CAPÍTULO DOS

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TREVOR

—¡Hey T, me dejaste esperando allá! —Una quejumbrosa voz reclama impidiéndome seguir mi charla con Amanda.

Oh no, la olvidé.

Me giro en mi asiento para ver a la dueña de la voz de pie a mi lado. Jessica es una chica pequeña con la cual entablé conversación apenas llegué al bar. Lleva poca ropa considerando el frío, lo que deja ver sus curvas. Creo que ese es el fin. Ahora que la miro bien, ni siquiera puedo recordar qué me llamó la atención para acercármele.

Le ofrezco una mueca de arrepentimiento, aunque no importa, ella no me ve a mí, está mirando por encima de mi hombro justo en dirección a Amanda.

—¿Quién es ella? —demanda saber y mi quijada se remueve por la incredulidad ante el evidente rastro de celos en su voz.

—Es mi amiga —facilito solo para no cabrearla más de lo que ya se ve.

—¿Tu amiga? Yo juzgaré eso... —Pasa por detrás de mí, sin siquiera darme tiempo a reaccionar. Sus manos en las caderas tras tocar el hombro de Amanda. Oh chico, la que se va a formar. —Oye tú, ¿quién eres?

Amanda se ahoga en medio de un trago con confusión y luego busca mis ojos. Lo siento, le digo moviendo solo los labios. Ella no se ve contenta cuando mira de vuelta a Jessica que parece no querer esperar una repuesta, cuando agrega:

—Estaba teniendo algo con Trevor por allá, así que dime, ¿cuáles son intenciones?

—¿Disculpa?

El taburete de Amanda va hacia atrás cuando se pone de pie con la incredulidad marcando sus rasgos. Es evidentemente más alta que Jessica, quien, si acaso alcanza a llegar a la altura de sus senos. Eso hubiese sido cómico, en cualquier otro momento que no sea este donde la cosa toma velocidad.

—Lo que escuchaste. Este chico será mi novio y no te quiero cerca de él si lo quieres también para ti —Okey, eso me hace resoplar. Ambas chicas me miran.

—Amanda es mi amiga —argumento inútilmente.

Jessica me descarta.

—No me importa cómo se llame esta perra, la amistad entre hombre y mujer no existe.

Tengo que contener una sonrisa cuando las palabras dejan sus labios. Eso es todo.

Amanda agarra el hombro de Jessica para voltearla hacia ella, acercándola a su cuerpo, inclinándose para hablarle a la cara.

Ese es su modo perra, sí que sí y Jessica no sabe en qué lío se ha metido. Siendo un espectador que ya lo ha presenciado con anterioridad, no puedo menos que excitarme con lo que está por venir.

—Te diré algo enana; no sé lo que tengas con Trevor y no me interesa, pero nadie viene aquí a molestarme y llamarme perra cuando estoy bebiendo tranquila de mi cerveza. —Ella deja a Jessica ir con un poquito de fuerza innecesaria involucrada haciendo que la chica trastrabille hacia atrás. Ella luce como si quisiera cargar con alguna respuesta, pero Amanda no ha terminado —Igualmente, te ves cómo alguien a quien nadie voltearía a mirar dos veces, de seguro por eso le has gustado a Trev, a él le encantan las chicas fáciles.

Mierda, mierda, mierda.

Jessica arremete esta vez y alcanzo a interceptarla por el medio cuerpo antes de que sus manos hagan contacto con el rostro de Amanda. A esta última, le lanzo una mirada molesta.

—¿Qué? —finge inocencia y al ver que yo me mantengo forcejeando, resopla. —Está bien, solo para que te quedes tranquila, no tengo ningún interés amoroso en tu hombre.

Fin del juego AmandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora