CAPÍTULO NUEVE

2.9K 391 9
                                    

AMANDA

He visto a las gemelas en contadas ocasiones; un par de veces cuando los padres de Trev suelen visitarle en Chicago y hasta una ocasión cuando con los chicos hicimos un viaje por carretera para llegar hasta Boston. De eso hace ya dos años, así que, cuando la puerta de entrada se abre y dos pequeñas morenas salen gritando el nombre de su hermano, me es imposible contener la sonrisa en mis labios.

Trevor se apresura en estacionarse en la calzada, sus ojos brillando como nunca y una sonrisa real ocupando todo su rostro. Sale precipitado del carro e intercepta a las niñas a medio camino. Las corta por el medio cuerpo y las alza para un abrazo de tres.

Con solo eso mi estómago se encoge.

¿Hombre siendo dulce con niños? Levanto la mano, son mi debilidad.

Supongo que se debe a crecer en una familia donde mis primos más cercanos son mayores que yo; he sido la benjamina y aunque no es una posición de la que me queje, siempre he tenido el deseo de formar una familia propia numerosa y ruidosa.

Los niños están definitivamente en mi futuro, no sé cuándo exactamente, pero lo están sin duda.

Bajo del auto sonriendo, caminando lentamente a la escena de los hermanos frente a mí.

Trev tiene a las niñas colgando de sus brazos y les habla con una voz amorosa; todos sus rasgos cambiados con un acto sincero.

—Cada vez que me dejo caer, ustedes están más grandes —Él está diciendo. —¿Qué pasó con ese trato que hicimos que se quedarían por siempre pequeñas?

Las niñas dejan escapar risitas y Trev les da besos en sus mejillas antes de bajarlas. Una vez en el piso, ambas se dan vuelta a mirarme.

Son tan parecidas a su hermano; piel tostada, cabello negro y facciones cinceladas, pero en donde los ojos de Trevor son verdes, los de las chicas son de un castaño intrigante, similar a dorado si es que es posible. Bello en verdad.

Las muchachas me evalúan, una de ellas se toma de una de las manos de su hermano y la otra inclina un poco su cabeza. Les sonrío, colocándome extrañamente nerviosa. La chica con su cabeza hacia un lado me sonríe de vuelta después de unos segundos, llevándose un mechón de cabello a la boca para masticarlo. Arrugo mi nariz por eso acto, lo que la hace sonreír más grande.

—¿Eres la novia de mi hermano? —Ella pregunta dando un paso hacia mí.

Mi boca se abre.

Bueno, ya vemos quien de las dos gemelas es la audaz.

Comparto una mirada con Trevor quien, cómo no, se encuentra con una sonrisa estúpida en el rostro. Eleva una de sus cejas como preguntando también.

Elijo enfocarme en su hermanita.

—Tú debes ser Audrey —digo bajando hasta su altura. Extiendo mi mano en su dirección y el gesto parece gustarle, la estrecha con la suya cargada de entusiasmo. —Yo soy Amanda y no, no soy la novia de tu hermano. Con Trevor solo somos amigos.

Ella asiente conforme con la respuesta. Le da un vistazo a su gemela, Bella, quien se acerca y estrecha mi mano al igual que hizo su hermana.

—Ella es linda, así que creo que debería ser tu novia. —Bella mira a Trevor. —La maestra dice que los chicos lindos escogen chicas lindas para ser sus novias, así es como a Audrey le gusta Mike Landers.

Eso consigue que Trevor emita un ruido ahogado.

—¿Quién es Mike Landers? ¿El primer chiquillo que tengo que golpear?

Fin del juego AmandaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora