Capítulo XXII

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Sabía que espiar era malo pero quería saber qué ocurría, y mi teoría era que alguien confesó todo lo de la manada Luna Llena para así derrocar al Alpha superior y ahora se avecinaba una guerra.

—¿Por qué una guerra para tener a Leen? —escucho la voz de Troy hablar.

—Es lo único que podrán hacer los vampiros —responde su hermano William—. Leen es sumamente poderosa y su sangre vale mucho.

—¿Por qué?

La voz de Leen me decía que estaba asustada y de alguna forma que necesitaba de mi. "Vamos sal del escondite y no seas cobarde" me recrimino, respiro hondo y caminó como si nada ganándome la atención de esas 3 personas.

—¿Para que necesitar a Leen? —pregunto mientras me acerco a ella y me siento en la silla de a lado.

—Eres su mate, ¿cierto? —pregunta el tal William—. Si no la cuidas como lo merece te la vas a ver con un híbrido.

A ciencia cierta pelear con un híbrido era pedir la muerte ya que al tener sangre de dos especies distintas siempre una va a tener el liderazgo por sobre el otro pero cuando cambian se convierte en una guerra, miro a Troy y él se encoge de hombros.

—¿Acaso crees que no cuidaría a la pareja que la Diosa Luna me dio? —pregunto obvio.

—No me importa, la cuidas porque la cuidas o si no que la Diosa te proteja.

—¿Sabes que amenazar al Alpha de una manada es castigado? —pregunta Troy mientras recarga su mentón en su mano.

—Es mi hermana y la voy a proteger a toda costa.

—¿Por eso te fuiste? —interrumpe Leen.

—Estuve investigando después de que nuestro padre me desterrara —explica—. Hay una leyenda

—¿Ahora me vienes con leyendas?

William estaba aquí y por algo, pero no quería saber que tendría que haber pasado ahora para que se genere una guerra donde yo sea el premio y la victoria. Miro a Dante con temor sabiendo que él sentiría mis sentimientos por el lazo que nos unía y él al instante pasó su brazo por mis hombros en un gesto reconfortante.

—¿Qué clase de leyenda? —pregunta Dante ahora.

William suspira y se prepara para contar la dichosa leyenda mientras nos mira a los 3:

Se dice que hace mucho tiempo, justo cuando el primer hombre lobo corrió por las tierras de aquí, la Luna había bajado de su cielo estrellado buscando algo, algo que hacer.

Iuzaei, el Sol, se puso celoso de que Luna pudiera bajar a tierra y él no, por lo cual, un día él también bajó pero solo para recuperar a la chica de la que se había enamorado. El joven enamorado buscó por las tierras a aquella chica mientras rechazaba a humanas que se acercaban a él.

Pero un día en la ardua lucha algo rompió su corazón, Luna se había encontrado con Nevo, el primero lobo, y se había enamorado profundamente de él a tal grado que en el vientre de Luna se engendró un lobo, la siguiente generación:

Conocidos ya como los "lobos blancos, guardianes de la Luna y protectores de todo lo bueno y lo malo"

Pero solo había algo extraño, aquel lobo engendrado bajo el producto de un amor tan intenso salió una hermosa bebé. La niña con la sangre más pura de todas.

Iuzaei enojado y triste por la noticia se dejo llevar cegado por saber que nunca tuvo oportunidad con Luna y tomo una chica humana en posesión creando la raza contraria, los vampiros, opuestos al Sol. Él era cálido y ellos fríos pero compartían algo, la sed de venganza por la supuesta "traición" que Luna hizo.

Legión de Lobos TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora