Victoria correspondía gustosa ese beso, estaba emocionada y exaltada por tantas buenas vibras y por el momento que estaba pasando. Presentar una nueva telenovela siempre le traía una ansiedad que la ponía a mil.
Omar era el hombre de traje azul que César había visto acercarse en un papel demasiado amoroso hacia Victoria, tanto que ni siquiera le quedó dudas de que toda esa fantasía que se había creado con respecto a que se habían separado, se derrumbó como un castillo de arena.
Gabriela giró para buscar el rostro de César, y notó como estaba viendo atentamente esa escena horrible que no se esperaba. Se sintió mal por él, César no se merecía verlos así, era un golpe duro para cualquier tipo de amante. Pensó un momento en acercarse para su lado, o para el lado de Victoria pero sabía que era demasiado meterse, quizás si el momento no hubiera sido tan público hubiera hecho algo al respecto pero no podía hacer nada porque los pondría en evidencia.
Cuando vio que Victoria se acercaba para el lugar donde estaba la familia, de la mano con Omar, intentó avisarle pero rápidamente la llamaron para seguir sacándole fotos y giró la vista dándose al encuentro de que César se alejaba rápidamente de ese ambiente.
Victoria con todo el rush corrido por el intenso beso que Omar le había dado, se acercó a su hermana para retocarse la pintura, ella tenía sus cosas.
-Oye, no sé si decirte ahora pero...
-se pintaba los labios mirando un espejito pequeño-¿Qué?
-No, mejor luego...
-¿Qué Gabriela ya me intrigaste, paso algo?
-Mamá, ven sácate una foto conmigo. –decía José Eduardo-
-Claro mi vida, perame que termino con esto. –se limpiaba los restos- Luego tu y yo hablaremos...
Gaby le sonríe a su hermana, no quería ponerle una preocupación. Era un momento para disfrutar, quizás con César y no con Omar pero ella no podía meterse en esas decisiones. Al rato...
-¿Gaby que pasó que tienes esa cara? –le preguntaba Doña Lupita-
-Nada mamá, algo que vi. –estaban sentadas solas mientras todos buscaban algo para tomar o hablaban con otras personas-
-¿Qué viste?
-la mira dudando y suspira- a César.
-Ooohhh, ¿está aquí? ¿vio a Vicki?
-No, no llego a verlo porque justo Omar decidió plantarle el besazo...
-Ooohhh de nuevo, -se ríe- pero... me parece infantil que no se acerque a saludar aunque Omar este.
-Mamá, César y Omar no pueden ni siquiera respirar el mismo aire. No sé si Victoria te habrá comentado pero tuvieron sus encontronazos, Omar no se ha portado muy bien y César no lo quiere ni tantito obviamente.
-Aaayyy mi pobre hija... ¿quizá un amor sano podrá tener alguna vez en su vida?
-César tiene madera de ser de los sanos mamá, estoy segura... la que no está sana es ella.
-No creo, en esa relación no hay partes sanas por completo. Yo sé de ellos hace mucho aunque Victoria me lo confesó hace muy poco, por fin pudo abrirse conmigo...
-Wow, y qué le dijiste. No sabía...
-Le dije que yo estaría con ella, en las circunstancias que fueran porque es mi hija y porque así debe ser. Solo que le advertí que no soportaría verla sufrir como aquella vez...
-hace una mueca de tristeza-Entiendo.
-Pero por cómo me describe Victoria el amor que le tiene a César, presiento que se ha creado un reino utópico a través de su amor imposible... César.
La presentación había terminado en la madrugada, entre el brindis, notas, buenos deseos, más notas y más fotos. Decidió dejarse el traje reina hasta su casa, no veía el momento de volver a su cama y dormir. En el camino hacia el coche, Gaby la llevó un momento para el rincón.
-Ven Victoria, te quiero preguntar algo... -la tomaba del brazo y la alejaba un poco de la caminata familiar-
-¡Secretos no tía! –le decía Vickita-
-Es una sorpresa para ustedes, así que van a ver como si les gusta mis secretos...
-¡Siiiii, aaahh entonces estás perdonada!
-se reían mientras se alejaban-¿Qué paso? Ya hace rato me dejaste con la intriga...
-...César, César estuvo en la presentación.
