Mi Mayor Pecado: Tú [Death Note (LightxL) Yaoi]

Capítulo 10

Dedicada a YaoiBlood

[Narra Kira]

Hice bien en irme de allí, ahora que Ryuzaki es más vulnerable puedo aprovecharme de él. Está locamente enamorado de mí, bueno, de Light Yagami. Al final este joven me será útil.

También el tema de Amano... tengo que evitar que me descubra, o me quedará un vacío en el pecho al saber que no he podido con L. Pero lo de su suicidio me vendría de perlas... Prepárate, Ryuzaki, lo bueno está por llegar.

¿Qué?

"Eres el asesino más miserable en la historia japonesa... y mundial".

"El asesino más miserable"... Me gusta como suena.

"¡Aléjate de mí! ¡No quiero seguir con esto! ¡Renuncio!"

No... ¡No! ¡No es posible! ¿Cómo...? ¡No estará...! Maldito Light Yagami... ¡No pienso dejar que me controles! ¡No dejaré que renuncies a ser yo! ¡No pienso perder contra L!

Debo hacer algo... Maldito enamorado de los cojones...

[Narra L]

Han pasado dos semanas desde que no he vuelto a hablar con Light, y me preocupa. Echo de menos sus caricias, sus sonrisas, sus besos... Lo echo de menos. Necesito hablar con él, necesito verle.

No viene al cuartel, ni a la universidad, y casi nunca está en su casa... ¿Habré hecho algo mal? Lo peor es que no puedo hablar con él para saberlo. ¿Será porque ha descubierto lo de Amano? ¿Será por lo que dije sobre mí mismo? ¿Será porque... porque es Kira? No, ¿qué estoy diciendo? ¡Light no es Kira!

Me levanté de mi silla y salí del salón en el que nos reuníamos sin decir ni una palabra. Mirando al suelo, me fui a mi habitación con pasos lentos. No quería hacer nada, no tenía ganas de hacer nada. Sólo quería despejarme un poco.

Llegué a mi habitación y cerré la puerta sin mirar atrás. Me apoyé en la puerta y me dejé caer hasta que quedé sentado en el suelo.

Cerré mis ojos mientras hundía mi rostro entre mis manos. Light... ¿dónde estás? ¿Qué ha sido de ti?

Sentí una mano en mi hombro y levanté la cabeza asustado por quién había entrado en mi cuarto. Vi a un joven, mejor dicho a el joven, de ojos y cabellos marrones al que le había entregado mi corazón.

Light no me dejó hablar, me besó con pasión en los labios antes de que pudiera hablar. Yo no cerré los ojos ni me moví, pero le seguí el beso.

Sentí falta de oxígeno, por lo que me separé de él. Le miré a los ojos mientras me encerraba entre sus brazos y la puerta.

-Light, ¿qué coño te ha pasado?

-Perdóname, Ryuzaki. He sido un idiota.

Me besó de nuevo, suavemente mientras acariciaba mi mejilla. Yo rodeé su cuello con mis brazos y lo acerqué más a mí. Cerré los ojos y me dejé llevar.

Esto era lo que había estado deseando desde hace dos semanas... él mismo. No quiero meterme en su vida, pero me gustaría saber qué le había pasado estos últimos catorce días. ¿Qué le había pasado? ¿Dónde había ido? ¿Habrá estado con alguien...?

Tal como esa pregunta pasó por mi mente, abrí mis ojos y me separé de él. Su respiración chocó con la mía y sus ojos buscaban los míos.

-Ryuzaki, ¿estás bien?

-Sí, ahora que estás a mi lado -sonreí.

Él me devolvió la sonrisa.

-¿Dónde has estado? -pregunté.