Un grito del alma

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11 de Diciembre del 2015
Día 1

11 de Diciembre del 2015Día 1

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Soy Maia, tengo 17 años y.... estoy bien, soy Maia, tengo 17 años y... estoy bien, soy Maia, tengo 17 años y estoy bie...., son Maia, tengo 17 años y estoy..., soy Maia, tengo 17 años...., soy Maia tengo..., ¡soy Maia!, soy... soy.....

Acurrucada en un rincón, arriba de mi cama, abrazo fuertemente a Poppy, un pequeño peluche de perro café y blanco, no lo suelto mientras amargas lagrimas brotan de mis ojos sin autorización mía, no puedo, ya no puedo mas, siento como si se me saliera el alma y viera como se fragmenta y se vuelve cenizas, es un dolor inexplicable, era un mito que solo te dolía el pecho y sentías un enorme hueco en el corazón, no... la realidad es que lo sientes en cada fibra de tu ser, te sientes destrozada, cada movimiento que haces duele como si te clavaran profundamente alfileres, se entumece todo el cuerpo, es un frió glaciar que recorre cada centímetro de ti. Ya no puedo mas y suelto un grito, que sale de lo mas profundo de mi dolor, empiezo a pegarle a la pared, causando que mis nudillos se pongan rojos, quiero seguir hasta que sangre, hasta que un dolor físico real me saque de mi dolor emocional, suelto puñetazos, empiezo a temblar... recargo mi frente sobre la pared y me deslizo nuevamente en mi cama, me tapo con la almohada y sigo llorando, sacando todo lo que traigo dentro, pero no es suficiente, aun siento ese nudo en la garganta que significa que hay mas por sacar, que hay mas dolor dentro de lo que yo imagino, cada lagrima arde y duele tanto.

Oigo pasos a lo lejos, suben las escaleras, rápidamente agarro las cobijas y me cubro completamente mientras me tallo los ojos intentando desaparecer el agua salada producto de mis ojos, aún abrazada de poppy apago la luz y finjo estar dormida. tocan a mi puerta pero no respondo, oigo como abren la puerta y preguntan si estoy dormida, es mi madre... entra, prende la luz >> por favor que no me destape<< , prende el televisor y se acuesta a mi lado.

- Maia, ¿te molesta si veo televisión contigo? la de la sala no quiere prender- trato de que no se me quiebre la voz cuando le contesto.

- Esta bien, no hay problema mamá- trato de controlarme y dormirme lo mas pronto posible antes que se de cuenta de mi fatídico estado, pero me es imposible, sin previo aviso lagrimas recorren nuevamente mi rostro, empapandolo mas con cada segundo que pasa, trato de no hacer ruido pero eso no es lo que hace mi madre voltear hacia a mi sino las pequeñas convulsiones como si fuera hipo del característico llanto, me destapa y al ver mi cara contraída por el dolor e inundado de lagrimas, pone su rostro preocupado >> oh no, por favor no preguntes<<

- ¿Por que estas llorando? ¿pasa algo?

- Nada

- Hija dime, ¿que te duele? ¿que sientes?

La preocupación de mi madre solo hace peor las cosas, rompo en llanto, trato de hablar pero no puedo, siento que me ahogo, que me falta el aire, que me muero y mi madre solo insiste en saber lo que me pasa, tengo que decirle, de todos modos tarde o temprano lo sabrá, ella lo conoció, puede que ella sepa como solucionar las cosas y no empeorarlas como yo lo hice.

Cuando la luz se vaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora