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Brook.

Después de haber corrido apresuradamente, entré a mi departamento de golpe, viendo a Harry tirado en el suelo. Solté un grito de sorpresa, y me acerqué corriendo hacia él, para luego arrodillarme, y acariciar sus mejillas. Su brazo izquierdo estaba sangrando, había un vidrio filoso a su lado, chorreando de sangre. Lloré, viendo a Harry inconsciente. Cogí su mano sana y empecé a repartir varios besos en ella. ¿En qué estaba pensando? ¿cómo pude dejarle en esas condiciones sabiendo que podía hacer una tontería? Y sin duda, lo hizo. 

Harry pensó matarse, lo quiso hacer una vez cuando estaba más joven y ahora trató de hacerlo una vez más.

— Harry...— susurré, viendo sus ojos cerrados — ¡Joder, ¿por qué tarda tanto la ambulancia?!

— Señorita, cálmese, no tarda en venir — oí al recepcionista a mis espaldas, me giré a verle y asentí nerviosamente, estaba a punto de ponerme histérica.

— ¿Cómo se enteró de su condición? — pregunté, viéndolo.

— Iba dejarle una nueva llave a una cliente recién trasladada, justamente cerca de este pasillo. Pasé por aquí, y oí ruidos de vidrios rotos, además gritos mezclados con llanto. — dijo, yo bajé mi cabeza, imaginándome a Harry perder la cabeza — Entré para ver que sucedía, ya que era un escándalo. Al entrar, los ruidos habían desaparecido y él joven estaba desmayado. Inmediatamente llamé a la ambulancia al ver esa profunda herida en su brazo.

— Por Dios...

Al instante, llegaron los de la ambulancia. Fueron directo hacia Harry y le vendaron su brazo rápidamente después de desinfectarlo. Lo llevaron cargando hacia la camilla y ahí se lo llevaron. Me fui con ellos en la ambulancia, mientras veía a Harry. Su piel estaba tan pálida, se veía realmente mal, y todo por mi culpa. Llegamos, a Harry se lo llevaron, y yo me quedé en la sala de espera. Mordí mis uñas, realmente estaba nerviosa, yo se que él estará bien, pero no podía evitar sentirme así.

— ¡Brook! Oí las ambulancias... Y sin pensarlo me vine hasta aquí — vi a Kennedy correr hacia mí — ¿Estás bien, preciosa?

— ¿Qué? ¿qué haces aquí? — me paré de mi asiento y caminé hasta llegar a él — Yo no soy la que está herida, es Harry. Él está mal.

— Aquel imbécil. Lo tiene merecido después de haberte tratado como la mierda — gruñó, yo le miré mal, negando levemente con mi cabeza.

— No, no lo tiene merecido. Él está lastimado, está sufriendo mucho por su pasado, él tiene sus razones — dije entre dientes, él rodó sus ojos — Entiendo, no me ha tratado bien, pero hay muchos motivos que no entenderás. Harry no es así, él está cegado por el dolor. Y tampoco es que me dejaré que me haga daño, porque no, pero él ahora necesita de mí y yo esta vez estaré para él, Kennedy. Voy a ayudarle para que sea él mismo de nuevo. Lo único que tiene soy yo. 

— ¿Dejando que te maltrate? ¿eso quieres, Brook? — masculló, la vena de su cuello estaba marcada.

— No, no será así. Estaremos juntos en esto, él y yo nos ayudaremos.

— ¿En serio crees que él te hará caso? Es un maldito animal.

— No entiendo por qué sigues aquí, Kennedy. Aprecio que vengas para haber como estoy, pero esta vez no es por mí, es por él. — expliqué, él asintió molesto.

— Está bien, aunque no te entiendo, eh. Eres una maldita bipolar, primero me dices que lo dejarás, y ahora que volverás con él. No te entiendo en verdad. — retrocedió lentamente.

— Pues espero que entiendas que lo amo, Kennedy — dije ya estresada de esta absurda pelea. Él se marchó furioso, dejándome a mí, finalmente sola.

Después de media hora, vi al doctor caminar hacia mí.

— Señorita, ya puede pasar — oí al doctor, yo me acerqué a él.

— ¿Cómo está?

— Él está bien. Afortunadamente, el vidrio no logró tocarle una vena. No fue un corte tan profundo. Sólo procure echarle diariamente la pomada que le receté para el brazo, y que se beba la pastilla cada noche. ¿Usted es su novia? — asentí con mi cabeza — Bueno, pase. Él está despierto.

— Muchas gracias, doctor.

Fui a su habitación, toqué dos veces la puerta y entré sin esperar una respuesta. Lo vi, él estaba inclinado en la camilla. Me miró, yo le sonreí levemente y me aproximé a él, para luego sentarme a su lado.

— ¿Cómo estás? — murmuré, él solo me veía. — Anda, dime algo. Soy todo oídos — acaricié su mano sana.

— No me trates así de bien si vas a marcharte después, ya que me dejarás jodidamente solo. — habló, su voz estaba ronca, supongo porque acababa de despertar.

— No me iré, ¿sabes? — dije, sus ojos brillaron de esperanza — Es nuestra última oportunidad, hay que echarle ganas. Vamos a lograrlo, pero por favor.

— Te amo, Brook — susurró.

Sonreí, sonreí porque me dijo eso después de mucho tiempo.

— Yo también te amo, Harry — me acerqué a él para darle un beso en la mejilla.

— Perdón por tratarte como la mierda, trataré de cambiar, por nosotros.

— Está bien. Sólo, tú tranquilo por ahora, debes de reposar tu brazo — dije, miré al lado suyo y vi una charola con comida — ¿Por qué no comes? Debes de comer para mantenerte con energías, acabas de perder sangre, Harold, necesitas vitaminas — le miré por un segundo, fui por la charola y cogí la comida.

— No quiero. En serio.

— Hazlo, tienes que comerte esto. Por algo te dieron la comida — le acerqué la cuchara con algo de sopa hacia su boca, él entreabrió sus labios y yo le acerqué la cuchara para que se lo comiera.

— Brook — me miró a los ojos, los suyos estaban brillosos por la tristeza — Gracias por no dejarme tirado. Te amo, pequeño ángel — sonreí al oírlo decir eso de nuevo.

Cuando terminé de darle de comer todo lo que contenía la charola, me acerqué a él, para besarle en los labios. Harry intentó acercarme más a él, pero no podía por su brazo, sin embargo, solo se inclinó más hacia mí. Me separé de sus labios, para sonreírle. Minutos después, entró el doctor, dándole indicaciones a Harry, y luego de eso, nos dejó ir a mi hogar, en los departamentos.

Recibí un mensaje en mi móvil, lo abrí y mis ojos se abrieron al leerlo:

" Brook, dentro de dos días iremos a visitarte, querida. Después de mucho tiempo, es hora de vernos. 

Te queremos, 

Tus padres. "


Untouchable | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora