admitir que eso es lo que llamaba mi atención.

Cuando llegué lo primero que hice fue bajarme corriendo de la moto. Ni la coloqué bien; tan sólo la dejé caer. No me importaba nada. Sólo ella.

Llegué y vi que estaban las luces encendidas. Mejor para mí. Pensé en llamar a la puerta, pero iba a ser ridículo, prefiero patearla. Además escuché unos gritos dentro de la casa, así que decidí tirarla por completo de una sola patada.

_________ POV~

Noté que JungKook colgó de golpe. ¿Qué va ha hacer? 

Dejé de pensar y también de llorar, y decidí bajar a cenar algo antes de irme a dormir. Ahora si que debo de parecer una muerta. Ojos hinchados, piel pálida y unas ojeras que casi llegaban al suelo.

Abrí la puerta de la cocina y ahí estaba David.

-Das pena- mirándome con algo de asco

Otra vez tenía ganas de llorar. Pero me controlé. 

Abrí la nevera y saqué la leche. Tenía hambre pero no mucha, así que decidí hacerme un tazón de leche con cereales.

-Oye _______- me llamó -hoy no has estado mal- noté que se levantó -¿ves? ¿ves que si haces lo que te digo no pasa nada?-

-Si...- le contesté como pude

-Ahora siempre serás mi putita particular y harás lo que yo quiera- me giró -¿entendido?-

No le miraba y no tenía pensado contestarle.

-Eh- me llamó -¡QUE ME MIRES Y ME CONTESTES CUANDO TE HABLO ZORRA!- levantando su mano

Dispuesta a recibir su mano grande en mi cara. Pero nunca llegó, porque un fuerte ruido nos asustó y nos llamó la atención.

-¡DONDE ESTÁS MALDITO INFELIZ!- escuchamos a alguien gritar

Esa voz que provenía de afuera de la cocina me resultaba algo conocida.




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My Hero -JungKook y Tú-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora