Epílogo

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Harry.

Han pasado exactamente ocho días. Brook no ha querido quedarse en este tiempo en la casa de sus padres, así que nos hemos estado quedando con Niall y la familia de su novia, quien gustosos nos han recibido. Estos días han sido tan pesados para Brook. Sé que ella odió a sus padres desde pequeña porque casi nunca estuvieron con ella, pero aún así le dolía haberlos perdido, porque son sus padres, era lo único que tenía y siempre buscó su amor. Siempre deseó quedar bien con ellos, que la aceptaran, que tomaran en cuenta sus decisiones. Por lo menos su padre lo hizo, por lo que me contó. Pero a ella le hubiera gustado que su mamá hiciera lo mismo. 

Hubo mucho papeleo. Toda la herencia de sus padres han sido bajo el nombre de su hija. Brook tiene bastante dinero pero ella se niega a tenerlo. No puede tener todo ese dinero sabiendo que ella no fue la del esfuerzo. Era mucho, no podía tenerlo. Sin embargo, tuvo que tenerlo porque los abogados no tienen otra opción mas que hacerse responsables de que ella lo tenga todo. Pero Brook sigue sin sentirse bien. Así que dio parte del dinero a la familia de la novia de Niall, para que pagara sus tratamientos del cáncer ya que era realmente eran muy caros y ellos se la pasaban noche y día trabajando duro para pagarlos, así que mi chica le dio una buena cantidad como un apoyo y agradecimiento. Esa familia lloró de felicidad al igual que Niall. Eso fue lo mejor de todo.

Hoy era nuestro último día en Dunster. Miré como Brook ponía el cartel de "en venta" en su casa. Todos los muebles y ropa los donó en una tienda de segunda mano. Todo lo que se vendiera de ahí, el dinero iría directo a un hospital, y eso le gustó a Brook. En fin de cuentas los encargados de vender la casa sería la familia de la chica de mi amigo. Mi novia no podía quedarse aquí, eran malos recuerdos para ella y no quería ver como la casa que vivió durante toda su mala infancia iba a ser parte de otros habitantes, prefería irse y dejarla en manos de alguien más.

Miré como se sentaba en la cama de la habitación que nos presentaron. Ella cogió la laptop y me la tendió. Tenía una pequeña sonrisa. Se acercó a mí y me dio un beso en la frente.

— Quiero que escojas un lugar en donde nosotros pudiéramos vivir. El que sea — acarició mi mejilla.

— Lo tengo. — sonreí.

— ¿Cuál es?

— Shh, será una sorpresa, linda — le di un pequeño beso en los labios, ella me apartó con una sonrisa traviesa. Se paró de la cama para continuar acomodando su maleta. Yo volví mi vista al computador y seleccioné el lugar en donde viviríamos. Los boletos en línea se compraron.

Nunca le dije a donde iríamos, quería que fuera sorpresa.

A los dos días siguientes, por la tarde, nos despedimos de Niall y la familia. Niall decidió quedarse en Dunster, trabajando en el taller mecánico y quedarse con su novia. Él dijo que estaría bien y que fuéramos felices. Fue el abrazo grupal de nosotros tres más largo que nos hemos dado, pero era una buena razón.

Brook.

Caminamos por las asombrosas calles de Nueva York. Me era extraño que Harry eligiera este lugar pero no le di importancia. El lugar era hermoso, no podía quejarme. Caminamos por las grandes multitudes con nuestras manos entrelazadas y con la otra sobrante nuestras maletas. Parecíamos turistas recorriendo la ciudad. El sol estaba brillante. Mi sonrisa no podía estar más grande. Harry me vio y me besó con una sonrisa marcada en sus lindos labios. Adoraba sus hoyuelos.

Reí, me sentía feliz. Sólo quería dejar mi roto corazón en el bote de basura y volver a renacer. Sería una nueva yo, siendo lo que siempre quise ser.

Dejamos nuestras maletas en el suelo frente a un lindo edificio. Sonreí hacia mi lindo rizado.

— Me encanta este lugar que escogiste — rodeé mis brazos alrededor de su cuello, aún seguíamos viendo nuestros ojos.

— Bienvenida a Nueva York. Bienvenida a Brooklyn — sonrió.

— ¿Qué? — sonreí confundida.

— Estamos en Brooklyn, linda. Mira — giró suavemente mi barbilla hacia al enorme puente de Brooklyn. Abrí mis ojos, era increíble. Podía verlo tan cercas. Solté una carcajada y me giré a verle nuevamente, él era un tonto.

— Te amo, ¿lo sabes? — miré sus ojos verdes, los míos estaban llorosos.

— Lo sé, y yo a ti te amo Brooklyn— tocó mis costillas, sabía que estaba tocando mi tatuaje con su nombre escrito en mí. Así que yo toqué su brazo, donde él se había tatuado el mío. 

Lo besé. Un beso verdadero, un beso sincero, un beso lleno de amor. ¿Por qué se siente tan bien ser completamente feliz?

Los meses pasaron, demasiados rápidos. Yo me inscribí a la universidad de Ciencias Filosóficas porque realmente me enamoraron sus materias, sentía que era para mí. Por fin iniciaría una universidad que me gustaba, que sea por mi elección. Y en cambio a mi lindo rizado, decidí pagar el último curso de preparatoria que le faltaba para que así pudiera iniciar él la universidad el siguiente semestre. Éramos un equipo, lo lograríamos juntos, no de hecho, lo hicimos juntos.

Untouchable | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora