Roja Obsesión

Capítulo 5

Narra Gabe:

Camino por entre las mesas aguardando ver un sitio que no esté ocupado.

La gente ha dejado de observarme. Ya no soy el centro de atención.

Alguien interrumpe mis pensamientos.

- Oye - murmura una voz.

Volteo mi cabeza a la derecha. Observo a una chica rubia con una lima de uñas en sus manos. Sí, ¡un chico sabe lo que es una lima de uñas!

Le miro aguardando su intervención de nuevo.

- Si quieres... puedes sentarte aquí - me dice mordiéndose el labio mientras me mira a los ojos directamente.

Pestañeo serio y observo el pupitre que se encuentra a unas palmas del suyo.

Lo siento, hermosa pero te va a resultar más complicado de lo que pensabas... Soy un chico difícil.

- No. Mejor me siento atrás - frunzo los labios rozando mis dientes.

Sigo mi camino hasta atrás de todo dejándola completamente perpleja y con la boca abierta de par en par.

No debe de estar acostumbrada a que le rechacen... No la culpo. Nadie está preparado para ello ¿o si?

Me decido a sentarme en la fila de atrás de todo, al lado de un chico que hacia globos con bóla de mascar. Él si que sabía como pasar el tiempo.

Intercambio miradas con los compañeros. Algunos se voltean para contemplarme o... vigilarme. ¿Qué?

¿Acaso piensan que soy un asesino en serie? Mmm...

Bajo la mirada haciendo una mueca. Saco mis cosas sintiéndome observado.

Alzo de nuevo la mirada, me encuentro con una chica que me observa con cierta curiosidad, como si le resultase familiar. Nuestras miradas se encuentran. Le observo serio pero eso no parece intimidarle.

Ok, puedo seguir con el concurso de miradas aunque no me apetece.

Dejo de observarla y miro directamente a la pizarra. Acaba de empezar la clase y ya me encuentro aburrido.

Tal vez, al chico de al lado le sobren chicles. Sería divertido.

Está bien. Dejaré mi mente disparatada. Atenderé a la clase un rato.

- Bien, chicos. Ayer estuvimos hablando de la revolución francesa junto con la primera guerra mundial. ¿Alguien puede decirme en que año se realizó la revolución? - pregunta la profesora.

Mierda, ¿sociales? ¿A plena mañana?

Ahora entiendo porque todos parecen estar... dormidos. ¡Qué coño! ¡ES LUNES! Empiezo a unir cables y a entender un poco todo mi alrededor.

Nadie responde. Incluso la chica del concurso de miradas se dedica a mirar un pequeño libro con curiosidad. ¡Qué muermo de clase!

- Vamos chicos. Haced memoria - les anima con esperanza y sin dejar su sonrisa de por medio.

Suspiro. ¿Cuándo fue la última vez que estos payasos cogieron un libro y hojearon sus hojas?

Ok, Gabe entra en acción.

Alzo el brazo izquierdo y aguardo a que la profesora me ceda la palabra. Ella me capta con la mirada.

- Dinos, Gabe - me penetra con la mirada. Seguramente estará pensando que barbaridad me dignaré a pronunciar.

- Osciló entre los años 1789 y 1799 - respondo con obviedad y sin ni siquiera hacer memoria.

- Sí, veo que sirves para algo más que para ser irrespetuoso - dice aclarando la voz. Suaviza su cabreo hacia mí - ¿Y quién puede decirme en que año fue la primera guerra mundial? - vuelve a preguntar observando todos los alrededores.

No, otra vez no...

Volteo los ojos y observo detenidamente a toda la clase. ¿Sabéis? Me siento superdotado al lado de esta panda de...

Vuelvo a erguir el brazo. La profesora asiente dándome la palabra.

- Comenzó el 28 de julio de 1914 y terminó el 11 de noviembre de 1918 - aclaro poniendo ambas manos sobre mi nuca y mirando a la nada.

- No, finalizó el 28 de julio de 1919 - corrige sonriente asesinándome con la mirada.

Los compañeros comenzaron a reírse entre ciertos abucheos. La chica de antes se vuelve hacia mi apartando la mirada de su libro. Me observa apenada.

Lo siento profesora pero estás muy equivocada...

Varias palabras ofensivas van directas a mi. No quiero recordarlas. Parece que para algo sirven aunque no sea para estudiar... Reírse de los demás es muy fácil.

- El 28 de julio de 1919 fue cuando firmaron el Tratado de Versalles. La guerra cesó un año antes - afirmo cuando la clase deja de hacer ruido en mi defensa.

Observo a mi contrincante en la lucha de miradas. Yo no decepciono a nadie.

Ella se mantiene con la mirada atenta a la profesora esperando su siguiente contraataque. Todo el alumnado me observa perplejo. Seguramente nunca habían apreciado una lucha así.

- ¿Puede alguien confirmarlo? - afirma la maestra sin apartar la mirada de mí. Soy un imán para cualquiera.

Toda la clase saca sus respectivos celulares y se disponen a consultarlo con su aliada. Doña Wikipedia.

Mientras tanto, ambos seguimos desafiándonos con la mirada.

- Finalizó el 11 de noviembre de 1918 - afirma la chica de la mirada apenada observándome con ojos brillantes y embozando una sonrisa.

¿Ves? Nunca fallo.

Le miro de nuevo y luego a la maestra impulsándola a decir algo tras su dulce derrota.

- Bien Gabe. Creo que tendré que darle un repaso a mis libros de historia - sonríe entre dientes asesinándome con la mirada. Se levanta y se dispone a escribir en la pizarra - Bien, ahora proseguiremos con la teoría - anuncia sin dejar de escribir.

Odio el ruido chirriante de la tiza.

Me siento de nuevo observado. Detesto ser el nuevo.

La clase discurre con lentitud entre apuntes y guerras... ¡Muchas guerras!

El timbre suena al fin y yo me levanto con rápidez. Necesito un respiro.

Camino hasta las taquillas y doy un paseo entre ellas.

Noto que me siguen, observo de reojo. Me volteo con rápidez y clavo mi mirada en ella.

- ¡Tú y yo tenemos que hablar! - pronuncia.

Resoplo cruzándome de brazos. Escucho su propia sangre fluír con rápidez.