Narra Dory:
Me encuentro en mi coche de camino a dios sabe donde.
Me detengo frente a un callejón bien lejos de la ciudad y pienso detenidamente en los pasos que debo dar a continuación.
Me acuerdo de mi cuaderno, lo busco en mi bandolera y rozo el símbolo de su portada antes de abrirlo cuidadosamente.
Con curiosidad, vuelvo a mirar los dibujos que había escrito esta mañana.
El cuchillo, la rosa y el número 456.
¿Qué tiene que ver todo esto con salvar a una persona?Según Mihael, esto es una señal, una señal muy valiosa que puede conducirme hasta a donde yo quiero llegar.
Cierro los ojos y acaricio los dibujos escritos a bolígrafo azul con las yemas de mis dedos. Recorro los bordes de cada dibujo dejando la mente en blanco y concentrándome en lo que de verdad estoy buscando.
Entonces, ocurre algo. Al pasar, mis dedos por el número, una especie de visión se muestra frente a mis ojos.
El 456 aparece en escena y un terrible disparo se escucha lo bastante cerca.
Un dolor insoportable inunda mi cabeza, aparto mis manos del dibujo y llevo ambas manos a la cabeza intentando dejar atrás aquel dolor.Este cesa de golpe y abro los ojos. Miro a los alrededores volviendo a mi propia realidad.
Que era todo eso, el disparo, aquel número... Fuese lo que fuese, el libro intentaba avisarme, quería hacerme entrar en razón, unir las piezas que formaban el puzzle...
Cuando, una lucecita ilumina en mi cabeza. Tal vez, mi abuelo pueda ayudarme. Él podrá explicarme lo que realmente está pasando.
Al bajar la mirada, observo el libro posando entre mis piernas. ¿Qué?
Los dibujos han desaparecido. Ya no están. Ninguno de ellos. Mi cara parece un cuadro, ladeo la cabeza y dejo el libro en el interior de mi bandolera.
Retomo mi camino de nuevo.
La verdad es que después de todas las cosas que estoy viendo últimamente, esto ya me parece normal. Nada me sorprende.
ESTÁS LEYENDO
Roja Obsesión
ParanormalÁngeles, demonios... Monstruos sin piedad Que actúan como Dios Sin ninguna muestra de bondad Vampiros, lobos... Se suman a la maldad Siguiéndoles como completos bobos Esa es la cruda realidad. ¿Es qué nadie les salvará de la verdad? ~ Gabriel Mille...