Grayson.
Habían pasado cuatro días desde la pelea a la que Matt lo había acompañado. Fue miércoles cuando se dio cuenta que Sarah no era el ángel perfecto que todos pensaban que era.
Y lo supo gracias a Ayleen.
Él estaba en su casillero buscando por su ensayo de Literatura cuando escuchó la animada voz de Ayleen en el pasillo.
— ¡Hola! Tu eres Sarah, ¿Verdad? —Preguntó ella, Grayson se giró de manera discreta, observando el montón de hojas, como si tuviesen un jodido significado y no fueran un grupo de garabatos que hizo cuando estaba aburrido en la clase de historia.
—Um... sí —Contestó ella, Grayson levantó la vista y la encontró casi frente a él, apretando los libros en sus brazos y observando a Ayleen con desdén.
—Hola, yo soy Ayleen Stump, mucho gusto —Dijo ella con una encantadora sonrisa, Grayson debía admitir. Detrás de ella se encontraba la chica trans cuyo nombre no conocía y otra chica pelirroja de rostro dulce y adorable.
—Sí, hola —Respondió con tono cortante, observando a las otras dos chicas paradas a cada uno de sus lados.
—Oímos que eres nueva, ¿es eso cierto?
—Creo que eso obvio —Replicó, utilizando un tono sabihondo que irritó a Grayson, incluso aunque no era él quien hablaba con ella. Ayleen parpadeó varias veces e intentó volver a esbozar su enorme sonrisa, esta vez un poco más pequeña y difuminada.
—Sí, creo que sí —Respondió, soltando una falsa risita—. Como sea, también sé que eres amiga de mi amigo, Matt.
—Sí, nos hemos vuelto cercanos —Dijo, con un tono que se escuchaba un poco defensivo.
—Escuché sobre eso, sí. He querido conocerte durante toda la semana, pero tú sabes, con las actividades del homecoming a menos de un mes de distancia, las cosas se ponen locas, ¿no?
—Supongo.
—Hum, si bueno. Solo quería presentarme, y ver la oportunidad de conocernos mejor, ¿eh? Matt y yo somos muy cercanos y sus amigos son mis amigos así que quería invitarte a alguno de los equipos de la escuela, ahora mismo hay un espacio en el equipo de porristas disponible, o podrías ayudar con los preparativos para el homecoming, unas manos amigas no nos vendrían mal en este momento, tú sabes. O quizá podríamos vernos en la tarde para salir por ahí, no lo sé —Se encogió de hombros.
Ayleen tenía carisma, era una chica agradable y al parecer emanaba algo que hacía que todo mundo la amara al instante, podía decirlo porque Ashton no dejaba de hablar de ella durante todo el jodido día, tanto que llegaba a ser extenuante.
Demonios, si Ayleen le hubiera dicho eso a Grayson él habría aceptado y se habría unido al equipo de porristas, solo porque ella era bastante agradable y dulce como para decirle que no, pero al parecer la Perfecta Sarah no pensaba lo mismo ya que soltó una carcajada burlesca que hizo que las tres chicas dejaran de sonreír al instante.
— ¿Te refieres a agitar pompones estúpidamente con un montón de gente hueca y superficial? Creo que paso, muchas gracias.
— ¿Disculpa? —Dijo Ayleen, levantando ambas cejas.
—Sí, creo que te equivocaste de chica. Lo último que quiero hacer es pasar tiempo con personas como tú.
— ¿Como yo? ¿Te molestaría explicarte? —Preguntó.
—Como tú: huecas, superficiales, que les importa más su preciada moda y el maquillaje más que sus calificaciones. Quienes se creen las reinas de sus escuelas solo porque son líderes de un equipo de personas incluso más huecas por seguirlas como perros sabuesos. A quienes les interesa más agitar pompones y lucir bonitas que el tener un futuro y una vida decente.
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GRAY WOLF [EN EDICIÓN]
Ficção AdolescenteGray Wolf lo llamaban en sus peleas. Su nombre se susurraba como promesa de peligro y su presencia anunciaba problemas. Todos creían al gran Lobo Gris un delincuente frío y terrorífico, pero las apariencias eran engañosas y él era más que los rumore...