Excepción a la Regla.

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Grayson.

Estaban en la biblioteca terminando sus tutorías. Grayson se puso de pie y caminó hacia las estanterías para devolver el libro que había tomado.

Él lo hizo y cuando se giró se encontró con Matt, parado a muy poca distancia de él. Él llevaba una pequeña sonrisa dibujada en el rostro que lo hizo sentir de inmediato expuesto y nervioso.

— ¿Qué pasa? —Cuestionó él. Matt se encogió de hombros y dio un paso al frente. 

—Nada en especial... solo he querido hacer esto por mucho, mucho tiempo —Dijo con voz profunda y rasposa. Grayson tragó saliva con pesadez.

Antes de que pudiera hacer algo, Matt reclamó sus labios como si fuesen de su propiedad; salvaje y frenético como jamás lo había besado. Instantáneamente, Grayson se rindió ante él y posó una mano en su nuca, acercándolo incluso más. 

Sintió la punta de su lengua acariciar su labio inferior en una silenciosa pregunta y él de inmediato le dio libre acceso a su boca, dejando su lengua ir al encuentro de la suya. 

Matt gruñó contra sus labios y posicionó una de sus piernas entre las de él, pegándose más a él mediante exploraba su boca con libertad. 

Grayson pos'una mano en su pecho y se separó de su boca para inhalar una larga bocanada de aire; sin embargo, los labios de Matt aprovecharon para trazar un camino de besos hasta su cuello. Él soltó una maldición al sentir su cálida lengua trazar el camino de su vena yugular y su mano terminó enredándose entre su suave cabello. 

—Cualquiera puede vernos —Murmuró, pero aún así inclinó más la cabeza hacia un lado, dándole a Matt acceso directo a su cuello. Él gruñó contra su piel y succionó justo donde su latido se sentía con más fuerza, tan fuerte que seguramente iba a dejar una gran marca. 

—No podría importarme menos, bebé —Él contestó, volviendo sus labios a los suyos.

Las manos de Matt bajaron por su espalda hasta sus muslos, levantándolo con sorprendente facilidad del suelo. Las piernas de Grayson se enredaron en su cintura y se aferró a sus hombros con fuerza.

— ¿Desde cuándo eres tan fuerte? —Se burló Grayson, enmarcando su rostro con ambas manos. 

—No tengo idea —Él respondió y encontró su camino hacia su cuello nuevamente. 

Él trastabilló y chocó contra las estanterías varias veces sacandole una carcajada a Grayson, pero aún así logró llegar a una de las mesas más alejadas de toda la biblioteca. Matt se separó en cuando lo dejó en ella y lo observó de pies a cabeza; Grayson pudo notar cómo el color ámbar de su iris había sido tragado casi por completo por su pupila así que sus ojos se veían salvajes y oscurecidos como los de un tiburón. Lo cual lo hacía ver cinco niveles más sexy.

—Voy a hacerte olvidar todo por un momento, Blake —Murmuró contra sus labios, mediante bajaba las manos por su pecho hasta sus muslos. 

Él desabotonó sus jeans y bajó el cierre con lentitud sin apartar un segundo la vista de sus ojos y Grayson podía jurar que moriría solo con la simple imagen; él estaba despeinado, tenía las mejilla sonrojadas y los ojos brillantes; era como una obra de arte y él no podía dejar de admirarlo.

Cuando su mano entró a sus jeans por encima de sus boxers, Grayson no pudo hacer más que soltar un profundo gruñido desde el fondo de su garganta y arquear la espalda contra su toque, siendo callado de inmediato por una mano de Matt en su boca. 

—Blake —Suspiró Matt en su oído mediante su mano subía y bajaba por su creciente erección. 

Pronto, Grayson no podía hacer más que gruñir su nombre y apretarlo contra él mientras él lo besaba en el cuello, incrementando las sensaciones a un 1000%.

GRAY WOLF [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora