Sons Of Shame

El comienzo

Cuando note que la luz entro por la ventan me desperté, estábamos en una habitación en la que apenas cabía la cama.

Me levante, el seguía dormido, cogí un cigarro del paquete y el mechero. Si a mis escasos catorce años fumo.

Salí al pasillo encendiendo el susodicho, notando como la nicotina entra en mi cuerpo.

Hay tres puertas más en un pasillo bastante amplio, abro una de ellas y es un simple baño, abro la otra puerta, es una habitación más grande... Cama, ventana y cómoda, poco más que añadir.

Bajo por la escalera en esta planta hay un salon con un sofá y una butaca, también hay una cocina que no esta nada mal con una pequeña mesa.

Esto nos basta y nos sobra a mi hermano y a mi, la verdad es que no se que hacemos aquí mi hermano se empeño en venir, aquí estamos.

Me concentro en mi cigarro, hasta que noto que unos brazos rodean mi cintura y unos labios besan la parte trasera de mi cabeza- Veo que te has despertado hermanita -es Alex.

-Pues si,¿podrías explicarnos que nos trae por aquí?- me gira y me sonríe, el sonríe mucho por mí, pero esta sonrisa parece diferente, verdadera.

-Tengo una gran noticia- intento averiguar que esta pasando pero no entiendo nada esta realmente contento.- Esta casa es nuestra y tengo un trabajo, puede que sea más temporal de lo normal. Es la vez que más alejados estamos, ya sabes...
Me siento feliz y le abrazo con todas mis fuerzas, pero mil dudas corren por mi cabeza.

-Pero ¿Como?- el ríe al ver mi confusión.

-Bueno¿recuerdas a Dennis?-asentí.

¿Como no voy a acordarme?

-Pues el llamó a un viejo amigo de sus padres y me consiguió un trabajo en un bar de esté barrio.

-¡Eso es genial! ¿Y la casa?

-Dennis viene muy de vez en cuando, es la casa en la que se crió y la compró, por que le tiene mucho cariño. Le puse al tanto sobre la situación, por eso nos esta ayudando.- Dennis tiene veintitrés años a sido siempre el mejor amigo de Alex y como mi segundo hermano mayor.

-Pues tengo muchísimas ganas de darle las gracias en persona- estoy muy emocionada.

-Pronto vendrá supongo, por cierto,debemos hacer recados.

- ¿Que recados?

-¿Lo has de saber siempre todo?-asentí sonriente- Pues tenemos que comprar comida, ropa y tabaco.

-¡Vale! -me encanta ir a comprar, suerte que Alex ha encontrado trabajo se nos están acabando los ahorros, nos quedaran unos seiscientos dolares.

Salimos de la casa y nos metemos en la camioneta de mi hermano, es de esas típicas de dos asientos vieja, muy, vieja.

Arranca la camioneta, yo me enciendo un cigarro y se lo paso a mi hermano después de fumar un poco. Hay gente qué piensa que el es un mal hermano mayor por dejar que fume, pero todo lo contrario nos hemos enfadado muchas veces por el tema pero ha acabado entendiendo que necesito un desahogo, el cual espero cambiar algún día y por eso lo permite.

Llegamos al supermercado cojo un carro de la compra, empezamos ha caminar por toda la tienda hablando sobre el instituto, cuando veo a un chico con trenzas, de ojos azules, pálido.

Su mirada hizo que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.