Te recupero pero ¿por cuánto tiempo?

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5 de Marzo del 2016

Dia 85

Me encontré con Abigail, yo estaba leyendo un libro llamado "4 lunas" que hasta dónde iba me había tocado completamente el corazón e incluso en la primera parte había llorado como Magdalena, se acercó hasta donde estaba y empezó a hablarme sobre un amigo suyo que conocía, su nombre era Ivan, hacía mucho que se llevaban "más que bien" y empezaba a sospechar que ellos dos se coqueteaban o que al menos a él le gustaba ella y hoy ella me lo confirmó, también me contó que había terminado con su  anterior novio, la verdad me alegraba de esa ruptura pues para mí esa relación era más falsa que un disfraz mal hecho, ella decía que lo amaba pero me constaba que ni siquiera  lo quería, en cambio a Iván, un sexto sentido me decía que si lo quería, me contó que él se le confesó un día después de terminar con su ex novio, dijo que no sabía qué hacer pues se le hacía que estaba haciendo lo mismo que Santiago y el ex novio de Xime nos habían hecho... Andar con otra persona a la semana.
- Chica... Es un caso muy diferente, porque a pesar de que le decías que lo amabas siempre dejaste en claro que solo lo hacías por compromiso, para no herirlo, que no sentías nada pero ibas a tratar de enamorarte, tú fuiste clara desde el principio e incluso varias veces lo terminaste por lo mismo pero él seguía detrás  de ti y te convencía de volver, tú lo hacías por lastima, no por amor... Chica... Si en verdad quieres a Ivan acéptalo, no te niegues la primera oportunidad de ser feliz, de enamorarte por primera vez... - mientras le decía esto quería llorar pero me aguante y seguí fingiendo leer, pero ya no podía continuar.
- Chica... Ya es mi novio...
Automáticamente cerré el libro con fuerza y lo deje a un lado.
- ¿¡Entonces por qué chingados quieres mi consejo si ya tomaste una decisión?!
- Es que no sabía cómo decírtelo, siento que estoy haciendo lo mismo que Santiago.
- Si, Santiago y tú se parecen como no tienen idea pero los casos son distintos, él jamás fue honesto conmigo, me decía que me quería y al final que me amaba, pero ahora pienso que ni siquiera me apreciaba... Jamás fue claro conmigo, ¿sabes qué hubiera preferido? Que hubiera sido firme desde un principio y que me hubiera terminado, no dejar pasar tanto tiempo, hacerme feliz, darme alas de que algún día podría hacer que me amara y al final ahogarme, destruirme, cortarme las alas de un tirón... Además... tú en verdad lo quieres, lo veo en esa sonrisa, no te preocupes, estoy de acuerdo, te apoyo.

Sentía un enorme vacío, no por mi, ahora por ella, si, era hermoso que por primera vez se abriera a las puertas del amor, ella más que nadie lo merecía pero... Me lamenté el no tener el valor de decirle que al final iba a sufrir el doble de lo que entregara, que aquel sentimiento que tanto la hacía feliz la iba a destruir al final, pero ella ya lo sabe aunque... Una cosa es saberla y otra muy diferente vivirla... Yo al momento de entregarme a Santiago pensé "me va a doler hasta la madre cuando esto termine" pero seguía ahí, en la felicidad y ahora mírame.... Bien dicho y hecho, pero por ahora, que disfrutara, el enamorarse sería una experiencia que jamás olvidaría tanto por la felicidad como por el sufrimiento que esto conlleva al final.

Hoy fui a mi taller de cocina, me acompañaron unos amigos incluida Abigail, eran amigos recién hechos pues a penas ese día nos habíamos conocido, ¿el nombre? No importa por ahora pues no son de gran relevancia. Al principio me sentí muy cómoda con ellos, pues teníamos algunos intereses en común pero después la platica se fue tornando un poco molesta. Hablaban de fiestas, de alcohol, borracheras y lugares que probablamente jamás conozca hasta dentro de algunos años, no tenía nada de malo, no, no lo tenía pero aun así no dejaba de sentirme mal, con cada palabra que decían me hacían sentir cada vez más triste porque me daba cuenta de que tan restringida había estado estos últimos años por mis padres, me daba cuenta de cuánto me había perdido, no me refería a las borracheras pero sí a las fiestas y a los lugares y personas nuevas por conocer, aquellas eran experiencia que me gustaría vivir, sin embargo... No podía, me daba tristeza tener nada que contar ante ese tema que abarcaban ellos como expertos, también me recordó a Santiago, el como yo siempre le proponía hacer algo nuevo, ir a lugares diferentes, que él propusiera cosas diferentes ya que mis ideas no parecían gustarle, pero él siempre decía que no, que le daba flojera, que prefería estar conmigo de "otra forma", a veces me parecía que solo me quería para tener sexo.

Cuando la luz se vaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora