Siempre tuyo, siempre mía. Capitulo 25.

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Luego del asombro que había vivido días atrás con respecto al divorcio-no divorcio, las inquietudes en la vida de Victoria cambiaban y se volvían bastante atareadas. Los días eran totalmente agotadores y parecían no tener fin. A veces casi no tenía fin de semana para dedicarse a su vida personal, sino tenía que estar atrás del trabajo porque su trabajo se estaba poniendo bastante tenso.

Entre junio y julio, las cosas aún seguían bastante inciertas para La Malquerida. Su protagonismo, su pareja protagónica, el rating, las grabaciones, las escenas, los guiones, todo en esa telenovela era una duda. A veces hasta se arrepentía un poco porque no pensaba que iba a traer tantos problemas encima, más allá de que la historia le fascinaba, hasta ella misma sentía que aún faltaba algo y tenía fe de que aun pudiera recomponerse por eso trabajaba arduamente en sus escenas para que por lo menos ella se sintiera plena con su trabajo.

Mientras que su vida personal se encontraba en un "stand-by" debido a la falta de tiempo, César estaba desesperado porque tal "stand-by" desapareciera, es que claro aún las escenas fuertes para él no llegaban, tenía pocas por el momento y el tiempo de sobra que le quedaba quería aprovecharlo con su gran amor.

De la última vez que se vieron, habían pasado unos días. En el cumpleaños de su hijo del corazón, Mauricio. Llegaron, compartieron, les dieron sus regalos, comieron un poco pero luego de escaparon para estar los dos juntos. Es que el ambiente era demasiado juvenil, o así se sentían ellos. O en realidad ya querían estar solos para compartir como querían. Mauricio no se ofendió para nada porque entendía a sus papás y los apoyaba de total manera. Mientras salían a escondidas en la camioneta de César, Victoria había ido en el carro de José Eduardo adrede porque sabía que luego se iría con César.

-¿Tú hijo sabe que estás conmigo?
-¿Quién Mauricio o José Eduardo?
-se ríe-Ambos... aunque si me despedí de Mauricio, pero no le dije que me iba contigo.
-Yo sí, le dije que nos íbamos... demasiados chavos en esa fiesta. Me sentí vieja.
-se ríe-Estás vieja...
-Tu peor... César no me gusta así la barba. –lo mira y le hace puchero-
-No es mi favorita, pero que quieres... no puedo hacer nada. Paco es así.
-¿A dónde iremos?
-No sé, donde tú quieras. ¿Mañana grabas?
-Sí, solo por la mañana.
-Victoriaaaa... me habías dicho que no, que tenías tiempo.
-Es que pensaba que sí, pero mañana tengo locación en la mañana, me salió a último momento.
-¿Locación y solo por la mañana? No te creo estarás todo el día.
-Tengo pocas escenas, por eso es a la mañana solamente. Luego tengo todo el día, podemos arreglarnos para vernos en la noche...
-¿En la noche?
-Prometí ir al zoológico con mis pollitos, ya casi ni los veo a ellos. –lo mira y encoje sus hombros-
-¿Puedo ir con ustedes?
-encaja sus ojos para mirarlo bien-¿Qué sucede contigo que estas tras de mí?
-seguía la vista fija en la carretera-Nada, solo quiero estar contigo. ¿Puede o no puede ser?
-Si puede ser, pero te pasa algo. Te conozco, cuéntame.
-Me estás evitando.
-¿¡Qué!? –sorprendida-
-Sí, la última vez que nos vimos fue cuando me dijiste que estabas divorciada. ¿Cuánto tiempo paso de eso?
-Pues... no lo recuerdo, si sé que fue hace varias semanas. Pero no seas mentiroso, si nos hemos visto en el foro.
-Esas veces no cuentan, quiero estar solo contigo.
-¿Y estar conmigo en los camerinos solos, no cuenta?
-suspira enojado-Sabes a lo que me refiero, quiero salir contigo y no quieres, no puedes... estás trabajando, estás con tus hijos, estás... siempre estás pero no conmigo.
-Me sorprende que me hagas estos planteos eh... ¿acaso no recuerdas todo lo que te dije esa noche?

Flashback.

Aunque lo que había visto hace un momento la había dejado bastante sorprendida, decidió no asustarse porque por lo menos se había enterado del fin verdadero de los papeles del divorcio. Omar la había engañado, una vez más. Había confiado en que él los entregaría, se sentía estúpida por creer que realmente lo haría. Pero decidió tomar las cartas en el asunto, y tomó la carpeta para esconderla en su cuarto, dentro de su closet, Omar no se imaginaría que estarían ahí. Y realmente dudaba si decírselo o no, no quería arriesgar a que nada más saliera mal, así que mejor hacías las cosas en silencio y luego le sentenciaría ella misma que por fin estaban divorciados.

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