En cuanto regresamos a la casa de la manada el ambiente parecía estar bastante tranquilo, Dante me tenía tomada de la cintura con actitud posesiva y dejaba besos en mi cabeza. En la sala estaban varios de la manada viendo la televisión y alguien estaba en la cocina, me suelto del agarre de Dante y camino hacía allá encontrandome con Troy frunzo el ceño encontrando eso raro ya que el cocinaba cuando estaba molesto o triste.
—¿Qué hay Troy? —le pregunto robandole una uva—. ¿Estas bien?
Él deja el cuchillo que estaba usando para cortar algunos pimientos y me mira con la mirada rota, se recarga en la barra y suspira cansado.
—Hay un chico que molesta a mi mate —habla como si fuera algo confidencial—. Lo molesta.
¡Esperen! ¿Cuando encontró a su mate? ¿De que me perdí? ¿Es de la manada? Varias preguntas llegaban a mi cabeza y ansiaban tener su respuesta pero no podía forzar a mi hermano a que las contestará todos para saciar mi curiosidad.
—¿Está bien? —pregunto suave—. ¿Tu mate esta bien?
—Tiene moretones en el abdomen —responde triste—. Y todo por ser diferente
¿Se refería a lo de ser gay? Recuerdo cuando descubrí que lo era porque a cada manada que llegabamos veía más a hombres que a mujeres y la verdad a mi no me molesta en que lo sea, es genial.
—Podemos hacer algo Treyi —le hablo con tono compasivo—. El estará bien.
—Kyle no puede seguir sufriendo así —responde y me abraza por la cintura acercándome a el—
Es solo un niño.Kyle era uno de los gemelos. La Diosa Luna siempre hace locuras con los mates, pero sabía que Troy sería bueno y que lo defendería hasta con su propia vida, algo que el haría conmigo y yo con el y Dante.
—Tú y yo iremos mañana a la escuela de él —digo mientras trato de calmarlo un poco—. Hablaremos con el director
—¿Crees que nos escuche?
—Soy el Alpha de todo —afirmo —. Tendrá que escucharnos.
Nos separamos y el sonríe débil, es mi beta y mi hermano, si me necesita ahí voy a estar yo. Si tengo que usar mi rango para defender a su mate lo iba a hacer. Ahora el formaba parte de mi familia también.
—¿Luna? —preguntan los gemelos entrando a la cocina junto con Dante.
—Hola de nuevo chicos —los saludo cariñosa.
Tener a Ayleen devuelta me hacía sentir bien y sabía que ambos vamos a cumplir la promesa. Ella ahora se había ido a la cocina, supongo que por algo de comer o quien sabe, sabía que si estaba dentro de la casa estaba segura era por deber proteger a la Luna de la manada ya que era quien le daba el soporte faltante al Alpha.
—Así que nuestra Luna vuelve —habla Dereck sonriendo—. Es una gran chica Dan, tienes suerte de tener ya a tu mate
Dereck aún no la encontraba pero siempre se mantenía positivo pensando en como sería su mate, solo Kyle y yo hemos encontrado a nuestros mates aunque ellos aún no sepan eso.
—Sé que la tengo —lo miro con una sonrisa en mis labios pensando en Ayleen—. Es... simplemente perfecta.
—Lo sé, pero yo soy más perfecto —responde el vanidoso.
—Tú eres un idiota —habla Jokin golpeándolo en la cabeza.
Río con fuerza al verlos reír y seguir peleando con algunos que otros golpes, me levantó dejándolos ahí y camino encontrándome con los gemelos quienes miraban hacia la cocina, me asomo con ellos y miro a mi mate abrazando a su hermano con cariño.