"Desnuda soy mejor"

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32.

Estire mis brazos hacia arriba dando un bostezo. Parpadee, notando estar en una habitación desconocida. Fruncí el ceño notando las sabanas rojas cubrir la mitad de mi pecho izquierdo. Santos cielos, estaba desnuda. La tome para que llegase hasta mi cuello. Me incorpore, soltando un gemido y de pronto recordé una botella de vino en mi mano y lo demás como una imagen borrosa en mi mente.

Una liviana manta color negra calentaba mis piernas. Una cortina oscura y transparente dejaba traspasar levemente los rayos del sol.

Gire la cabeza lentamente y cubrí mi boca para ahogar un gemido al notar a Justin Bieber durmiendo plácidamente. Me detengo unos minutos a admirarlo, sus labios gruesos y perfilados, están ligeramente abiertos dejando ir un leve ronquido mientras tiene el cabello alborotado y brillante. Siento el deseo de alargar mi mano y tocarlo pero me contengo, parecía tan... inocente de este modo. Como si tan solo nuestras vidas se volviesen normales por un instante.

Echo a un lado las sabanas y salgo de la cama, desnuda. Veo su camisa blanca en el suelo y me la pongo, dirigiéndome hacia el baño. Encuentro un cepillo particular de color rosa pastel decorado con unos pequeños diamantes parecía ser el de una niña pequeña, a su lado una pasta dental llamada CUPCAKE y una pequeña tarjeta "Buenos días nena". Suelto una risita y rodeo los ojos. Lo tomó para cepillarme mis dientes.

Me estremezco de solo verme, lucía diferente, aun más con su camisa. Mi cabello era un desastre, mojo mis dedos para que parezca al menos algo mejor pero no lo consigo y salgo de allí, sin hacer ruido, para atravesar el pasillo que llevaba hacia la gran cocina.

Él continuaba durmiendo con su brazo extendido en mi lugar. Quizás estaba buscando a quien dormía con él todas las noches, no a mí. Bufé.

Muero de hambre. Y podría recompensarlo por dejarme pasar la noche aquí.

Comienzo buscando un cuenco, que encuentro rápidamente y parto unos huevos. Los batos hasta seguir con mi típica pero famosa receta de unas tortillas. Contaba con unas frutas, que corto en pequeños trozos siendo acompañadas de un jugo de naranja. Un café para él y un té para mi.

Miro el reloj colgado en la pared. El bello durmiente aún seguía arriba.

El timbre suena provocando que saltase sobre el lugar. Mi madre me había encontrado.

Tan solo contaba con dos opciones; o ir a avisarle a Justin o enfrentar las consecuencias como una mujer adulta. Contengo el aliento debatiendo por cual tomar. Avanzo hacia la puerta y la abro encontrándome a un hombre alto e impresionantemente atractivo; Marco Genovesse. Vestía unos vaqueros desgastados oscuros y una camisa ajustada color azul marino, resaltando su interesa mirada.

Me quedo en silencio en el marco de la puerta, sorprendida por su presencia aquí. Las palabras no lograban salir de mi boca, estaba perpleja.

— ¿Vas a dejarme pasar? — Pregunta con una expresión divertida.

Asiento, abriendo la puerta por completa y lo hago pasar. Notó como se mueve hacia la sala de estar, vagando su mirada de un lugar a otro hasta posarla en mí. Estudiándome con aquellos ojos azules, quizás con animo de descifrar que estaba haciendo aquí. Yo tampoco lo sé.

— Presiento haberte visto en otro lugar — Murmura, embozando una media sonrisa.

Abro mis ojos de golpe y niego con la cabeza.

— Justin esta...

— Aquí estoy — Dice a mis espaldas. Vestía tan solo unos calzoncillos negros ajustados que marcaban demasiado al «monstruo». Aparté mi mirada de allí. Al parecer no tenía conocimiento del pudor, no parecía sentirse incomodo exponiéndose así frente a su amigo. — ¿Desayunaste?

Ladea la cabeza hacia su amigo. Por supuesto, solo estaba siendo un estorbo. Debía de tomar mi ropa e huir de aquí. De pronto, me sentí avergonzada por mi idea de sorprenderlo con un desayuno.

— ¿Qué me ofreces? — Marco se relamió los labios, mirándome. Di un paso al costado horrorizada.

Me sujeta la barbilla y me levanta la cabeza para que lo mire. Trague con dificultad al sentir su brazo rodear por completo mi cintura. Se inclino sobre mi rostro y me dio un fugaz beso y antes de que pudiese entender el motivo, él habló.

— Buenos días, preciosa. — Desvió la mirada de mi hacia su amigo. Una mirada intensa y desafiante — Creo que mi mujer desea ponerse cómoda — Rozo el pulgar por debajo de su camisa notando que no llevaba bragas. Mis mejillas enrojecieron — Acompáñame a la cocina, Marco.

Corro hacía su habitación, nuevamente. Permanezco sentada en la cama, lo demasiado impaciente para morder mis uñas. La tensión que provocaba Marco en esta casa, acabaría por sacarme algunas arrugas. Había sido el objeto principal en el plan con Lilly. Creyó haberme besado e incluso pasar a «mayores», eso estaba justificando la actitud de Justin hace unos instantes. Comportarse como un auténtico ganador luego de una batalla y hasta se podría igualar a un animal orinando para marcar territorio. Me estremecí.

— ¡Nena! — Se oyó un grito proveniente desde el final del pasillo — Vamos a desayunar.

Bufé. No me apetecía salir de aquí, de cierto modo, lo consideraba como una buena escapatoria. Llevé mis piernas hacia mi pecho y me abrace a ellas, descansando mi mejilla sobre mis rodillas. Esperaría el tiempo suficiente o al menos el razonable para luego huir de aquí.

De repente unos pasos se sintieron próximos y la puerta se abrió.

— ¿Qué ocurre, princesa? — Me dice.

Alzo la cabeza para mirarlo fijamente.

— Me da vergüenza Marco — Embozo una media sonrisa.

Se echa hacia atrás y vuelve a mirarme — ¿Por qué te ha besado? ¿Acaso no lo has superado? ¿Lo quieres de nuevo?

— Justin... — Protesté — No, no lo quiero porque jamás lo tuve — Agregué al notar su expresión — Y tampoco me apetece.

— Bien porque no me gusta compartir.

Se acerca sigilosamente hacia mí, levanta una mano y desliza los dedos por mi mejilla.

— Puedo traerte el desayuno aquí — Murmura.

Asiento. Todo mi cuerpo se altera y mis sentidos dejan de funcionar correctamente. Él y su efecto en mí.

— ¿No puedes simplemente echar a Marco? — Mi tono de voz es persistente pero divertido. Hago un mohín.

— Negocios, preciosa. Volveré — Me besa en la mejilla y se escabulle de la habitación.

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Perdón por no subir, estuve descanso un poquito💖
Las extrañe 😻

Vendetta {Justin Bieber + Español} #PGP2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora