Y así de rápido se fue mi "corta" vida de abandonada pero había muchas cosas nuevas que descubrí: mi madre esta viva y parte de la manada lo esta también, estoy en un supuesto peligro y mi madre tuvo contacto con la Diosa Luna.
Después de regresar a Troy a la escuela volví a la casa de la manada y como no quise entrar estaba sentada en las escaleras de la entrada con el dije entre mis manos moviendolo sin entender porque debía usarlo.
Algo andaba mal entonces y necesitaba saber que ocurría.
Levanto la mirada cuando el ruido de un motor se hace presente y me levanto, me di cuenta de que era un Audi r8 negro. Se detiene frente a mí y de el baja Adam, los gemelos y Dante.—¡Volviste! —gritan los gemelos corriendo hacia mí para abrazarme.
—Les prometí que les enseñaría a ser lobos —hablo con una pequeña sonrisa.
—Genial —habla con un poco de sarcasmo Adam para sin decir más entrar a la casa.
Hago una mueca y mis ojos se posan en Dante quien solo tenía las manos metidas en los bolsillos y miraba hacía el suelo.
—Chicos, tengo que hablar con Alpha, entren y hagan sus tareas —les pido amable.
Los gemelos sólo me sonríen y entran por la puerta dándose algunos empujones de vez en cuando, los miro recordando nostálgica cuando Troy y yo éramos así.
—¿De qué quieres hablar? —interrumpe la voz de Dante.
Lo miro unos segundos, quería lanzarme sobre el y abrazarlo pero por otro lado solo quería hablar y luego irme, pero no sabía que hacer. "Vamos Leen, respira, calmate y habla" me ordeno a mi misma.
—Encontré a mi manada —anunció rápido.
—¿De qué hablas? —pregunta el frunciendo el ceño.
Respiro hondo y comienzo a contarle desde lo que me dijo Sky de los sobrevivientes, mi pelea con Eustace, el collar, el supuesto peligro que corría y la ausencia temporal de Troy en la escuela, en cuanto termino me quedo callada y miro hacía otro lado en cuanto escucho el sonido de las llantas de otros coches.
—Sígueme y no te separes —habla rápido y se transforma.
Comienza a correr hacia las profundidades del bosque y yo lo sigo de cerca tratando de no perderlo de vista, cada vez se alejaba más de la casa llevándonos más lejos. Tenía curiosidad de saber que le pasaba para querer llevarme a otro lado.
Bajo del coche y camino hacia la casa, saber que mi madre estaba viva y que mi hermana tenía que regresar a la manada me hacia sentir bien. Camino hacía mi habitación y entro dejando la puerta abierta para luego dejarme caer en la cama con flojera.
—Troy —escucho la voz que me ha estado haciendo suspirar desde hace un tiempo.
—¿Qué pasa, Kyle? —pregunto sentándome en la cama y estirándome un poco.
Mi mate cierra la puerta y se sienta a mi lado con nerviosismo, algo andaba mal, podía sentirlo.
—¿Puedo confesarte algo? —me pregunta mirando hacía otro lado.
—Claro —respondo al instante y luego me arrepiento—. Sa-sabes que puedes confiar en mí.
—Hay un chico que me molesta —habla con voz débil y mira hacia otro lado—. Se burla de mí.
La sangre comenzó a hervirme en cuanto escuché eso, nada ni nadie podía lastimar a mi mate, lo abrazo con cuidado y pongo mí cabeza sobre la suya mientras él sólo me envuelve con sus brazos.
—¿Qué te hace ese chico? —pregunto con la voz un tanto más grave.
—Me golpea y me insulta por... —suspira él y se encoje un poco—... Por ser gay
¡Hay que matar a ese bastardo de mierda! —grita furioso Dorian—. Nadie lastima a nuestro mate.
Tienes razón —respondo lento—. Pero no podemos matarlo
Miro a Kyle quien tiene su cabeza recargada en mi hombro y su respiración choca contra mi cuello haciendo que la piel de ahí se me erize.
—Nadie te va a lastimar mientras yo este aquí, Kyle —le susurro cariñoso y dejo un beso en su cabeza—. Te lo prometo.
Parecía un pequeño cachorrito solo que necesitaba protección, y eso, es lo que le voy a dar. Es mi mate, tengo que estar para él cuando me necesite y es en esta ocasión, en que lo voy a cuidar.
Después de correr varios kilómetros se detiene y se convierte en humano para pasarse las manos por el cabello, me convierto y lo miro curiosa.
—Volverás a la manada —anuncia con tono Alpha.
—Pero...
—No quiero que te pase algo por mi culpa y que el enojo de la Diosa Luna caiga sobre mí —responde sencillamente mientras se mueve nervioso—. No sé que secretos escondas pero quiero estar ahí para ser quién los descubra, quiero ser quien te bese en las noches y en la mañana. Soy tu mate y odio estar lejos de ti, odio que apenas con lo poco que llevemos juntos todo se convirtio en una locura, te quiero en mis brazos, quiero que estes segura aquí, quiero que acudas a mi cuando algo te preocupe, ¡Dios! Te quiero tanto en tan poco tiempo
Se acerca a mí y pone sus manos en mis mejillas, sus ojos me miran con cariño y amor. Sky estaba dando brincos deseando poder besarlo y olvidar todo atrás sin importar lo que suceda. Nuestros rostros cada vez quedaban más cerca haciendo que nuestras respiraciones se mezclen y nuestros labios se rocen.
Haciendo caso al impulso de Sky acerco mis labios a los suyos tomandolo por sopresa pero que al instante se relaja y sigue el beso, sus labios eran suaves y se acomplaban perfectamente a los míos haciéndome olvidar de todo lo qie nos rodeaba en ese momento.—Prométeme que no te irás que nunca me dejarás solo —suplica en un susurro Dante cuando se separa de mí—. Promételo por favor.
—Te lo prometo por la Diosa Luna