-¿Feliz con tu nueva casa?- pregunta Finnick desde la azotea de la suya
-Me gusta, pero tengo un vecino muy molesto.
Finnick vive en la casa que está a espaldas de la mía. Si subimos a la azotea podemos hablar e incluso pasarnos a la casa del otro con solo saltar el muro.
-Sí, mi vecina se mete a mi casa a robarse la comida- se sienta en el muro que separa nuestras casas.
Han pasado exactamente dos semanas desde que gané los Juegos. Ayer me he mudado a la nueva casa en la Aldea de los Vencedores. Hay espacio de sobra para Susan, mis padres y para mí. Tengo más dinero del que necesito, pero mis padres no quieren dejar de trabajar a pesar de eso. Siguen siendo pescadores.
-Tengo una idea- digo
-¿Tú? Esto sí que es nuevo- dice en tono burlón.
-Ja, ja- hago una mueca- Vamos a comprarle una corona a Susan.
-¿Una corona?
-Sí, siempre me dijo lo mucho que quería una y no quiero que use la de vencedora. Me dan pesadillas con esa imagen.
-Está bien, vamos a comprarle la corona a Susan.
Finnick salta a mi casa y bajamos por las escaleras. Probablemente eso sea lo único que hacemos como gente normal.
La joyería del distrito se encuentra junto a la plaza. Es a la que Susan me pedía entrar una vez a la semana.
-Aquí fue dónde te hablé por primera vez- me dice Finnick.
-De hecho, le hablaste a Susan. A mí solo me dijiste un par de palabras.
-Eso era porque me ponías nervioso
-¿Desde cuando Finnick Odair se pone nervioso con una chica?
-No te hagas- ríe.
-No te pusiste nervioso cuando me hablaste el día que salí elegida para los Juegos.
-Me armé de valor. Tenía planeada una frase para que no me creas un conquistador, pero me acobardé y terminé sonando como un idiota.
-No es verdad- niego, aunque sea mentira.
-Te dije que me gustaba que no hablases para poder hablar de mí. Eso fue terrible.
-Eso fue... Sí, eso fue terrible. Pero a pesar de eso, lograste hacer que me enamore de ti.
-Y eso hizo que me gustes más
Compramos una corona hermosa que Susan se pasaba la vida dibujando en la parte trasera de sus cuadernos del colegio. Caminamos hasta mi casa para dársela. Según mía cálculos, debería regresar de la escuela en cinco minutos.
-¡Finnick!- salta Susan a sus brazos cuando llega.
-Susan- Él la abraza.
-¡Hey! Yo soy tu hermana- me quejo.
-¡Aw!- dice Finnick- Hay amor para las dos- nos abraza a ambas
-Lo que digas Odair- ruedo los ojos- Te trajimos algo, Susan
-¿Qué cosa?
-Ábrelo- le extiendo la bolsa.
Susan saca el papel al rededor de la corona y sus ojos se abren como platos. Finnick me sonríe y me besa la mejilla.
-¡No lo hicieron!- grita de emoción y comienza a saltar en su sitio.
Salta a mí y prácticamente la tengo que agarrar en el aire. No seré muy fuerte, pero Susan es más delgada de que yo, así que no es muy difícil cargarla.

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Annie Cresta: Vida después de Vencedora
FanfictionMi nombre es Annie Cresta. Soy vencedora de los Septuagésimos Juegos del Hambre. Estoy viva, estoy a salvo. Finnick está a salvo y me va a cuidar y yo lo voy a cuidar a él. Los doctores me quieren volver loca en el Capitolio, estoy segura. Tengo q...