El cupido de Fairy Tail

Capítulo 23

- ¿En serio lo vamos a hacer?

- Mira eligió, y ese se hará - contesté a Lucy, acomodandome en el asiento del tren.

- Es que no le avisamos a Sorato-kun que, Mira tiene complejo de elegir misiones un poco (bastante, extremadamente) difíciles - contestó Levy, moviendo los brazos como loca de patio.

- Por mí, no hay problema - dijo Erza, entraba al vagón dónde nos encontrábamos. Estaba dejando su elevado número de maletas.

- Claro, porque tu eres muy buena guerrera, maga, persona, que tiene tremendos oppais y que, además de eso es ¡PRACTICAMENTE INVENCIBLE! - Grito Lucy, poniéndose de pie.

- Ara, ara, calma Lucy - Mira estaba sonriendo más de lo normal. - Todo estará bien, no es tan difícil.

- Claro, como exterminar a un ejército de demonios de la naturaleza fuera lo más fácil del mundo, ¡claaaaro! - Levy se unió a la histeria de Lucy.

Comprendo su preocupación, la misión es difícil, no. Lo siguiente a difícil. El Gremio al enterarse que haríamos esta misión, dejaron de ovacionar y empezaron a darnos el pésame. Si, nuestro gremio nos tiene fe :D

- Todo está bien, queridas mías - dije arreglándome el pelo con la mano izquierda - tenemos a Erza, que fácilmente puede destruir ciudades.

- Y más cosas - Erza subía y bajaba las cejas.

- Tenemos a Mira, que es, literalmente, un demonio - Mira me sonrió.

- Si, un demonio - su sonrisa en vez de calmarme, me asustaba.

- También está Juvia, aunque... ahora está en el baño haciendo sus necesidades básicas (entiéndase orinar, evacuar líquidos) y que su magia es poderosa, además de compatible que la mía.

- Aja, ¡pero ella no a llegado a tu nivel! Ella no puede crear cosas, clones, bestias o ropa como tú! - Levy estaba muy alterada.

- Pero eso no es malo, ella podrá hacerlo con práctica - cargue mi cabeza a un lado - también está Lucy que... que, es buena con las estrellas.

- ¡Hey! - Lucy estaba mirándome de reojo.

- Levy es buena acompañando en combate, supongo. Aún tengo que ver su potencial, pero nos ayudará de igual forma - Levy asintió con la cabeza.

- Ya - Lucy se sento frente a mi. - pero aún así la misión es imposible.

- Nada es imposible, el que la sigue la consigue - al decir eso, levante mi dedo índice. ¿Por que? No se, quería parecer intelectual.

- No me VENGAS con filosofía o palabras bonitas - Levy estaba moviendo su cabeza más de lo normal - eso no ayuda a llevar la idea de que... ¡Moriremos contra un ejército de demonios!

- ¿Tu crees que eso pasara? - comencé a sonreír de manera sospechosa - ¿de verdad?

- Si, espera. ¿Que estas queriendo decir, Sorato? - Levy se acomodo junto a Lucy, ambas me miraban expectantes. Mira sólo nos observaba con una sonrisa. Parecía que ella sospechaba lo que traía entre manos. Erza estaba mirando por la ventana, apoyada contra el marco de la puerta.

- Queridas mías, hay cosas más grandes que los demonios. Cosas más letales que terminar muerto a manos de unos demonios vestidos con flores y vestidos rosa. No.

- ¿Esta claro, no? Cosas más letales, se sabe que hay. ¿A que te refieres? - Lucy estaba poniéndose en modo serio, y Levy comenzaba a analizar lo que decíamos. Se notaba en su mirada que está analizando.

- Un millón de cosas que nos rodean, pero una es la más letal. La más efímera, la más toca cojones de todas. Pero, también no es mala.

- Te da buenos momento, de eso no hay duda - Erza continuó con mi idea.