Capítulo 7

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Narra Rubby:


Ya quedaba menos para la fiesta que organizaba Camil todos los años. ¿Quién es Camil? Pues la chica más popular del instituto. Me llevo bien con ella aunque sea una presumida de pura chepa y se crea lo más.

Ella está enamorada perdidamente de Castiel. Mi mejor amigo sin duda. Por cierto, por ahí viene.

Estoy sentada en una de las mesas del comedor del instituto observando a los alrededores mientras saboreo una rica ensalada. Annie se debe de haber perdido y no sé nada de Dory desde que se marchó realmente cabreada por culpa de Annie.

Cas, se acerca a mi con una sonrisa en los labios y con la atenta mirada de Camil acosándole desde cerca.

Él tiene el pelo corto aunque no demasiado, de color castaño y los ojos negros como una noche sin luna.

Me encanta su sudadera del equipo de baloncesto del instituto. Los "Bulling Dog". Lo sé, el nombre se les ocurrió mientras ojeaban una revista para elegir tu mascota ideal. A eso viene lo de "Dog".

Siempre he soñado con ser animadora. Pero la verdad... mis destrezas físicas no son suficientes así que tendré que conformarme con pertenecer al club de poesía del instituto.

También consideré lo de apuntarme al club de teatro aunque al ver los diálogos que te tenías que aprender cambié de idea al momento.

Volviendo al mundo real. Cas, me sorprendió dándome un tierno beso en la mejilla. Yo sonreí ante la sorpresa.

- Hi, cielo. ¿Qué haces aquí tan solita? - me pregunta sentándose justo a mi lado.

Le miré desde abajo haciendo pucheros.

- Annie ha desaparecido de la faz de la tierra y Dory... está muy extraña estos días, no consigo sacarle nada - le explico frunciendo los labios. Bebo de la botella de agua apartando la mirada de él.

- Menos mal que estoy yo aquí - se acerca más a mi y me pasa la mano por la nuca agarrándome del hombro. Le sonrío volviendo a mirarle.

- Has llegado en el momento perfecto. Estoy llena y aún queda comida en el plato - hago una mueca observando la bandeja.

Él ladea la cabeza sonriendo. Coge el tenedor y comienza a vaciar el plato con rápidez.

Le observo divertida sin dejar de reír. Tiene la boca llena de lechuga. Parece una vaca pastando.

- ¿Mmm...? ¿Qué paza? - consigue deletrear aún con la boca llena.

- Nada. Sigue comiendo, anda - digo entre risas. Veo que aún me tiene cogida de los hombros.

Miro a los alrededores buscando a Annie. ¿Dónde se habrá metido esta mujer?

Percibo al nuevo. Sí, el chico tenebroso e intimidante que dejó a todos boquiabiertos en la clase de sociales. Le observo con detenimiento. Se encuentra completamente sólo leyendo un buen libro.

Sonrío y Castiel me distrae de mis pensamientos.

- Mmmm... ¿Quién es ese? - susurra limpiándose los morros.

Dirigo mi mirada hacia él.

- El chico nuevo de mi clase - le aclaro mientras él me suelta de su agarre.

- Parece el típico pringado - dice haciendo una mueca.

Le miro como regañándole.

- ¿Qué? - pregunta entre risas.

- Es de mala educación insultar a una persona de la cuál no conoces ni su nombre - afirmo inexpresiva.

- También es de mala educación reírse de la gente y por lo que veo tú te lo acabas de pasar por el forro - me susurra con obviedad al oído.

- Eso es otro asunto a parte - me levanto cogiendo mi carpeta junto con mi cazadora.

- ¿A dónde vas? - pregunta mirándome desde su asiento.

- Tengo que encontrar a Annie. Empiezo a preocuparme - murmuro antes de irme - Ve a saludar a tu enamorada - le guiño un ojo divertida.

- Jaja, que graciosa - menea la cabeza burlándose - Que siga esperando.

- No tienes corazón, Castiel Blake - niego pestañeando.

- Si que lo tengo aunque está guardado con llave - dice finalizando nuestra conversación.

Camino por entre las mesas del comedor, de un momento a otro sonará el timbre para la siguiente clase.

Continúo hasta la salida aunque detengo mi paso al pasar por detrás del nuevo. Observo con detenimiento lo que está leyendo. Parece muy concentrado en la lectura.

Me detengo rozando su hombro con el mentón. Siento un suspiro nervioso.

- " Borracho estoy de amarte y de mirarte,

Alta luz, alta copa enaltecida.
El vino se hace lenguas del Espíritu
Y migas hace el pan con el mantel.
Blanca la luz y negra y roja y viva,
En tus dedos es sangre, en tus pupilas
Eternidad, en tus labios silencio.
Te amo, sí, te amo, borracho de tus ojos,
Borracho, del silencio que ha arrasado tus ojos,
Noche viva y sin lágrimas, noche viva y sin rumbo,
Pero llena de estrellas como un mar sin temor."

Leo el poema que se encuentra escrito en un manuscrito en el interior del libro. Lo conozco, es uno de mis favoritos. Lo leo en un susurro al lado de su oído. Él gira la cabeza y me contempla mirando mis ojos directamente.

- Gabriel Zaid. Gran elección - murmuro observándole con cautela.

Recupero mi compostura y continúo mi camino. Él sigue con su lectura embozando una tierna sonrisa. Continúo mi camino por los pasillos del instituto.

Annie tiene que estar en alguna parte, remota pero existente.

Roja ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora