Pre y día de San valentin

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13 de Febrero del 2016
Día 64

Últimamente siento que así como me gustan me son indiferentes... De repente te puedo poner en un altar y al otro día desapareces de mi vida... No me entiendo ni yo misma, no se lo que siento en este momento, es más... Lo único que quiero es no sentir nada.

Me ha gustado un poco un chico, él es de estatura más alta que la mía, delgado, tez blanca, cabello castaño oscuro y corto, parece tan serio pero me sorprende que de vez en cuando él inicia la conversación, es un poco... Interesante. Lo conocí en un centro de la comunidad, voy ahí cada ocho días, Abigail también viene aunque a veces no puede y me deja sola... Hoy estaba ahí y no faltaron los susurros entre nosotras, más cuando yo le dije "es lindo" aunque cuando le preguntamos en qué grado de escuela iba nos sorprendimos mucho pues iba en segundo de secundaria, probablemente tendría unos 14 años, parecía tan Maduro que simplemente no me lo creía pero así era, yo era mayor que él, después de un rato Abigail me dejó a solas con él hasta ahora no sé si agradecerle u odiarla por ello, me sorprendió lo fácil que era hablar con él, fue como si congeniáramos al instante, hablábamos de libros que habíamos leído ambos, casualmente aunque le gustaba más el suspenso que otra cosa también había leído libros de ficción y amor, libros como los que a mí me gustaban, libros de mundos diferentes e incluso dimensiones distintas pues a los dos nos gustaba imaginar que existía un mundo mejor con una ideología mejor que la nuestra, una ideología no tan superficial, no tan material... 

Hablamos sobre poesía y canciones, sobre películas y anime, sobre la vida y la muerte, hablamos sobre preguntas existenciales y humanidad, platique como nunca había platicado en mi vida con alguien, ni siquiera con Santiago, éramos como dos mentes que formaban una sola, él buscaba madurez y aunque yo también él tenía aquella chispa de emoción, de intensidad, de diversión que solo un niño a punto de jugar te brinda, me mostraba una madurez impropia de su edad combinada con la diversión de un niño, era una combinación tan rara y a la vez tan perfecta... Me gusto. Solo había una cosa que jugaba en su contra y por lo cual me limitaba, me despertaba, me decía "cuidado".

Su mirada... Aquella mirada ya la había visto antes, no solo una vez sino centenares de veces, te hacía sentir un frío glacial, tal gélida, si su mirada se encontraba con la tuya hacía que sintieras escalofríos y se perduraba, te escrutaba el alma, sentías que estabas desnuda frente a sus ojos, no desnuda de la forma sexual, no... ¿Quién ha dicho que la desnudez siempre consiste en quitarse la ropa? No señores no... sentía que él y Santiago compartían aquella mirada que te hacía sentir que sabían todo de ti, tus sueños, ambiciones, temores y secretos, te escrutaban completamente, no podías mentir frente a ellos pues en cuanto lo hagas lo sabrán, ¡estas desnuda! Cada movimiento cuenta, cada gesto pasa por su análisis.

El tiempo se nos fue volando y cuando vimos ya era hora de despedirnos, yo siempre me despido con un beso en la mejilla y eso es lo que hice aunque me sorprendió su actuación pues de repente me atrajo hacia él, me abrazo... Hundió su cabeza entre mi cabello, sentí como suspiraba o... ¿Tal vez fue mi imaginación? Tal vez... Solo tal vez... Solo pude responder con una risa nerviosa, le devolví el abrazo, ¿cómo podía ser que un chico de secundaria fuera más alto que yo? Pero me agradaba aquel detalle, era un detalle perfecto, si creyera en las almas gemelas te diría que había encontrado la mía, pero no lo se, no sé si creer o no en ello, porque como dije... Así como me gustan me son indiferentes, igual y mañana ya no recordare nada de aquel inocente abrazo que me dio.

14 de Febrero del 2016
Día 65 

Hoy hice planes con mi prima aunque para que te miento... También he invitado a formar parte de nuestros planes a mi querido Sherlock. Amanecí con un humor muy bueno, lo más seguro era que Sherlock si fuera y por eso estaba feliz, digamos que era una oportunidad para mí de estar con él, claro que... Nada sale como lo planeamos, jamás...

Cuando la luz se vaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora