Untouchable | Harry Styles

011 ←

Brook.

— Harry, no hagas nada estúpido — me acerqué a él con nervios, temiendo a que golpeara a Kennedy — Tenía que visitarlo para ver cómo andaba porque...

— No me des malditas explicaciones, Richard — me interrumpió molesto, cogió mi muñeca y me acercó a él — Y tú idiota, te lo advertí, no me alejes de ella.

Harry me llevó a la fuerza a mi departamento. Escuché como cerró la puerta de golpe, me soltó y yo me giré a verle. 

Harry me llevó con él hacia el sofá y me dejó sobre éste. Yo miré su rostro, él me miraba como si fuese algo que le lastimara. 

— Brook, no me dejes— ordenó con la voz quebrada.

— Harry...

— Voy a hacerte mía, quiero sentirte conmigo — murmuró, acariciando mis brazos.

Pero lo paré, no estábamos listos. Seguíamos muy jodidos con nuestros sentimientos.

— No ahora, Harry. Te lo dije momentos antes, tener sexo de esa forma no nos llevará a nada.

Me acomodé mi ropa y me fui a mi cama, a recostarme a la vez que no dejaba de pensar en él. Me sentía tan sola, ¿por qué tengo que pasar por estos sentimientos? Desde muy niña he enfocado lo que quería ser; una mujer fuerte, con una vida maravillosa, pero me di cuenta que los cuentos de hadas no existen, siempre hay algo que lo destroza todo. Tal vez nunca debí conocer a Harry. Quité esos pensamientos, claro que conocerlo fue la única cosa buena que me pudo pasar. Solo que odio esta versión suya, extraño cuando era mi mejor amigo. Él podía intimidar en el pasado con su semblante serio y tatuajes, pero la verdad es que era una persona tan noble que hoy en día extraño.

Él se fue del departamento, seguro para verse con sus amigos. Yo aproveché para tomar una leve siesta.

Las horas pasaron y él llegó tarde, me miró y no me hizo caso. Miré como se quitó su camiseta y la arrojó al suelo, se recostó a mi lado, y puso su brazo sobre su rostro, tapando sus ojos.

— ¿Los sentimientos no tienen sentido para ti? — murmuré, sin verlo.

— Los sentimientos lograron lastimarme en el pasado — sentí que me miró.

— No tengo idea de quién eres — limpié una lágrima que brotó de mis ojos y se deslizó por mi mejilla.

— Cambié, es todo. No soy el mismo de antes, ¿bien?

— Eso ya lo sé, Styles. El Harry del pasado jamás me hubiera lastimado de esta forma. 

— Pero tú lastimaste a esa persona que solía ser — suspiró cansado.

— Nos lastimamos — me reincorporé de la cama — Tú también me dañaste.

— No me vengas con tonterías. No quiero volver hablar de los sentimientos, me dejarás tarde o temprano. Ahora, no te pongas a llorar —me reprochó. Se levantó para ponerse su camiseta y me dejó sola en la cama, para irse de nuevo del departamento.

— Pero tú si puedes dejarme sola — susurré después de verlo cerrar la puerta.

Salí del departamento, yendo al de Kennedy. Toqué su puerta, él la abrió, y al verme llorar no dudó en acercarse a mí y abrazarme con fuerzas. Sólo lo necesitaba a alguien, y Kennedy de cierta forma me hacía sentir tan protegida.

— Vámonos, no quiero ver a Harry — sugerí, deseosa por ver su reacción.

— Venga, vamos.

Salió de su departamento y lo cerró bajo llave. Fuimos juntos hacia el elevador y bajamos hacia la planta principal. Salimos del edificio, y sentí el aire frío chocar contra mi cuerpo, erizando mi piel por la congelación. Kennedy me puso su chaqueta, y caminamos juntos por las oscuras calles de Liverpool.

— Creo que dejaré a Harry.— le miré, pareció sorprenderse — Él no es el chico del quien estoy enamorada. Prefiero dejarlo ir si las cosas seguirán así. Tiraré todos esos años y haré como si nunca hubiese existido para mí. Creo que ya no le importo tanto. 

Decir eso me dolió mucho.

— Creo que es lo mejor, Brook.

— ¿Tú crees? — dije en un hilo de voz.

— Por supuesto. No te traerá nada bueno ese idiota, eso sí te lo aseguro.