Untouchable | Harry Styles

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Harry.

Me pareció bastante extraño la manera en la que se fue. Entré al local del café, viendo por el lugar, a ver si podía localizar en donde estaba ella. Entonces la vi salir del baño. Mantenía la cara pálida. Caminé hacia ella, logró verme.

— ¿Está todo bien? Saliste corriendo — expliqué preocupado.

— Bueno, no quería vomitar en el suelo. — encogió sus hombros.

— No me refiero a eso. ¿Estás bien? — cogió mi mano.

— Si, sólo fue un mareo. Odio viajar en autobús porque me marea y me da náuseas. 

— De acuerdo. ¿No quieres comprar un café? Digo, para que estés más despierta y tengas un poco de azúcar en tu cuerpo porque te ves muy pálida. Seguramente ya te dio hambre. 

— Si, tienes mucha razón — asintió, yo besé su cabeza.

Fue a la barra y pidió su café. Me quedé esperando frente a la puerta. No tardó mucho, ya que regresó con dos cafés para llevar. Me tendió un café y me indicó con su mirada para que nos fuéramos. Cogí las maletas que había dejado al lado de una mesa y nos fuimos.

El sol apenas estaba saliendo por completo. 

— Brook estaba pensando en algo. — dije a la vez que caminábamos hacia la estación de taxis.

— ¿Sobre qué?

— ¿No quieres quedarte unos días recorriendo aquí en Dunster antes de ir a la casa de tus padres? Unos días para nosotros y ya luego enfrentarnos a los monstruos.

— Si, suena genial — la miré y vi su sonrisa — Me encantaría.

— ¿Buscamos un hotel? — dejé la maleta en el suelo y ella repitió mi acción.

— Sí, claro que si...— sonrió.

Paró un taxi y éste se estacionó frente a nosotros. Nos llevó a un hotel que estaba cerca de mi antiguo hogar. De sólo pensarlo me dio escalofríos. Ha pasado mucho tiempo aunque no lo pareciera.

Brook.

Le dije a Harry que pagara la habitación mientras que yo recorría la recepción. Me sentía tan nerviosa de estar aquí. No quiero pensar en lo que pasará porque seguramente le diría a Harry que nos regresáramos a Liverpool. Me reí en mi interior. Era una miedosa, debería de relajarme. Llegué aquí con un propósito y no iba a arrepentirme.

Harry me miró y dijo que el séptimo piso estaba nuestra habitación. Asentí y me dijo que me adelantara porque él esperaría las llaves. Fui hacia el elevador y presioné el botón y esperé a que las puertas se abrieran. No pasó mucho cuando sucedió así. Las puertas se abrieron y vi a una pareja besarse adentro. Hice una mueca discreta y ellos al percatarse que ya había parado el elevador, se separaron y me miraron.

— Oh por Dios...— murmuré.

— ¿Brook? ¡¿Eres tú?! — dijo asombrado el chico. Se despegó del agarre de la chica con la que venía besando. Ella se miraba incomoda.

— S-si, soy... yo — dije algo nerviosa, no sabía si estar feliz o impresionada.

— Santo cielo. Dos años no es mucho pero se ha sentido como siglos. — dijo aún sorprendido. Las puertas del elevador iban a cerrarse pero él es más rápido en detenerlas para salir junto con la chica.

— Lo sé, Niall.