Despertar

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Fue como una corriente eléctrica que pasaba por todo mi cuerpo y había perdido la conciencia de donde me encontraba, estaba completamente sumido en la oscuridad. Sentía que cada que comenzaba a despertar algo me detenía y evitaba que hiciera un mínimo movimiento. No podía despertar, me mantenía durmiendo todo el tiempo soñando diferentes cosas, soñaba con un infinito claro, esperando poder salir de la pequeña caja de cristal en la que me mantenían prisionero. Pero la corriente eléctrica seguía ahí. Tenía la pequeña esperanza que esos sueños de cinco minutos no se perdieran, a pesar de que tenía ganas de que fuera así, esos sueños eran importantes y la corriente eléctrica debía dejar de sentirse.



Podía escuchar como respiraba, ese era el sonido más alto y quedo que había escuchado en toda mi vida. Apreté mis ojos y arrugue mi frente, trate de abrir mis ojos, pero solo intentarlo me ardían. Sentía una luz blanca que me cegaba aún más al intentarlo y cuando al fin logre levantar mis parpados, me encontré con un enorme techo obscuro y una gran linterna que me lastima a un poco. Ya era la segunda vez que despertaba en un lugar desconocido.

Recordé lo que había sucedido apenas ayer, desearía que solo fuera un sueño, pero estar aquí indicaba que no era así. Sentía una tela sube sobre mi cuerpo. Hice un esfuerzo por levantarme pero todo mi ser temblaba, no me recordaba tan débil.

Estaba sentado en una camilla, una camilla pequeña en una habitación con paredes color gris, el piso parecía de metal y de solo tocarlo con mis pies descalzos, el frio erizo todo mi cuerpo. Baje de la camilla lentamente esperando que mis piernas resistieran y no terminara en el piso, sentía que en cualquier momento eso iba a pasar. Me di cuenta que mi cuerpo estaba desnudo y lo único que me protegía del frio era esa suave y delgada tela blanca de la camilla. La tome abrazándome a ella para evitar el frio, luego observe un par de cables que estaban conectados a mi brazo y no me dejaban moverme muy bien.

Los vi fijamente. Gire mi rostro observando todo a mí alrededor. Tenía miedo y no veía ninguna salida de aquí.

Me arranque los cables del brazo escuchando como esa máquina comenta a alterarse.

Retrocedí de ese insistente tintineo y me acerque a las paredes, me recargue en una de ellas para comenzar a tantear por todo el muro, hasta que vi una puerta de metal brillante, gire la manilla de esta y pude abrirla, me encontré con un pasillo, pero estaba feliz de estar en un lugar diferente. Mis pasos no eran muy largos, trataba de ir lo más rápido que podía pero me dolían las piernas. Seguía abrazado a la frazada mientras sentía como el frio aumentaba más.

No veía ni escuchaba nada, todo era muy extraño, los pasillos estaban vacíos, con algunas sillas y lámparas, pero las ventanas estaban cerradas. Me acerque a una de ella, habían gruesas cortinas impidiéndome ver detrás de ellas. Me moría por observar aunque sea un poco más de luz, pero esas cortinas, parecías piedras o mis dedos eran muy débiles.

Justo cuando había logrado sostenerla para jalarla, escuche unas voces que venían hacia mi dirección. Trate de ocultarme y lo más rápido que pude y me encerré entrando a otra puerta. Era una oficina completamente vacía, la suerte era que esta si tenía ventanas camine por el lugar mirando toda esa luz que me opacaba la vista. Todavía estaba en la ciudad, podía ver toda esa vista panorámica, creo que estaba en uno de los edificios más altos y justo en el centro de la ciudad, parecía ser medio día. La ciudad funcionaba completamente normal. Seguí escuchando el sonido de las voces, me acerque a la puerta y me pegue a ella, las escuchaba, eran alteradas y entonces una alarma comenzó a sonar por todo el lugar. Retrocedí.

Se supone que debían dejarme dormido.

Me acerque al escritorio y me oculte ahí, entrando por esa pequeña parte debajo de la mesa, donde al sentarse tus piernas quedan ahí y no se pueden ver del otro lado. Cerré mis ojos y aguante la respiración en cuanto escuche que abrieron la puerta.

Seres (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora