La noche paso rápido, todos estaban cansados. Erza durmió a culo suelto, y las chicas también. Los hombres de pecho peludo y huevos de oro descansaron como el de arriba manda. Aunque suene gracioso, durmieron abrazados.
Raiza limpiaba la cocina, estaba fregando los platos que quedaron de la noche.
- ¿Como les vas a decir a las nenas que llegaron sus machos? - Michelle estaba tomando un café con galletas junto a Sorato. Ambos habían madrugado ese día para conversar sobre temas variados - o sea, es grande la casa pero... no como para esconderlos mucho tiempo - se seco el rastro de café que le quedó sobre el labio superior.
Sorato, que estaba con una camiseta blanca y una camisa azul abierta, estaba desparramado sobre la mesa.
- Lo sé, no había pensado en ocultarlos. O sea, no es difícil ni nada complicado decírselo a ellas - se puso recto en la silla - pero, puede que ellas no lo tomen bien.
- ¿Por qué? - Michelle sonreía mientras se pasaba un mechón de cabello detrás de la oreja - el sueño de toda mujer es que su hombre la venga a rescatar... Ah -dio un largo suspiro- eso desean todas.
- Bueno - Sorato se puso de pie, puso una mano en el bolsillo del pantalón y levantó su taza. La dejo dónde estaba lavando Raiza, le agradeció y se acercó nuevamente a la mesa - ellas no son como todas, son diferentes. Son guerreras, peeeero, ya veremos como reaccionan, ahora les voy a decir. Tu haz lo que te pedí, ¿de acuerdo?
- Bueno, lo haré y a ti te deseo suerte, mucha suerte - grito Michelle, sonriendo, para después morderse un labio, tratando de provocar a Sorato.
Para el chico de Rulos paso sin pena ni gloria, ella no cambiaría. Se resigno y sonrió.
- Gracias - agradeció saliendo por la puerta. Paso a las escaleras en T y las subió hasta dar a la puerta de las chicas. Todas estaban una junto a la otra, así que era sencillo juntarlas a todas.
- Buenos días, querida mía. ¿Como amaneciste? Bien, estupendo, reunión de equipo en la habitación de Erza en 3 minutos, gracias.
Era lo que desea Sorato en cada habitación, abría la puerta, daba el comunicado y la cerraba. Dejo la de Erza para el final, la abrio y vio como dormía la joven Titania.
- Hey, loca de las espadas... Despierta - Sorato se acercó a ella, le acarició la cara y empezó a jugar con su pelo.
- Ñe... - Erza contesto dormida, golpeando el brazo de Sorato. Al sentir a este, abrió los ojos y apretó el brazo con fuerza. - ¿Quien eres y qué...? Sorato, ¿que haces?
- Siempre a la defensiva, querida. Bueno, reunión de último minuto del equipo - mientras hablaba, Erza le soltó el brazo y se levantó de la cama para volver a usar a su atuendo habitual.
- ¿Que pasa? ¿el enemigo ataca? - Erza estaba lista y dispuesta a todo, con su semblante habitual.
Tocaron la puerta, y las demas chicas entraron en la habitación. Todas con cara de sueño, frotándose los ojos o jugando con el pelo. Juvia venía con su cabello desordenado, Lucy con un afro y la misma Levy, sus pelos eran de loca de patio. Mirajane estaba como siempre, era como si no le afectara en lo más mínimo madrugar.
- Ahora os cuento todo, tomen asiento - no se dijo más, las chicas cayeron al suelo sin pensarlo.
Erza se quedó en pie, de brazos cruzados mirando a todos. Sorato hizo igual que Erza, y comenzó a pasear por la habitación.
- Debido a los acontecimientos recientes (información sobre nuestra misión) me tome la atribución de llamar refuerzos. No es que me las de líder, pero...
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El cupido de Fairy Tail
FanfictionSorato Taiki, primo de Hibiki Lates, miembro del Gremio de magos Blue Pegasus. Tiene el prejuicio de su primo, el que se liga a todo ser viviente. Pero él es diferente, o eso parece ser ya que, de vez en cuando se le sale su parentesco con su primo...