Ataques

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Comencé a pensar en posibles excusas, algo que me ayudara a no tener que decirle la verdad. No sabía que era lo que me haría si le decía que ya podía usar mi energía. Pero no importaba, cualquier cosa ellos me sacarían la verdad de algún modo.

Había un pensamiento que comenzaba a ignorar por completo, era que al no estar realmente ligados con alguien, no podrían amenazarnos con nada. Antes, debieron usar una manera de convencer a los primeros "seres" para que usaran sus poderes, amenazándolos, con matar a sus familias. Una manera muy útil para controlarnos. Pero aquí, ellos no tienen a nadie. Solo se tienen los unos a los otros. Si pidieran ser libres, si los enlaces no existieran, no habría una sola manera de detenerlos. Muy diferentes a mí. Si ellos le hubieran puesto una pistola en la cabeza mi madre, a pesar de que ella me entrego, hubiera hecho lo que sea para que no la lastimaran.

-¡Dame otra vuelta!- Evan me saco de mis pensamientos. Lo observe con odio y luego regrese al inicio de la pista de obstáculos. La pista era eléctrica y se movía sola, mientras tú sentías que corrías un maratón. Uno tendría que estar realmente concentrado para pasar esta cosa. Con cajas, bloques, botes y demás cosas que aparecen y desaparecen de enfrente de ti todo el tiempo. Pero me enorgullece decir que ya la domino aunque sea un poco. No había tropezado con ninguno. Si podía hacer esto bien, estaría orgulloso de mi mismo. Pero no cabía decir que hay veces en las que universo me odia.

Subí la repisa para esperar el siguiente obstáculo, cuando un letrero se desprendió de la pared y me golpeo en la cara, caí sobre la pista que siguió moviéndose y me hizo caer al piso. Sobaba mi labio sintiendo el sabor de la sangre.

-¡Dame otra vuelta!- volvió a gritar. Me puse de pie y comenzó a correr otra vez. Hasta que me di cuenta de que prácticamente en vez de correr sobre la pista corría sobre los obstáculos.

-¡Es suficiente!- salí de la pista y me plante en el piso.

-Nada de que es suficiente, vas a regresar a esa pista y vas a seguir corriendo hasta que te sangren los pies-.

-¡¿Qué esperas?! Ordénamelo como lo hacen todos los de tu clase- le grite mientras me acercaba a él y él se acercaba hablando al mismo tiempo.

-¿No quieres cooperar mocosos? ¡Pues te enseñare a cooperar!-.

-¡Buen intento entonces!-.

-Si no quieres que te mande al laboratorio con un gran golpe en la cara más te vale que me digas como destruiste la cabina y que regreses a esa pista-.

-No...- yo no tenía a nadie con quien me obligaran a obedecer, y tampoco tenía el una manera de obligarme a que siguiera sus órdenes, podía desobedecerlo sin ningún problema, incluso intentar escapar, solo tenía un pequeño descuid0: era jodidamente débil, aunque era más hábil de lo que era antes y esperaba que esta vez no me fallara -No te diré nada, hasta que tú me digas como fue que esos chicos están en el hospital y porque eran tan agresivos- ya me habían dicho porque ellos creían que yo era un símbolo de rebeldía, lo cual no creía, pero debía admitir que siempre buscaba la manera de desafiarlo a él. Estaba firme, observándolo a los ojos y tragándome las ganas de atacarlo. Mantenía mis manos detrás de mí, sintiendo de nuevo la misma picazón que me había dado después de haber lanzado ese rayo. Iba a empezar a rascarme.

La enojada expresión de sus ojos intentaba matarme. -Sigue tratando de hacer ese tipo de negocios niño, y te arrancare la lengua-.

-Entonces puedes olvidarte de saber cómo lo hice y de paso puedes matarme, a fin de cuentas, yo no soy el que me necesita-.

-Que inteligente mocoso ¿Aunque estas seguro de que serias capaz de dejar que te matara?- no supe que contestar -...perdieron a su controlador-.

-¿Que...?-.

Seres (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora