Cuando la luz se va

Sueño predictivo

27 de Febrero del 201
Día 78

Y porque hay un equilibro para todo, la tranquilidad de ayer se me cobro con un día de confusión y de extrañarlo, y en ese "te extraño" sentí de nuevo la tristeza infinita de mi corazón abandonado.

Soñé con él...

Estábamos en bellas artes Abigail y yo, entonces lo veía, venía caminando, se veía completamente igual a como lo recordaba, tan apuesto, su cabellera a la misma altura, su piel blanca relucía con la luz del sol, su caminar tan egocéntrico, tan él. Vi cómo se sentaba como si esperara a alguien y vi a quien esperaba, era Clara, llegó poco después que él, vi cómo lo besaba y lo abrazaba como yo alguna vez lo hice, no sentí nada.
- Ve Maia, síguelos, dile todo lo que le tenías planeado decirle.
Me decía Abigail incitándome a seguirlos pues ya se habían levantado y se alejaban tomados de la mano, me pare y los seguí, entraron por una puerta que apareció de repente, antes de que la cerrarán me sumergí a la oscuridad de aquel pasaje sin fondo, al parecer, parecía un laberinto, pero sentía que ya había estado ahí y que sabía el camino, di vuelta a la izquierda y luego a la derecha y los encontré subiendo unas escaleras, subí, me vieron y se detuvieron...
- Tengo algo que decirte- mi mirada era fría, directa, mi voz se entrecortaba...
- Uy se pondrá intenso- él se burlaba.
Entonces me dirige a Clara...
- Puedes quedarte si lo deseas, no te preocupes, nada de esto es tu culpa, no te culpo, todo estará bien para ti - ella no decía nada y solo asentía.
- ¿Desde cuándo? ¿Y porque? Dijiste que nunca me harías daño y mira lo que has hecho.
- Jamás te quise
-¿Y a ella? ¿Tampoco la quieres?
Silencio de parte de él...
- Quiero hablar con ella, a solas, vete de aquí.
Él se iba y me dejaba con clara
- Por favor dime la verdad, es lo menos que merezco...
- ¿Recuerdas aquella vez que salieron en donde nos viste? ¿Lo recuerdas?
- Si - aunque no recordaba nada
- Desde esa vez, te dejo camino a tu casa y fue por mi, desde esa vez te engañaba.
- Gracias... No sé porque estás con él, te hará daño, él no es como aparenta ser, cambiara al final, ahorita te lo pinta todo de color de rosa pero después... Un ser humano jamás cambia su naturaleza, si me lo hizo a mi ¿crees que no sería capaz de hacértelo a ti? Vas a sufrir, sufrimiento es todo lo que hallarás con una persona que ni siquiera se quiere a sí mismo. No te pido que lo dejes, solo te pido que te cuides de él.
El sueño de repente se tornó diferente, cuando menos acorde estaba en la misma cama con Santiago, ambos recostados...
- ¿Qué mentiras le dijiste a Clara?
- Solo le dije la verdad, no soy como tú
- Ahora resulta que yo soy él mentiroso...
- Ya me entere... Dime ¿quién es más mentiroso? ¿El qué es infiel o yo que solo te oculte mi pasado? ¿Ahora quién es el mentiroso idiota? Ni la puta cara me quisiste ver para decírmelo, eres y siempre serás un puto cobarde.

Fin del sueño

Desperté cubierta de lagrimas, todo había sido tan real, ¿y si lo era? ¿Y si aquellas respuestas habían sido reales? El jamás me quiso, él me engañaba desde antes ya, Clara sufriría, él jamás me dio la puta cara por la infidelidad... Yo no sabía que pensar... Aquel sueño había sido revelador, él me había negado las respuestas que tanto quería y por lo tanto aunque había sido un sueño era lo único que en verdad tenía, a lo único que me podía aferrar por ahora, mi única realidad y respuesta era un sueño.

Este día ha sido de la chingada, lo extraño, lo extraño tanto... Quisiera saber lo que fuera de él, con esta intención le hable a Xime, la amiga tanto de Santiago como de Abigail, primero le pregunte por ella, por cómo estaba pasando la pérdida de su familiar, no me dijo gran cosa y prometí llamar a Abigail en un rato más, después pregunté por Santiago, quería lo que pudiera saber de él, por mínimo que fuera me haría sentir mejor, pero fue peor...

- Él está bien, ya no deberías preocuparte de él, ¿sabes? Él ni siquiera pregunta por ti, no se preocupa por ti, te superó, está viviendo... Sin ti.
Fue como un cubetazo de agua fría... Quería que sufriera tanto como yo lo estaba haciendo, quería lo peor para él y no lo lograba, ¿qué debería hacer? Lo odiaba... Odiaba su puta felicidad, su puta indiferencia hacia a mí, odiaba los putos sentimientos que me hizo sentir hacia él, si solo planeaba desecharme me lo hubiera dicho en vez de jugar conmigo...