Untouchable | Harry Styles

019 ←

Harry.

Me levanté del suelo luego de estar un rato ahí. La gente pasaba y me veían como un completo raro. Y no los culpo, parecía un maldito borracho, o hasta un muerto derrumbado. Simplemente estaba cansado de tanta mierda y preferí quedarme en el suelo como la completa basura que soy. Ya una vez de pie, entré y fui al departamento de Brook. Tenía que recoger mis cosas que estaban fuera de su departamento. Miré el suelo y no vi mis cosas. Fruncí mi ceño, por un momento pensé que fue el idiota de Kennedy quien lo cogió para tirarlo, pero primero tenía que comprobar si lo tenía ella. De todas maneras ese tipejo me las va a pagar por haberme golpeado.

Toqué la puerta, parece que no hay nadie, volví a tocarla y nada. Entré sin preámbulos y no vi a nadie en la sala. Caminé hacia la habitación de ella y ahí la vi. Mis ojos se abrieron debido a la sorpresa. Brook estaba estirada en su cama, mostrando sus largas piernas desnudas. Sólo tenía encima un suéter de pelo largo. Estaba leyendo, pero dejó de hacerlo para mirarme y sonreírme.

— Hola bebé, ¿dónde estabas? ¿y por qué estás tan cochino? — alzó una ceja, su voz sonaba tan sensual. Yo había olvidado cómo hablar.

— Y-yo...

— Se que nunca me has visto así, pero venga, es por ti. — me guiñó — Quiero hacerte sentir bien. — me miró bien, sus ojos bajaron hacia mi nariz — ¿Eso es sangre seca? ¿qué te pasó?

— El maldito de tu vecino fue a golpearme. Eso pasó. — gruñí recordando. Brook cerró su libro y se levantó de la cama, caminó hacia mí y cuando estaba frente de mí, acarició mi mejilla con lentitud. Nuestros ojos se conectaron. 

— Déjame curarte — besó mi mejilla y me esquivó para ir al baño.

Estaba confundido, ¿por qué está actuando así? Ella no es así, ella no hace este tipo de cosas. Y no es que no me encante, es decir, me vuelve loco, pero me parece raro su manera de actuar cuando hace rato me estaba gritando y golpeando por ser un traidor. ¿Qué está haciendo?

— Siéntate en la cama — ordenó, una vez saliendo del baño con el botequín en manos. Me senté en la orilla de la cama, ella se agachó a mi altura frente a mí, y abrió el botequín.

Sacó lo necesario para limpiar la sangre seca que traía en mi nariz. La limpió muy bien para luego ponerme un poco de pomada. Ella me dijo que no se había roto, y era más que obvio eso, ya que ese estúpido no sabe golpear.

— Listo. — dejó el botequín a un lado de ella — ¿Te sientes mejor?

— Estoy confundido. — respondí serio.

— ¿Por qué? — dejó su mano encima de mi entrepierna.

— Por lo que haces. — miré su mano, aunque me estaba poniendo duro, tenía que preguntarle el porqué de su actitud.

— Quiero que tengas en mente que yo soy solo la única para ti. — murmuró, bajando su vista hacia su mano, y comenzó acariciar mi pene sobre la tela. Gruñí al sentir sus toques.

— P-pero... Joder, no, no es normal — cerré mis ojos, ella continuaba y continuaba.

— Claro que lo es. Sólo dame una garantía de que soy solo tuya y no te dejaré. — murmuró, usando un tono de niña buena. Bajó la cremallera lentamente, torturándome.

— Tú siempre... has sido mi única chica — mordí mi labio, bajando mi cabeza para verla. Ella sonrió con satisfacción al oírme.

— Soy sólo yo la única de tu destino y de tus fantasías. No necesitas alguien más, aquí tienes todo en mí. — agarró mi pene, una vez que abrió toda la cremallera, alejó el bóxer y tuvo entre sus manos mi miembro erecto — Por favor, no destruyas mi corazón. Si sólo soy tu única, créeme que seremos muy felices. Soy la única chica que verás, ¿así que por qué no me repites de nuevo que soy la única para ti?