Vendetta {Justin Bieber + Español} #PGP2016

"Todo va a estar bien si me mantengo a tu lado"

O3.

Su pecho subía y bajaba con lentitud sin dejar de frotar su mejilla. Mantenía su mirada fija en la mía, sus ojos color mieles cobraron un color más oscuro. Tenía la mandíbula marcada a causa de como apretaba sus dientes.

— L-lo siento — Tartamudeé.

Dio un paso hacia adelante para acortar nuestra distancia pero fui más hábil en retroceder, chocando torpemente contra la pared.
Mi cuerpo entero temblaba de manera incontrolada y cerré los ojos implorándole a Dios que esto se tratase de una espantosa pesadilla.

— No existirá próxima vez nena — Murmuró en mi oído.

Su perfume invadió mis fosas nasales y casi ahogo un respiro para no sentirlo. Esto era inadecuado. Mis sentidos me traicionaron dejaron al descubierto cuán poder tenía su voz de poner mis pelos de punta.

— ¿Nerviosa? — Dijo y hasta pude sentirlo sonreír.

— Rezando — Apreté los labios.

El calor de su cuerpo se sintió lejano la mío. Abrí los ojos de repente para encontrarme totalmente sola. Él había huido por esa puerta sin aviso o ruido alguno.
Toqué mi corazón para comprobar que aún seguía en su lugar o había también huido. Me sorprendí de sentirlo palpitar con violencia, esto no había sido más que un incómodo y innecesario momento.

El director abrió la puerta de repente, conteniéndose de reirse. ¿Qué era lo que le causaba gracia?, pensé, hasta que sentí mis mejillas arder.
No, no, era imposible. Definitivamente se trataba de la temperatura porque Justin Bieber no podría haberme hecho sonrojar.

— Pensé que estarías afuera, es la hora del almuerzo — Dijo confuso.

No me había percatado del sonido del timbre tampoco. Corrí un mechón fuera de mi cara y asentí abrieron la puerta para echarme a correr al salón.

Me senté en mi asiento para reflexionar acerca de lo que había ocurrido. Tal vez esto era de lo que hablaban los mesías sobre la tentación del diablo. El mismo pecado de quién mordió la manzana.

Eso no podía ocurrir conmigo.

Lilly cruzó la puerta prácticamente corriendo para tomarme de los brazos y llevarme fuera, arrastrándome hacia el bufet.

— ¿Vas a decirme que ocurre? — Suspiré.

— ¿Has besado a Justin? — Cubrió sus labios.

— ¡No! — Dije rápidamente y casi gritando.

— Pues le ha dicho a todo el mundo que lo besaste y...

— ¿Y qué? — Inquirí.

— Y que lo has hecho por frustración sexual — Apretó sus labios llevando su vista hacia otro lugar.

— ¡No bromees! — Chillé.

— No lo hago. Él cruzó esa puerta, ya sabes, tocando su cabello y diciendo que había sido duro despegarte de sus labios — Me miro fijamente — Si vas a jugar con fuego, él también.

— No me quemaré — Sonreí.

Justin Bieber no podría vencerme en este juego. Quien podría las piezas primero en este tablero, sería yo.

Para la última hora, toda la gente tenía su mirada en mí, esta vez no me miraban como una basura apestosa sino como una chica que había «abusado» del chico más popular del colegio.

Mientras que el causante de todo esto, sólo se limito a ignorarme. La profesora de Química continuó hablando acerca de la configuración electrónica y como debíamos aplicarla en la primera prueba del año.
Comencé a tomar los apuntes con la mirada concentrada en mi cuaderno hasta que sentí necesario volver a mirarlo.

Su cabello castaño llegaba a verse rubio con la luz potente del sol sobre él. La camiseta se le ceñía a aquellos brazos, bien marcados (eso no podría negarlo) y su ancha espalda dejaban una clara vista de las insignias del instituto.

Él giró su cabeza y sus labios formaron una amplia sonrisa. Me había pillado mirándolo. Dios. Volvió la vista a la pizarra y garabateó en su cuaderno.

— ¿Donde puedo encontrarlo solo? — Escribí en mi cuaderno para luego tocarle el brazo a Lilly.

Sus ojos se abrieron sorpresivamente a medida que leía cada palabra incluso noté que lo releyó.

— Estacionamiento, es el primero en salir, debes seguirle — Murmuró.

Solo quedaban diez minutos para que el receso terminase y seríamos libres. Mi lápiz chocaba contra mi cuaderno ferozmente.

— Te va a colapsar el cerebro por esta estúpida campaña — Dijo Lilly mientras guardaba sus cosas. Como siempre, cinco minutos antes.

— Me ha humillado — Lancé el lápiz en la mesa y entrelace mis manos — ¿Quien piensa que es?

— Veamos, Justin Bieber el chico más popular de este instituto y aspira a ser cantante de rock viajando por el mundo. Perdón, olvidé mencionar que su familia es la más adinerada.

— ¿Y que hace aquí? — Fruncí el ceño.

Para cuando Lilly intentó responderme, la profesora había acabado con su clase dándonos segundos contados para guardar nuestros objetos.

— Es ahora o nunca, corre — Lilly me dio un empujón entre la gente atascada en la puerta. — Con permiso, va a vomitar.

La estrategia fue pensada solo por la cabeza extrovertida de Lilly que llega a dar fruto porque me dan un lugar para avanzar detrás de Justin.
Lo sigo con sigilo para que no me notase y echo una mirada detrás de mi hombro para ver a Rebeca a metros de distancia charlando animadamente con sus amigas. Solo esperaba que no se fijase en que seguía a su novio o tendría mas problemas de los esperados.

Entra dentro de su coche y parece irse sin esperar a su novia. Eso sería un punto a favor. Corro rápidamente tropezando en el capó.

Mis manos están abiertas como si estuviese abrazándolo y lo veo abrir la puerta de auto con una sonrisa.

— ¿Que estas haciendo aquí? — Dice confunso.

— Y-yo quería preguntar qué modelo es tu coche — Fruncí el ceño.

Intente incorporarme pero fallé. Mi pie dolía muchisímo.

— ¿Estas bien nena? — Me sostiene de la cintura y lo empujo levemente — Vamos, quería ser amable.

— Lo olvidaste cuando dijiste que te besé — Protesté. Mi pie ardía y lo sentía palpitar. Logré incorporarme apoyándome en su coche.

— Pero lo harás — Me miró los labios.

— No — Dije con firmeza.

— Entonces soñaras con ello esta noche — Me guiño un ojo.

— ¿Que hace está aquí? ¿Acaso diciéndote los horarios de misa? — La voz de Rebeca se oyó a mis espaldas — Justin, ¿podrías llevarme a casa?

— Como decía, mi auto es un Volvo S60 R-Design — Dijo Justin ignorando a su novia. Me despidió con un sorpresivo y extraño beso en la mejilla para luego susurrar — Me debes esta.

Los comentarios nunca vienen mal nenas 💛😍 Hoy se vienen capítulos y también un aviso importante.