Narra Dory:
Casi llego a contarle todo a un simple desconocido. Suerte, que alguien nos interrumpió en el momento exacto.
Veo a Rubby entrar en el baño. Ella me observa inclinando la cabeza y con los ojos humedecidos.
- ¡Dios! ¿Dónde coño te habías metido? Pensaba que habías desaparecido del planeta - me dice caminando hacia mí y finalmente, dándome un abrazo amistoso. Notaba su preocupación por...mí.
Rubby siempre lo hacía, era ella quien me aportaba ánimos aunque no supiese lo que me pasaba exactamente.Le seguí el abrazo cerrando los ojos con fuerza.
- Necesitaba estar sola por unos instantes - murmuro separándome y dado por finalizada la muestra de cariño.
Ella me observa con una sonrisa de medio lado y coge mi mano derecha aportándome cierta confianza en ella. Comienza a zarandearla de un lado a otro.
- Oye - frunzo el ceño - ¿Y el nuevo? - pregunto observando los alrededores con expresión seria.
- Pues... no sé. Apenas le dirigí la palabra - se encoge de hombros.
- No, no es eso lo que quiero decir - ladeo la cabeza mientras noto como aumentan los latidos de mi corazón con rapidez - Estaba aquí hace un momento intentando sobresacarme... lo que me pasaba.
Ella suelta una risita tonta y me observa divertida guardándose una leve carcajada.
- Dodo, eso es imposible. Acabo de verle hace apenas un instante en la cafetería. Estaba leyendo y la verdad, no parecía que tuviese muchas ganas de abandonar la lectura. Parecía muy sumido en ella - me explica sin dejar de sonreír.
- Te juro que él estaba aquí.
No era cosa de mi imaginación. Lo ví con mis propios ojos. Gabe intentó consolarme aún sin conocerme de nada.
Pero ella era tan testaruda que era imposible razonar con ella.
- ¿Pero qué te fumaste? La verdad es que al entrar aquí mis fosas nasales percibieron un olor realmente repugnante. Seguramente, fue por tu culpa - dice mirándome con cara de asco y repugnancia - Además, este es el baño de chicas. Es imposible que haya entrado. Recuerda. ¡Zona Prohibida! - exclama con una sonrisa.
¡Puta testaruda! Abro los ojos y la observo inclinando la cabeza imitando su gesto al verme.
Para que pelear...
-Ok, supongo que tienes razón. No puede teletransportarse desde la cafetería hasta aquí - volteo los ojos.
Suelta una risita mirándome con ternura.
- Dodo, enserio. Lo que dijo Annie sobre tu abuelo... Sabes que ella no pretendía herirte. ¿Verdad? - juguetea con mi mano entre las suyas.
- Lo sé. Últimamente, estoy muy sensible... Cualquier cosa que me digan ya me afecta - intento sonreír - Además, conozco su manera de ser. Tan extrovertida... - murmuro bajando la mirada.
Ella ríe.
- Te aseguro que no lo hizo aposta. Ya sabes que dice las cosas sin antes pensarlas - intenta hacerme razonar.
- Lo sé. De verdad, no te preocupes - le digo con cariño.
Ella se limita a sonreír y me suelta la mano. Pone cara de pillina y me mira de reojo.
- Va a tocar dentro de nada. ¿Vienes? - me tiende de nuevo la mano con expresión divertida.
Dudo unos segundos pero enseguida sonrío aceptando su mano.
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Roja Obsesión
ParanormalÁngeles, demonios... Monstruos sin piedad Que actúan como Dios Sin ninguna muestra de bondad Vampiros, lobos... Se suman a la maldad Siguiéndoles como completos bobos Esa es la cruda realidad. ¿Es qué nadie les salvará de la verdad? ~ Gabriel Mille...