Vendetta {Justin Bieber + Español} #PGP2016

"Reinas y muñecas"

36 | Exitos en su comienzo de clases, señoritas.

Estire mis brazos saboreando el tacto de las frías sabanas de seda y sintiendo cada punto débil de mi cuerpo, despertar, pero sin la compañía que creía; Justin no esta a mi lado e incluso ningún ruido se sentía en la casa. Me incorporé tomando su camiseta que yacía en el suelo y me dirigí al baño atendiendo mis necesidades.
No había sido un trato justo, pensé mientras frotaba mi trasero. Las yemas de mis dedos me quemaban y aún podía notar la marca de su mano marcada en él pero sorprendemente, me sentía radiante. Llena de vida. ¿Cual había sido el propósito de soportar dicha tortura?. Oh si, que me contase sus secretos pero ninguno de ellos me fue revelado porque caí profundamente dormida. Como lo planeo.

Baje las escaleras topándome con Justin con una pequeña libreta entre sus piernas y su mirada posada en ella con suma concentración. Tenía el ceño fruncido y sus dedos deslizaban el lápiz lo demasiado rápido para notar que se trataba de... ¿una canción? ¿o era un dibujo?. Era difícil descifrarlo ante su repentino cambio. Podía creer que solo garabateaba sin fin alguno.

— Así que una canción es lo que te tiene ocupado... — Dije en voz alta, tomándolo por sorpresa. Me miró, sonriente.

— La bella durmiente ha vuelto... — Estiro sus brazos para fuese allí.

Me acerqué perezosamente para sentarme junto a su lado, noté como observaba mi expresión al hacerlo y me contuve de no apretar mis labios. Realmente me dolía. La pequeña libreta ahora descansaba en una pequeña mesa y la palma de mi mano picaba por descubrir que tenía dentro.

— Si te ha dolido, dímelo — Me pide en tono engañosamente dulce.

— Un poco...

En la mesa también descansaba una botella, que tomo en sus manos y la alzo frente a mi rostro.

— Para el dolor, mi vida — Beso mi sien — Apoya tus ante brazos sobre el sofá y dame una buena vista de ese precioso trasero.

Mis rodillas se hundieron sobre el sofá mientras lo sentí moverse detrás de mi. El sonido de la botella abriendo y vertiéndola en sus manos para luego meterlas bajo su camiseta.

— Se me hace familiar esta prenda — Murmuró mientras me acariciaba lentamente.

Agradecí que no podía notar el rubor en mis mejillas. En un momento, sus manos se alejaron y acaricio mi muslo para hacerme saber que ya había acabado. Mi trasero ahora se lo agradecía.

— Me gustó darte unos azotes.

Me miro las manos. ¿Debía decir "a mi también me gustó"?. No sabía que era lo correcto al tratarse de él. Si existirían o creíamos nuestros propios limites o simplemente se basará en notar mi trasero rojo como un tomate.

— Es bueno eso — Balbuceé.

Levanta su mano para acariciar mi mejilla.

— No te ha gustado, preciosa. Lo notó en tus ojos. ¿Es eso?

Negué con la cabeza, alzando la mirada. Noto una sombría en sus ojos.

— No, es solo que... se sintió extraño. Pero si, a ti te gusta.

— Y pronto te encantará a ti también — Me sonríe tiernamente.

Mi corazón podría explotar como un volcán.

— Lograste lo planeado, no obtuve mi parte — Desvíe el tema, haciendo un mohón.

— ¿Sexo? — Alzó una ceja, riendo. — Te lo dije, me excita. Creo que eso es todo.

— No es gracioso —  Y cruce los brazos por debajo de mis pechos alzándolos a su vista, mientras lo observo. — Comienza, por favor.