Capítulo 3

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Reglas y Lecciones.

___POV

Ya que estaba decidida a moldear a Ross a mi gusto, y viendo que el chico respondía a las mil maravillas, decidí que mi plan no tenía porque esperar. Dejé un par de días para llamarle, a sabiendas de que el pobre jamás se atrevería a hacerlo. Así que in viernes, decidí iniciar mi muy cuidada estrategia.

-___, te estás pasando-me decía Alice, algo molesta.

-Alice, hazle un favor al mundo y cierra la bocota-le decía yo mientras marcaba el teléfono que Ross me había dado.

-No es más que un pobre chico-me decía- lo harás picadillo y no creo que se lo merezca.

-Oye, primero: es mi vida, segundo: él no la va a pasar nada mal... incluso, me estará agradeciendo cuando termine con él-dije yo, convencida.

Alice movió la cabeza en desacuerdo. No sé de qué se asombraba si la muy zorra había hecho cosas peores que ésta... ahora venía con ataque de mortalidad.

Marqué el número y al segundo tono ya me había contestado.

-Si-me contestó la suave voz, al otro lado de la línea.

-Ross... soy ___, ¿te acuerdas de mí?- le pregunté, claro que era bastante obvia la respuesta.

-Por supuesto- me dijo rápidamente

-Bien-le dije yo- Me gustaría charlar contigo... mas bien, hacerte una propuesta ¿estás libre esta noche?

-Sí-me dijo sin pensarlo nada- ¿deseas que pase por ti o...?

-No-le dije, ya estaba acostumbrada a tomar la iniciativa. -yo pasaré por ti, dame tu dirección, cariño.

Anoté la dirección que me dio Ross y le dije, para que se fuera preparando:

-Espero que en tu casa no se molesten si vuelves muy tarde.

-No-me dijo nervioso- no te preocupes.

-Excelente- le dije, feliz de que las cosas marcharan a mi gusto- entonces, recuerda... a las 9 y por favor no me hagas esperar, porque lo odio... nos vemos.

Y colgué

-Genial- dije, mordiéndome el labio.

-Eres una perra maldita ¿lo sabías?

-Si, y me encanta-le contesté sacándole la lengua.

-Bueno, ya que no me escucharás ¿que es lo que planeas esta noche? -me dijo interesada.

-Bueno-dije yo, tomando un cepillo para peinarme el cabello- primero, le propondré mi idea... le daré la oportunidad de que diga que no, para que veas que no soy tan mala...

-Conociéndote, no creo que al pobre le quede opción-me dijo Alice- ¿y si acepta?

-Bueno, si me dice que sí... empezaré por cambiarle el look... le compraré ropa y lo llevaré al salón para que hagan algo con ese cabello... y también le daré lentes de contacto... tiene un par de ojos de infarto, no debería ocultarlos detrás de esos feos lentes

Pervirtiendo A RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora