Cómo conocí a One Direction

18. ¿De vuelta a mi país?

Llegamos a la casa y todos estaban en el mismo lugar que cuando nos fuimos, parecían estatuas.

- Llegamos. - Informo dejando las llaves en la mesa de la cocina.

Ahora la que parecía una estatua era yo. Mi papá y mi mamá aparecieron en la sala.

- P - papá. ¿Qué haces aquí? - Pregunto asombrada ante su presencia.

- Vine a llevarte de vuela a Venezuela. - Contesta mi papá firmemente.

- ¡¿Que?! ¡¿Porque?! - Exclamo mirando a mi mamá tratando que de detenga a mi papá.

- Olive, ya han habido suficientes problemas, no soportaré otro mas, ¡Mira! ¡Tu propio novio te engañó! - Señala a Louis lo cual hace que el alce las cejas.

- ¡Papá! Louis no me engañó - Me coloco al lado de Louis.

- ¡Explícame Olive! ¡Explícame por que tiene un hijo! - Gritó más fuerte.

La sala permaneció en silencio, no sabia que responder.

- Señor - Comenzó a hablar Louis - En ese momento, Olive y yo aun no nos conocíamos.

- No tiene nada que ver. - Frunce el ceño mi papá.

- SI tiene que ver, lo de Briana y yo solo fue cosa de una noche, Olive no está metida en ese problema, ahí ella y yo no éramos nada, yo tuve todo el derecho de hacerlo y tengo el derecho de permanecer con Olive - Aclara Louis a mi padre lo cual hace que rete permanezca en silencio y mi mamá explote.

- ¡Mark ya basta! ¡Esta decisión es solo de Olive! Ella Está ya demasiado grande para decidir lo que tiene que hacer. - Me defiende mi mamá y sigo con el ceño fruncido.

- Mamá tiene razón, Olive es la que tiene que decidir y no tú papá. - Ésta vez lo hace Ale.

Mi papá se quedó sin palabras al ver que nadie le estaba dando la razón, por un lado si fuera mi papá estuviera un poco molesta, pero el no puede reaccionar de esa forma contra mi.

- Papá por favor... - Intenté rogar.

- Olive... Solo, quiero que no hagas estupideces, quiero que sigas siendo mi bebé, no quiero que crezcas tanto, mírate, ya tienes tu novio y casi tu propia casa, tienes 19 años.

Podía sentir como mis ojos estaban llenos de lágrimas y estas salían de mis ojos sin parar, palabras como aquellas no salían de cualquier boca, mi papá siempre quizo que me quedara pequeña y se molestaba cuando le decía que me gustaba un chico, ya que a cualquier edad era muy pequeña para eso.

- Papi - Dije ladeando una sonrisa - te amo mucho, pero ya tengo que empezar a construir mi vida.

- Es que aún no lo proceso. - Niega con la cabeza.

- Tranquilo, ten por seguro que siempre seré tu bebé. - Le aliento.

- Awww - Sentí escuchar a todos los presentes.

- ¿Ya se reconciliaron? - Pregunta mi mamá con una sonrisa en la cara.

- Cómo puedes ver, sí. - Río.

Estaba en los brazos de mi papá, no me quería soltar, sentía algunas de esas lágrimas traicioneras que caían en mi. Pero lo bueno es que ya el confiaba plenamente en mi, y espero que lo siga haciendo, significa mucho para mi que la gente sepa confiar.
Mis padres me dijeron que no se quedarían mucho tiempo, solo estarían lo suficiente para poder estar un poco con Ale y conmigo.
Disfrutar en familia.