Capítulo 20

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Después de pasar una tarde muy amena con mi nuevo amigo Jellal, lo acompañe hasta la ciudad. Tenía que volver al Gremio, y Jellal tenía que irse, así que nos fuimos juntos.

- Eres raro... - decía mientras caminábamos a las afueras de la ciudad.

- Lo sé, pero ¿en qué sentido te refieres en este caso?

- No sé, tienes un no sé qué agrada. ¿No usas magia de encanto, no?

- Nopeeee, sólo mi esencia natural - dije pasando mi brazo por los hombros de Jellal - y eso ayuda con las chicas.

- ¿Estas seguro que no eres gay?

- Dele que las gallinas mean, no, no soy Gay. Soy hetero. ¿Vale? - le dije con un nuevo TIC, recién nacido en mi ojo.

- Es que encajas en el papel súper bien, o sea, uno te ve y piensa: wow, es Gay, oveja arco iris declarada.

- ¿Eh, por que? - el tic aumentaba.

- No se, tu aura... no sé, como eres ¿quizas?

- Okay, me siento Gay sin serlo...

- Además de que te dejaron vivir con las chicas, y eso no lo hace nadie. Y eso, pero calma, te creo que eres completamente hetero.

- Claro, por eso dudas de mi orientación sexual... - le pegue un golpe en la cabeza - claro, no lo haces.

Una vez llegamos a la ciudad, nos toco despedirnos. Obviamente prometiendo que nos veríamos en una semana cuando él pasará por Magnolia nuevamente. Y así compartiríamos más tiempo, y él dudaría otra vez de mi sexualidad.

Caminaba por la ciudad, rumbo al Gremio cuando paso por en frente de una cafetería llamada: Love & Peace.

Y mi lado cotilla no pudo evitar mirar para adentro, para ver si había algún conocido. Y sí, lo había.

Estaban Gray y Juvia en la cafetería. Sentados en una mesa junto a la ventana del fondo. La curiosidad creció en mí. Así que decidí entrar, no me acercaría a ellos, pero podía cotillar.

Me acomode en una mesa del fondo, no muy lejos de la pareja, para así poder verlos.

- Buenas tardes - me saludo la garzona - Bienvenido a la cafetería Love & Peace, ¿que desea pedir?

- Uh, hola. Sí, quiero un chocolate helado con un pedazo de tarta de fresa.

- ¿Nada más? - anotaba en su pequeña libreta.

- No, nada más, gracias - dije tomando el menú para ocultar mi Face.

- Enseguida le traigo su pedido - se alejó.

A unas mesas más allá se encontraba nuestro asesino de hielo, con la compañía de nuestra amiga Juvia.

Se les notaba nerviosos, en especial a Gray. Sonrojado y evadiendo la mirada de su acompañante. Estaba vestido con una camisa gris, con los primeros botones abiertos, unos vaqueros negros.

Juvia estaba nerviosa, se notaba de tan sólo mirarla a sus ojos. Su movimiento de dedos, rápidos e inestables. Su mirada posada sobre la humanidad de su acompañante.

- ¿Quieres algo más? - pregunto Gray a duras penas. Los nervios se le notaban.

- No, Juvia ya no puede probar ni un bocado más. Muchas Gracias - dice sonriente Juvia, intentando encontrar la fría mirada de Gray, que en esta ocasión expresaba más que simple frialdad.

Un silencio incómodo apareció en el ambiente. Ninguno de los dos sabía que decir, pero sentían la incomodidad. Gray comenzó a analizar el lugar, evitando completamente la mirada de Juvia.

El cupido de Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora