002 ←

4.6K 182 5
                                    

Brook. 

Esto es una total mierda. Aceptar venir con Kennedy a una fiesta fue la peor decisión. Me dejó sola entre toda la multitud y lo peor es que no sabía como irme de regreso a los edificios. 

— ¿Por qué yo?— murmuré en bajo, me abracé con mis propios brazos en un intento de darme calor pero no era suficiente ya que hacía mucho frío.— maldito Kennedy, ¿cómo pude confiar en ese chico?

Empecé a caminar entre las frías calles de Liverpool. El frío era una tortura para mi cuerpo. Cada paso que daba, me sentía aún más cansada. Tal vez si me hubiese quedado en mi cama dormida sería mejor que nada. No sé cuanto tiempo caminé, pero pude ver el edificio de lejos. Una enorme sonrisa apareció en mi rostro por lo tanto aceleré mi paso. Grité en mis adentros cuando entré a la recepción. El calor inundó mi cuerpo y eso fue la mejor sensación. Salí del ascensor y corrí hacia mi cuarto. Nada más al entrar corrí hacia mi cama y me lancé bocabajo. 

-

               — El aire está muy frío, siento que congela mi rostro— reí suavemente, él cogió mi cintura entre sus manos y me acercó más hacia su cálido cuerpo.

               — Yo podría hacerte entrar en calor— murmuró, una sonrisa apareció en su rostro.

               Me sonrojé ante sus palabras, bajé mi cabeza y una pequeña sonrisa traviesa se formó en mis labios. Él me levantó el mentón con su dedo pulgar y me hizo que lo mirara a los ojos. Un copo de nieve cayó en mi frente. Miré hacia arriba, él también lo hizo. Pequeños copos empezaban a caer cada vez más. 

               — Te extraño mucho, Harry— bajé mi mirada hasta volver a toparme con sus ojos — lo siento tanto, siento arruinar tu vida, y lo siento por ser tan estúpida— una lágrima se me resbaló pero rápidamente me la limpié.

              — Es muy tarde para pedir perdón— él dijo.

              — Muy muy tarde.

             — La vida es traicionera. Pero, creo que estamos mejor de esta manera. 

             — ¿Me amas?— pregunté, mi voz sonó tan débil.

             — Eres la chica más dulce y preciosa del mundo— acarició mi mejilla con delicadeza, su tacto me hacía sentir cada vez más protegida — un 'lo siento' no arregla nada, eso no cambiará absolutamente nada del pasado. Te amé, Brook. 

-

Sentí mi pecho acelerarse cuando me desperté de golpe. Me senté sobre la cama, después me puse a analizar lo que soñé. ¿Por qué siempre se siente tan real? Yo estaba cansada de sentirme así todas las noches. La culpa me consume, la culpa me bloquea de cada cosa que hago. ¿Qué puedo hacer para entender que él ya no está aquí conmigo? Seguramente nada. 

Alguien tocó mi puerta. Desconcertada me paré de la cama y abrí la puerta. Kennedy apareció ante mis ojos con una sonrisa muy típica suya. Quise cerrar la puerta pero él me detuvo antes de poder hacerlo. Lo que menos quería era hablar con él, yo estaba muy molesta con él y conmigo misma por confiar en sus palabras. Kennedy pasó, rodé mis ojos y me giré a verlo.

— No te quiero ver, así que largo o te reportaré— amenacé, él se burló.

— Ya ya. ¿No me invitas un café?

Sin decirle nada fui hasta la mesilla y cogí el teléfono para marcar a recepción. Kennedy me detiene y cuelga el teléfono.

— Brook, siento dejarte sola— me miró, su rostro se veía preocupado.

— ¿De verdad que lo sientes?

— No— dijo entre risas.

— Estúpido.

— No puedo creer que caminaste casi 4 kilómetros para llegar hasta aquí— rió entre dientes, solté un bufido y apunté la puerta— bueno, ya me iré.

— ¿Viniste sólo para burlarte de mí?

— Y para saber si al menos estabas viva.

Cansada de oír su voz, lo empujé como pude hasta la puerta y la cerré cuando él salió por completo. Me recargué sobre la puerta pensando en mis cosas. Después de ese sueño y de estar discutiendo con Kennedy sentí que ya no tenía nada de cansancio. Me senté en mi escritorio y saqué una hoja de papel en blanco, cogí un lápiz y empecé a escribir lo primero que se me viniera a la mente. Me detuve y miré lo que escribí; 'Harry Edward Styles'.

— Él debe estar odiándome— murmuré, miré la hoja y vi una gotita de agua, parpadeé y ahí sentí mis ojos llorosos, yo estaba llorando en silencio — también me odio. 

Cogí otra hoja totalmente en blanco y ahí escribí lo que sentía ahora mismo: 

" 17 de Diciembre del 2015 

¿Cómo me siento hoy? Digamos que es otro día que lo extraño, y siento que cada día es mucho más. La mayor parte de mí se siente tan culpable de tan sólo pensar aquella dolorosa noche. No puedo dormir a causa de que no puedo dejar de pensar en él. Y digo, 'Olvídalo, ya es pasado' pero eso lo hace más difícil. Los..." 

Dejé de anotar cuando escuché la puerta sonar. Me paré con confusión y me asomé por la mirilla y veo a Kennedy mirando también por ahí. Me alejé escasos centímetros de ahí y solté un chillido bastante ruidoso para que él escuchara.

— Largo, sabes que no te quiero ver. Quiero estar sola.

— Bien sabemos que no quieres estarlo, chica solitaria— dijo desde el otro lado de la puerta.  

— Claro que no quiero, quiero estar con mi amor Harry— murmuré, bajando mi cabeza para empezar a llorar pero me detuve cuando escuché que intentaba abrir la perilla.

— ¡Quiero mostrarte algo, monja!— rogó, raramente sentí que quería reírse. 

— ¡Adiós, nos vemos nunca!— le grité y fui a mi cama para acostarme y probablemente no salir jamás.

— Bueno, aquí vamos...— bramó y de la nada la puerta se abrió de golpe, me levanté mirándolo con mi mejor cara de sorpresa y él me mostró un pasador — ésto hace maravillas, muñeca.

— ¿Estás muy idiota? ¡Yo creo que sí!— me levanté para golpearle.

— ¡Tranquila, que las monjas no maltratan!— se burló — ¿ya puedo mostrarte lo que tengo?

— Si eso hace que largues más pronto, pues venga.


Untouchable | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora