Cuando la luz se va

Indiferencia

29 de Febrero del 2016
Día 80

- Eran imágenes de mi de pequeña junto con un muchacho mucho mayor que yo, me besaba, me acercaba a él, no paraba de besarme, al principio pensé que solo era producto de mi imaginación pero conforme el tiempo pasó me di cuenta que eran imágenes de recuerdos reales, que había pasado en verdad...

Constancia me miro por largo rato esperando a que yo dijera algo al respecto, si, lo había escrito, había dejado al descubierto aquella parte que jamás le había contado a nadie más que a una sola persona y ahora ella lo sabía...
- ¿Quisieras hablar sobre esto que escribiste?
Yo solo callaba...
- Si no quieres está bien, lo retomaremos en otro momento...
- No... Quiero hablar de ello es que no sé cómo... No recuerdo mucho, como escribí ahí para mí es como si solo fuera un sueño, algo lejano que pasó, sé que es real pero aun así no recuerdo mucho.
- ¿Qué más recuerdas? ¿Quién era aquel muchacho?
- No lo sé, no se quién era...- mentí... Si sabía quién era, lo seguí viendo cada vez que pasaba cerca de aquel local donde mi madre me llevaba de niña, lo veía pero no sentía nada al respecto, sólo trataba de evitarlo, ¿para qué decir quién era y lo que había hecho? No se podía hacer nada, aunque me creyeran no había pruebas más que mi palabra y sabía que eso probablemente no era suficiente.
-¿Solo recuerdas aquellas imágenes?
- Recuerdo un local, recuerdo que la luz era tenue, a penas y se veía lo que había, era muy reducido el espacio, recuerdo que él me daba de comer y después... Me besaba, me acariciaba mis brazos, mis piernas, todo de mi, todo sin dejar de besarme, recuerdo la sensación de mi boca siendo profanada por la suya, su lengua siendo enrollada con la mía, recuerdo que para mí me era indiferente, no sentía nada al respecto, me daba igual lo que hiciera.
- Hay personas como tú que sepultan los recuerdos por años pero cuando ocurre una situación parecida a la que vivieron su mente los trae de vuelta como lo que tú dices... Como un sueño pero saben que es real, porque fue real, lo que tú sufriste fue abuso sexual ¿lo sabes verdad? Corriste demasiado peligro aquella vez ¿por qué no dijiste nada?
- No lo sé.... Cuando me pregunto ¿por qué? Solo unas cuantas palabras vienen a mi "es un secreto", es lo único que se, que era un secreto... Esa es mi respuesta.
- Hay personas que ante una situación así se sienten culpables, que no dijeron nada porque lo disfrutaban, sentían placer al ser abusadas sexualmente, sentían culpa de sentir ese placer, pero ¿sabes una cosa? No fue su culpa... Su cuerpo es el que sentía placer, aunque son muy pocos casos, los hay, niñas o niños que tienen un cuerpo que siente placer a temprana edad.
- Yo no sentía nada, no me siento culpable ni me sentía en ese momento porque simplemente me da y me daba igual, me era indiferente, no sentía nada al respecto, ahora incluso lo sigo hablando, ya lo habrás notado ¿no? Como si fuera cualquier cosa, como un sueño, como algo común y corriente.
- Si, pero sin embargo jamás lo contaste a nadie, lo callaste e incluso estabas dudando en decírmelo.
Yo solo puede decir...
- .... Es que era un secreto.
- Te sigue atormentado, pero sabes, hay cosas que no se deben quedar en secretos, hay secretos malos que nos destruyen si los callamos.
- Le dije a una persona sobre esto...
- ¿A quién?
- A Santiago... Le hable sobre ello, sobre mi pasado, le dije todo.
- ¿Él que te dijo?
- Al principio nada malo, incluso llegue a creer que me comprendía y que me ayudaría.
- Y luego ¿qué pasó?
- Le conté sobre el inicio de nuestra relación, mi defecto de no haber sentido nada en los primeros meses.
- Aquí hay una clara relación sobre aquel abuso y tú inicio de relación, ¿te diste cuenta?
- Mas o menos, ilumíneme...
- "Indiferente" esta palabra la has repetido en ambos momentos.
- Si...
- ¿Él qué te dijo?
- Me dijo que le había mentido, que era como las otras, que lo había dañado, que solo había sido amable con él, que había destruido el ideal que se había formado de mi...terminamos.
- ¿Qué te viera gustado escuchar de él?
- Tal vez me hubiera gustado escuchar que me dijera que no me comprendía, que no me entendía, que no sabía lo que se sentía porque jamás lo había vivido pero que sin embargo estaba ahí conmigo, para mí, para ayudarme y apoyarme...