Capítulo 7.

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Ya es viernes 7:15 am estoy sola en la joyería, es el día libre de Pablo, la mañana pasa tranquila unos que otros clientes transitan por aquí. Recibo una llamada telefónica, es mi abuela Elli.

-¡Hola Abuela!

-Hola cielo. -¿Cómo estás?

-Toda va bien abue. -¿Cómo están por allá?

-Bien, pero te extrañamos. ¿Cuándo vendrás? -Su voz es tan dulce.

-Para las vacaciones, un mes y medio. -También les echo de menos. -Saludos al abuelo.

-Tu padre también quiere verte.

Me quedo unos segundos en silencio, hace doce meses que no le veo. Para las últimas vacaciones de verano hace seis meses fui a visitar a mis abuelos y mi padre estaba de viaje, motivo por el cual no nos encontramos. Ellos viven en California y es donde paso la temporada libre de estudiar.

-Alison cielo. -¿Estás ahí?

-Si abuela, iré pronto. -¿Vale? Estoy en el trabajo te marco luego, te quiero.

-Te esperamos, te quiero.

Cuelgo la llamada para atender a una clienta, se lleva un par de aretes. Al llegar el medio día cierro el local para ir a casa.

Dejo las cosas en la encimera, estando en la cocina tomo un vaso con jugó de naranja le doy un sorbo y llega a mi mente el recuerdo de la noche del sábado cuando Maximiliano estaba de pie en mi recibidor y yo haciendo lo mismo que ahora. Observo el espacio vacío e imaginó que estuviese aquí. Niego con la cabeza, el hambre me esta haciendo alucinar.

Después de comer y descansar un rato quito el forro que cubre mi piano, deslizo mis dedos por el, es tan precioso uno de mis mejores regalos, toco el piano desde que tengo uso de razón, mi madre me enseñó era tan buena en ello y ahora yo lo soy. Antes trabaje en una escuela dando clases de piano a niños, lo deje cuando mis clases empezaron a quitarme más tiempo y comencé en la joyería medio turno. Toque una, dos, tres canciones y melodías que no existen, es así como me libero y me dejo llevar, esto es paz.

**
Faltan 10 minutos para las 6:00 de la tarde y estoy casi lista, opte por unos jeans altos, un crop top blanco, mis botas negras y mi chaqueta de cuero negra la llevaré en mi cartera por si llego a tener frío. El maquillaje esta sencillo y mi cabello suelto peinado de lado. Me paseo por la habitación dejando en orden algunas cosas quizá porque me siento nerviosa, he charlado mucho antes con Alex en el taller, en casa hemos compartido helados pero no una salida planeada. Me sobresalta la bocina salgo de la habitación recojo mis pertenencias y me encamino afuera.

Alex se baja de su coche lleva puesta una camisa de manga corta azul, jeans oscuros, unos lindos zapatos y su cabello peinado, se ve tan guapo y con una gran sonrisa.

-Estas preciosa. -Se acerca y me extiende la mano.

-Gracias, tu también. -Le digo sonrojada y tomo su mano, caminamos hacia la puerta del copiloto y la abre para mi.

-Espero te diviertas esta noche.

-Seguro que si.

Tras unos minutos de camino estacionamos el coche, baja rápidamente y abre la puerta, es encantador.

Ya nos encontramos en la sala la película es de acción, ambos decidimos verla, es muy entretenida y el parece estarlo también. -De pronto me rodea los hombros con su brazo.

-¿Te incómoda? -Pregunta susurrando en mi oído.

Niego con la cabeza. Pasado más de una hora la película llega a su fin, reviso la hora en el celular y faltan diez minutos para las 8:00pm.

Juegos peligrosos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora