Miro por la ventana de la casa mientras la nieve caía de forma pausada y tranquila, bebo un poco el líquido que había en mi taza y la dejo en la mesa cuando escucho la puerta abrirse.
— Sabía que te encontraría aquí — murmura mientras se acerca a mí y deja un beso en mi hombro
— Sabes que siempre estoy aquí — respondo sin despegar la mirada de los copos que caían.
Estábamos en un cuarto que en si tenía era amplio y cálido, la chimenea con sus llamas crepitantes le daban el toque cálido al lugar, el cuarto de Ethel era lindo con sus toques de azul pastel y azul oscuro. La manos de el me abrazan por la cintura dándome calor y tranquilidad mientras coloco mis manos sobre las de él.
— Ya van a llegar pronto — me avisa mientras su mano juega con el anillo que había en la mía
— Espero que se comporten ellos dos — respondo con una sonrisa —. Son como la copia viviente de los gemelos
Habían pasado ya 3 años de la guerra y habían pasado también muchas cosas: nuestras manadas se unieron como correspondía haciéndonos más grandes y aún más fuertes, Will y su mate — quien aceptó muy bien el lado vampírico de mi hermano — habían tenido a Jax, un niño sumamente adorable de rizos rojizos aunque igual de travieso que Ethel lo cual los convertía en una pequeña amenaza para quienes estuvieran cerca de ellos. Gemma y Eline se habían ido de momento a recorrer París promocionando la nueva línea de rompa de Eline y siempre nos mandaban regalos para todos o incluso fotografías de ellas, Ev estaba con un chico que conoció en un concierto que resulto ser su mate, Jo y Dereck seguían haciendo sus bromas y jugarretas junto con sus mates por lo cual siempre habían risas en la manada o alguno que otro accidente. Troy y Kyle decidieron irse un tiempo a recorrer el mundo aunque su gemela se quedo en la manada y mamá había logrado enamorarse de nuevo casándose incluso. Nosotros al final nos casamos frente a toda la manada quiénes se alegraron de nuestra unión, aún recuerdo a Ethel cruzando el pasillo mientras cargaba a los anillos y a Dante a mi lado luciendo un increíble traje.
— ¿Qué crees que vaya a pasar ahora? — pregunto aún recordando el día de nuestra boda y volteando a verlo
— ¿Qué quieres que pase?
Sonrió mientras tomo su mano y la pongo en mi vientre mientras una sonrisa alegre se forma en mi rostro, el primero estuvo confundido pero cuando comprendió lo que paso soltó un grito de alegría y volvió a abrazarme.
— ¿Seremos padres de nuevo? — pregunta con emoción en su voz
— Tendrás una hija — murmuro mientras paso mis brazos por su cuello con una sonrisa amplia mientras el junta su frente con la mía.
— Te amaré de aquí al fin del mundo — murmura él contra mis labios
— Te amaré hasta que las estrellas dejen de brillar y el sol se acabe — respondo —. Lo juró por la Luna
Y al final terminamos sellando esas promesas de amor eterno con un beso.