Reubicado

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Desperté de repente. Lograba ver una pequeña fuente de luz, fuera de eso todo estaba oscuro. Escuchaba el sonido de unas gotas de agua caer. Estaba sentado en el mismo lugar en el que me había ocultado para escapar de lo que había cruzado la barrera. La luz provenía de la gran puerta de metal, parecía de un submarino, pero sin la palanca en el centro. Estaba abollada, el monstruo había logrado moverla un poco y la luz, impactaba justo sobre mí. Trate de moverme pero sentí el peso extra del niño sobre mí. Lo sacudí para que despertara, pero solo hacia muecas y continuaba con los ojos cerrados. Me quede quieto, decidí esperar a que alguien llegara, quien sabe si la bestia se había ido o se había quedado dormida. Cualquier cosa podía ser.

Volví a escuchar pasos, pasos apresurados que se dirigían hacia nosotros. Pero no hice un solo sonido para que supieran que estaba aquí.

-¡Will! ¡¿Estás ahí?!- pero esa voz si la conocía, era Eriel.

-¡Si estoy adentro! ¡La puerta esta abollada y no sé si podamos salir!- grite. Podía notar cuatro pasos así que supuse que había alguien más con él.

-Hey despierta...-le susurre al pequeño y me comenzó a mover hasta llegar cerca de la puerta.

Escuchaba como intentaban forzar la puerta, pero se veía completamente forzada. El guardia que traía aquí todo el tiempo no mentía.

-Will trata de buscar otra manera de salir- ese era Bryan. Agradecí internamente que siguiera vivo. Por un momento llegue a pensar que esa cosa lo había matado cuando regreso por mí.

-De acuerdo-.

Me separe y trate de buscar algo que me ayudara. Pero estaba todo muy oscuro. Recordé que había una ventilación en esta habitación. Estaba seguro de que había una pero no estaba seguro de dónde.

-Ahí- me asuste al escucharlo. El niño parecía señalar a un punto, pero sinceramente no sabía a donde.

-No veo nada- le conteste. El extendió la palma de su mano y comenzó a brillar. Lograba iluminar un poco y pude notar como señalaba al ducto de ventilación. Perfecto. Jale la estantería para moverla hasta el lugar del ducto. El niño se encargaba de iluminar como yo nunca lo haría. Era increíble ver como para él era muy fácil usar su energía.

-¡Erie! ¡Saldremos por el ducto de ventilación!-

-¡De acuerdo!- una vez listo me trepe por los estantes y abrí la reja. Alcance al niño para ayudarle a subir y luego me encargo yo. No estaba muy seguro de adonde nos dirigíamos. Pero una vez pude notar que estaba en un pasillo rompí la parte de abajo con el pie hasta que se rompiera por completo.

Escuche el estruendoso sonido de esa cosa caer de lleno al piso. Debió escucharse por cada rincón del lugar. Me fui deslizando poco a poco hasta que solo me sostenía de mis brazos y me permití dejarme caer. Mi pierna fallo en el aterrizaje y termine lastimándome un poco. El niño me observaba desde arriba. Una vez que pude reincorporarme lo ayude a bajar.

Apena estaba en el piso cuando Eriel y Bryan llegaron corriendo. Sus expresiones eran duras. Detrás de ellos estaba Evan, el no corría.

-Tenemos que irnos- Eriel me sujeto del brazo y me obligo a moverme. Bryan cargo al niño, comenzaron a caminar hasta el pasillo del elevador. Algunas paredes estaban rotas y varias cosas por el piso, las luces apenas brillaban. Se veía todo demasiado tétrico. Al llegar el bloque que evitaba que bajáramos las escaleras ya no estaba.

Me puse nervioso. Llegamos al último piso, donde todos los ventanales estaban rotos. Me hacía recordar un poco, y escuchaba el sonido de los autos, los gritos y murmullos de las personas. Hacía mucho que no lo escuchaba. La fija luz del sol me cegó un poco. Apenas estaba amaneciendo y todo se veía muy claro.

Seres (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora